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SERPIENTES Y ESCALERAS

Comenzó la exhumación de cuerpos en Tetelcingo; van cuatro. En esta primera tanda ya apareció el primer cadáver que NO está relacionado con una carpeta de investigación, es decir, no se conoce el origen del mismo. ¿Qué saldrá de las fosas de Graco? Por mucho menos que esto, otros gobernadores han caído.

 

Las fosas de Tetelcingo son una dolorosa prueba de la descomposición de nuestra sociedad. Lo que guardan esas sepulturas es terrible por muchas razones, es ejemplo de la perversión de las autoridades y también de la deshumanización de nuestras instituciones. Lo que saldrá del análisis de los más de 150 cuerpos depositados de forma irregular en esos lugares no es claro, pero no será nada bueno y es reflejo de lo que ha sido el gobierno de nueva visión. La pregunta obligada es ¿Qué esconde Graco en las fosas de Tetelcingo?

Conocer la existencia de las fosas de Tetelcingo fue resultado de la indagatoria personal de una familia que durante meses exigió a las autoridades la entrega del cuerpo de su hijo. Oliver Wenseslao, un joven comerciante de Cuautla, fue una víctima más de la violencia en Morelos: lo secuestraron y luego lo asesinaron, pero sus restos no fueron devueltos a sus familiares a pesar de que se reclamaron; por decisión unilateral de las autoridades sus restos fueron sepultados de manera clandestina en las fosas de Tetelcingo. De no ser por la entereza de la familia de Oliver, nunca nos habríamos enterado de que en ese lugar estaban enterrados más de 150 personas.

Al darse a conocer la existencia de dichas fosas clandestinas (irregulares, dice el gobierno), la reacción oficial fue la negación. A pesar de que hubo mucho material gráfico que mostro cómo los trascabos sacaban cuerpos de un hoyo y luego los apilaban como costales, la administración perredista de Morelos se negó a aceptar el hecho y trató de justificarlo de diferentes maneras. La nota dio la vuelta al mundo y exhibió que en Morelos la siembra de cadáveres no la hacen sólo los delincuentes, también la realizan las autoridades.

El problema de fondo en esta historia no es sólo el hecho que la Fiscalía rompiera los protocolos de ley; lo más grave es que ahora sabemos que dentro de esas fosas hay restos que no están relacionados a una carpeta de investigación y por tanto, no se conoce el origen del cuerpo. ¿Quiénes son los que están enterrados en Tetelcingo?

El proceso de exhumación no ha sido sencillo. Al principio las autoridades estatales rechazaron la participación de cualquier otra institución que no fuera la Fiscalía y luego, por la presión social que se ejerció, tuvieron que aceptar que la federación y la universidad interviniera. El gobierno estatal sabía que las irregularidades en las fosas no estaban sólo en el depósito de los cuerpos, también se presentaban en el origen de los mismos.

En esta trágica historia sobresale la forma como han reaccionado las autoridades a un tema tan doloroso. Hablamos de 150 cuerpos enterrados de forma casi clandestina, sin cumplir los requisitos que marca la ley, omitiendo muchos de los procedimientos que requiere un tema de esta naturaleza y, ahora sabemos, sin tener claridad sobre el origen de los restos. Los cuerpos que NO están relacionados a una carpeta de investigación NO pueden ser rastreados porque NO se tiene referencia sobre su origen ¿De dónde salieron? ¿Qué les pasó? ¿Quién los sepultó ahí?

El gobierno estatal debió reaccionar de manera diferente: en lugar de defender una irregularidad y tratar de tapar un error, el gobernador debió ordenar una inmediata investigación y sanción a los responsables. Graco dejó ir la oportunidad de mostrar una postura firme en el tema y en lugar de ello se convirtió en cómplice de un asunto muy grave que hoy comienza a mostrar signos alarmantes.

Graco pudo ser el héroe de la historia si desde el principio se hubiera puesto del lado de las víctimas, pero por el contrario, asumió una defensa férrea a su equipo, igual que lo hizo Jorge Carrillo Olea en su tiempo. Ahora que comienzan a saltar las inconsistencias y a evidenciarse que hay muchas más faltas que el simple depósito irregular de cuerpos, no hay forma de que el tabasqueño evada su responsabilidad y cargue con la culpa de las fosas que su gobierno creo.

