En tanto el candidato del Partido Acción Nacional a la gubernatura, Víctor Manuel Caballero, denunció al gobernador Graco Ramírez Garrido, ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales de la PGR por utilizar a las instituciones, programas y todo tipo de recursos públicos en apoyo de su hijastro Rodrigo Gayosso Cepeda; en el PRI como todo barco que se hunde las ratas son las primeras en abandonar la nave.
La verdad es que hacía falta que alguien alzara la voz, no era posible seguir viendo como, de manera descarada, tanto Graco como la presidenta del DIF Morelos, Elena Cepeda de León, condicionan todos los programas oficiales para ayudar al hijo en la campaña, cuando se trata de dinero de los morelenses.
Caballero hizo hincapié en programas como el de la beca salario, el de apoyo a las empresas de la mujer, la ayuda a las personas mayores vía Sedesol, sólo por citar algunos, aunque en su oportunidad, alguien más tendrá que hacer lo propio a niveles macro.
El aspirante perredista ha abusado hasta el cansancio y se ha burlado de las instituciones electorales, violando toda regla en la materia. Hace más de un año que inició el derroche de dinero, con fines electorales en beneficio de Gayosso, que ojalá lo hubiera ganado con el sudor de su frente, pero no, han sido recursos de nosotros y buena parte de ellos, del presupuesto del Congreso local.
Bueno, que aún sigue haciéndolo con la venia y complicidad de compañeros de su partido, como Julio Espín Navarrete y Hortencia Figueroa Peralta y algunos priistas vendidos que siguen operandole, tanto a él, como al padrastro.
La denuncia en contra de Graco presentada por el candidato panista, le va a redituar mucho electoralmente, a pesar de que en forma inmediata, desde el gobierno del estado y el PRD operaron en diversos medios de comunicación para que no publicaran la información a nivel local, por lo cual sólo en medios nacionales la podremos ver.
Por lo menos con estos posicionamientos, Caballero Solano paró en seco a Gayosso y se afianzó en segunda posición después de Cuauhtémoc Blanco Bravo, de la coalición “juntos haremos historia”.
Y bueno, en el PRI las cosas siguen mal y tienden a empeorar. La salida de Mario Chávez Ortega no es que le signifique una gran pérdida, pues en términos reales el imberbe político no traía gran cosa en términos electorales; lo que sí refleja la traición de Chávez Ortega es el escenario en puerta para el partido que dirigió su abuelo a nivel nacional, Lauro Ortega Martínez, y por el que accedió a la gubernatura de Morelos, es en verdad catastrófico.
La renuncia al PRI por parte de Mario Chávez es una traición que enloda el buen nombre de su abuelo, pues se sustenta en intereses contraídos con Rodrigo Gayosso, a su paso por la Legislatura de la que aún forma parte. Paradójicamente el nieto de don Lauro Ortega Martínez fungió como mera comparsa del gobierno en turno, aún cuando le correspondía ejercer una oposición férrea y digna. No lo hizo y optó por aceptar el dinero mal habido de Rodrigo Gayosso, coronando con creces la instrucción de contribuir al desmantelamiento del tricolor, al anunciar su salida del partido que inmerecidamente le dio espacios que sólo utilizó en beneficio propio.
Mientras Caballero del PAN denunció a Graco ante la PGR, las ratas siguen abandonando al barco PRI
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