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SERPIENTES Y ESCALERAS

 
 

Cuauhtémoc promete meter a la cárcel a Graco, acabar con la corrupción, regresar la paz a Morelos y mejorar el nivel de vida de la gente. ¿Cómo lo logrará?

 

Cuauhtémoc Blanco avanza en su tercera semana de campaña con un planteamiento simple, pero atractivo para muchos: cárcel a Graco. En medio de un ambiente convulso el futbolista se nota más seguro en sus actos de campaña, ya no titubea como antes ni rehúye las cámaras ni a los reporteros; el futbolista sabe que va a la cabeza de las preferencias electorales y esa ventaja le permite andar confiado y simplificar su propuesta de campaña a una sola promesa. Suponiendo que al final de la contienda se confirme lo que hoy dicen las encuestas la pregunta es ¿Cumplirá Cuauhtémoc Blanco con su única promesa de campaña?

La que estamos viviendo en Morelos es una elección peculiar desde distintos ángulos. En principio no es una contienda que llame la atención de la gente, por el contrario, a pesar de que tenemos ocho candidatos en las calles todavía hay muchos ciudadanos que no conocen a quienes quieren ocupar la gubernatura del estado.

También estamos frente a campaña en donde las descalificaciones y el mal humor social superan las propuestas de todos los contendientes. Por supuesto que el estado necesita de un empuje en varios sectores y enfrenta problemas muy serios en aspectos como la seguridad, la economía, el desarrollo, el empleo y los derechos humanos, pero ante el enorme disgusto de los ciudadanos  con el gobierno, el votante escucha más las promesas de revancha que las alternativas para salir adelante.

Por eso Cuauhtémoc Blanco ha sacado ventaja a sus rivales; primero porque lo cobija un partido que tiene hoy una enorme simpatía social y segundo porque es el único personaje que desde hace tiempo se ha atrevido a decir con todas sus letras que encarcelará a Graco Ramírez.

La plataforma de campaña de Blanco Bravo es sumamente escueta, a pesar de que en su equipo hay gente muy avezada en estrategia. La simpleza que plantea Cuauhtémoc no es producto del análisis estratégico de un grupo de asesores, es más bien el resultado de una serie de coyunturas y de la personalidad de un hombre que entiende poco de política, pero tiene muchos huevos (sic) para enfrentar a los políticos.

Pero la propuesta cuauhtemista será a la vuelta del tiempo un enorme desafío si el voto ciudadano le concede el triunfo. Cuauhtémoc Blanco repite en todos lados la misma historia: cárcel a Graco; y promete que actuará de manera diferente, que resolverá los problemas de seguridad, que acabará con la corrupción y mejorará el estatus de vida de todos los ciudadanos. Simples, pero inmensamente difíciles las propuestas del futbolista.

Ganar la elección de gobernador puede ser la parte más fácil en la carrera de poder del novel político. Ir a campaña contra un gobierno tan desgastado como el de Graco Ramírez es muy sencillo, sobre todo si el discurso es explosivo y las promesas abundan. El reto, insisto, es lo que vendrá después del 01 de julio si el voto le favorece. Entonces comenzará la presión hacia el nuevo gobernador y vendrá la exigencia ciudadana de que las promesas se cumplan.

En el 2012 Graco Ramírez realizó una campaña similar a la que hoy hace Cuauhtémoc Blanco, aunque mucho más elaborada. El tabasqueño diseñó un discurso incluyente en el que se dio cabida a todas las voces, cada semana durante seis meses fue sumando figuras de todos los partidos a su proyecto y presentando a ciudadanos respetables en todas las áreas. Aunado a ello el candidato perredista desenvainó la espada política y fustigó al gobernador saliente, lo acusó de encubrir a la delincuencia, de proteger al narcotráfico y de volver a Morelos un narcoestado. Prometió que habría consecuencias.

Graco ganó la campaña sin mayor complicación por dos razones: representaba el cambio y su discurso era atractivo. Cuando tomó protesta como gobernador las cosas comenzaron a dificultarse, porque la gente esperaba que las promesas se hicieran realidad y el nuevo gobierno actuara con la firmeza que había prometido.