La postura que han asumido las autoridades en el proceso de exhumación de cuerpos hace que nos preguntemos ¿Qué trata de ocultar el gobierno en las fosas de Tetelcingo? De diferentes maneras el ejecutivo estatal está tratando de retrasar la recuperación de los restos, está empeñado en que la excavación se realice lejos de los ojos curiosos de los familiares y de la prensa e insiste en cuidar que la información que de ahí se genera no se filtre antes de haber sido analizada y aprobada por ellos mismos. ¿A qué le tiene miedo Graco?

Hay más de 150 cuerpos que fueron depositados de manera irregular en dos fosas en Tetelcingo Morelos (ahora se habla de una tercera), son 150 personas que no están identificadas y sus cuerpos generan angustia en muchísimas personas que han perdido un familiar y no saben en dónde están. Hablamos de seres humanos, no sólo de estadísticas y números, como lo ve la administración del PRD.

La estrategia que sigue el gobierno en torno a este proceso de exhumación es, como siempre, errada. Alargar la historia, retrasar el proceso, limitar el acceso, bloquear a los familiares y a la prensa, colocar filtros y ocultar información, lo único que genera es suspicacia en el tema. La pregunta se repite insistentemente ¿Qué oculta el gobierno de Graco Ramírez en esas fosas?

Los ojos de muchas personas están puestos hoy en Tetelcingo. La historia se sigue casi al minuto en muchos espacios de comunicación y en las redes sociales están multiplicando las historias que ahí ocurren. A pesar de todos los esfuerzos institucionales no hay manera de que el gobierno estatal contenga la información o saque de la agenda el tema. Las fosas de Tetelcingo están lastimando mucho la imagen del gobierno de Morelos.

El tiempo que tarde la exhumación será en contra de las autoridades, pues en tanto no identifiquen a los cuerpos y se aclaren las dudas que hay sobre ese tema, cualquier hipótesis es válida. ¿Podrían estar ahí los restos de los 43? ¿Habría ahí cuerpos de víctimas de secuestro? ¿Serán las fosas donde se colocan a los enemigos de Graco?

Entendamos algo: un cuerpo sin carpeta de investigación es un cuerpo sin origen claro. ¿Por qué hay restos de personas sin identificar en una fosa que maneja la fiscalía? ¿Quiénes son? ¿Quién ordenó que se pusieran ahí?

El tema es muy delicado. Por mucho menos de esto se han caído varios gobernadores.

·         posdata

Desde hace algún tiempo el congreso se ha vuelto brazo ejecutor del gobernador. Quizá por cortesía política, tal vez por institucionalidad, porque se los ordenan o porque así les conviene, el caso es que los diputados morelenses son hoy una fuerza que responde a los intereses del tabasqueño.

Los acuerdos parlamentarios son duros, lo mismo que la presión que algunos legisladores reciben de sus dirigencias nacionales. Hay algunas figuras que tratan de mantener independencia, pero la suma de factores los llevan siempre a la misma posición: defender a Graco.

El problema no es que el parlamento morelense muestre institucionalidad al jefe del ejecutivo, lo grave es que el gobernador no corrige sus errores, sigue equivocándose y multiplica constantemente sus enemigos. Hoy en medio de la crisis por las fosas de Tetelcingo, dicen, la indicación fue auditar a la UAEM.

¿Amarrarán los diputados su futuro a la suerte del tabasqueño?

Bien lo dice un amigo legislador: ¡Qué difícil es ser diputado con un gobernador tan desgastado como Graco!

·         nota

Antes de marchar por la paz en Morelos el obispo de Cuernavaca justificó su convocatoria a la caminata. Esto es algo de lo dicho por el jefe de la iglesia católica en nuestro estado:

Quizás alguien se puede preguntar por que el obispo está convocando a una caminata por la paz. No soy el único, es todo el presbiterio de la diócesis de Cuernavaca.

¿Y por que? ¿Para que? Tengo 3 años como obispo de esta diócesis y he sido enviado por el Santo Padre para ser Padre, Pastor, Amigo y Hermano. Como pastor en 6 meses recorrí las 113 parroquias de nuestra diócesis y he descubierto que tenemos una diócesis herida; si hubo heridas más profundas antes de que yo llegara y la violencia y la inseguridad eran mayor, no la viví, no la palpe. Hoy la estoy viendo y la estoy palpando, tenemos una diócesis herida, tenemos algunas regiones donde reina el narcotráfico, por desgracia, y eso me preocupa. Tenemos el ministerio de la consolación y de la escucha.

Mucha gente viene a desahogarse con nosotros de esos dolores, de sus tristezas, de sus penas, y no podemos poner un oído sordo a las heridas de la gente.

¿Qué hacer cuando viene una madre y nos dice?: “Hace dos meses secuestraron a mi hijo, vendimos hasta la última olla de la cocina… me lo regresan muerto”

Y les preguntó: ¿hicieron la denuncia? – No ¿Por qué? – ¿Para qué? Dicen

Entonces uno siente y palpa este dolor ¿Y qué puede hacer? Hacemos lo que debemos hacer, invitar al pueblo a la esperanza. No podemos perder la esperanza, ya ha dicho el Papa Francisco en su visita a México: “¡No se resignen!”.

Entonces eso es lo que está haciendo los presbíteros y su servidor en esta diócesis, haciendo un signo con el cual queremos manifestar a todo el mundo que no estamos resignados, que creemos en la fuerza de la comunidad, que creemos que la unión hace la fuerza, que creemos que la oración al padre con fe es escuchado.

·         post it

Ana Lagner, del periódico El Economista, entrevistó al rector Alejandro Vera a propósito de las fosas de Tetelcingo. Esto dijo el jefe de la UAEM:

El contexto de las fosas de Tetelcingo “es desolador”. De acuerdo con las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en los últimos cuatro años, los índices de criminalidad del país ubican al estado de Morelos entre los cinco primeros lugares.

Al retomar cifras oficiales, el rector indicó que el periodo de gobierno de Marco Antonio Adame Castillo (octubre 2006-septiembre 2012) registró 5,745 homicidios, 156 secuestros y 2,086 violaciones.

En tanto, en lo que va del gobierno de Graco Luis Ramírez Garrido Abreu (octubre 2012-abril 2016), se registran 3,307 homicidios, 342 secuestros y 1,515 violaciones.

Vera Jiménez destacó que en materia de homicidios la variación entre los periodos de Adame Castillo y Ramírez Garrido es de -3.6% en el actual gobierno, sin considerar los crímenes que se encuentran ocultos en fosas clandestinas. En materia de secuestros, la variación es de 366.35% más en el actual gobierno, y en materia de violaciones es de 21.6% más en el actual gobierno.

Los semáforos de delictividad ubican a Morelos en el primer lugar, con cinco semáforos con señal roja en delitos de alto impacto. Según el Índice de Paz 2015, elaborado por el Instituto de Economía y Paz, Morelos ocupa el lugar 30 de 32, ya que se encuentra en el segundo lugar de violencia, en el tercero de homicidios y en el sexto de delincuencia.

“Exigimos que se castigue a las autoridades responsables, por acción u omisión, de inhumaciones clandestinas de las víctimas de la violencia, y que nunca más una fiscalía vuelva a hacerlo”, demandó.

El rector responsabilizó al gobierno y a la Fiscalía del Estado de Morelos de cualquier atentado en contra de los familiares de las víctimas, de sus abogados, de sus peritos, de los representantes de sus organizaciones, de los integrantes de la comunidad universitaria y de los especialistas que están trabajando en esta diligencia.

Reprobó las reformas constitucionales aprobadas por los diputados del Congreso de Morelos que cancelaron a conformación del Consejo de Participación Ciudadana, pues calificó esta acción como el cierre rotundo de los derechos adquiridos en materia de participación ciudadana.

·         redes sociales

Tuitero a más no poder, el gobernador de Morelos no pierde oportunidad de opinar de cualquier cosa; lo mismo se aplaude a si mismo, cuenta chistes y construye elogios para su gobierno, que se mete al debate nacional de la marihuana, la amapola o la carrera presidencial de Donald Trump.

A pesar de ello en los últimos días el tabasqueño ha guardado silencio en dos temas: la marcha por la paz convocada por el obispo y las fosas de Tetelcingo. Ni una línea ha escrito Graco al respecto.

En ninguno de los dos temas el perredista ha opinado, pero su silencio también dice muchas cosas.

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