El problema es que cumplir es más difícil que prometer y gobernar es un asunto mucho (pero mucho) más complicado que hacer campaña. Fue tan alta la expectativa que generó Graco en campaña que esa misma inercia comenzó a lapidar rápidamente su bono electoral. A la vuelta de unos meses la gente que le aplaudió en campaña le exigía castigo para los corruptos, pero procesar a los funcionarios resulto ser más difícil de lo que el tabasqueño pensaba.

Esa historia tendría que analizarla con mucho cuidado Cuauhtémoc Blanco. Si gana la próxima elección el futbolista recibirá un estado profundamente endeudado, con las finanzas comprometidas a más de 20 años y un boquete financiero de más de 11 mil 500 millones de pesos. Además gobernará contra todas las fuerzas políticas, porque a todas, incluyendo Morena, las ha despreciado y maltratado.

Cuauhtémoc Blanco no tendrá un congreso a modo aunque Morena gane el mayor número de posiciones; tampoco tendrá una relación fácil con los demás partidos porque a todos los ha llamado corruptos y no tiene relación con nadie. La clase política está en su contra por su estilo, por su personalidad y sobre todo porque en los dos años que lleva viviendo en Morelos no se ha interesado por hacer relaciones locales con nadie.

Y sobre la promesa principal del candidato, meter a la cárcel a Graco, todavía hay mucho que esperar, porque para que sus deseos se vuelvan una realidad primero tienen que suceder muchas cosas: juntar las pruebas, armar los expedientes, presentar las denuncias y sortear el complicadísimo laberinto jurídico que siempre protege a los delincuentes de cuello blanco. El fiscal estatal y el fiscal anti corrupción de Morelos son gentes puestas por Graco Ramírez y el poder judicial responde también a los intereses de Graco Ramírez. ¿Cómo hará Cuauhtémoc Blanco para encarcelar a Graco Ramírez y a sus funcionarios?

Socialmente el asunto también es muy complicado, porque a la gente no le interesará un discurso de auto justificación en donde el futbolista diga que no los mete a la cárcel porque los jueces no lo dejan; la gente escucha hoy que habrá sangre y va a querer sangre; si Cuauhtémoc Blanco gana la elección y como gobernador no encarcela a Graco Ramírez, muchos de sus simpatizantes se volverán en su contra y su gobierno comenzará muy rápido a enfrentar la presión ciudadana.

Frente a un escenario que les pinta favorable, los estrategas de campaña de esa casa política deben comenzar a vislumbrar los escenarios que vienen en el futuro inmediato. La elección aún no está definida, todavía hay muchas cosas que pueden suceder y cambiar lo que hoy se ve, pero concediendo que las tendencias no cambien y lo que dicen las encuestas se concrete, un buen equipo debe comenzar a trabajar en lo que sigue.

Las expectativas de muchos sobre Cuauhtémoc Blanco son muy altas. Muy altas serán también las exigencias a su gobierno.

  • posdata

Me lo dice alguien que conoce de procesos electorales, que ha ganado elecciones en Morelos y que entiende lo que representa el voto en cada municipio: “Si la coalición no resuelve pronto su problema en Cuernavaca y se le cae la votación en la capital, el impacto electoral en la bolsa estatal puede ser de entre 7 y 9 puntos. Si Cuauhtémoc llega al día de la elección con sólo un dígito de ventaja, el llamado al voto útil y la estructura de otros partidos puede complicarle el triunfo”.

¿Será?

  • nota

La secretaria de desarrollo social de Cuernavaca reconoció en una entrevista que acude a actos de campaña de Cuauhtémoc Blanco en horario de trabajo, aunque dice que pide permiso “sin goce de sueldo”. Igual que Margarita Sarabia están otros personajes del ayuntamiento capitalino, como Moctezuma Serrato, director del deporte, Oscar Santos, director de fomento agropecuario, Karla Olguín, directora de educación, Hugo Juárez, director de cultura, Yadira Silva, directora jurídica del Instituto de la Mujer, Antonio Lastrade, director del Museo de la Ciudad y Cristian Olivares, de la dirección de eventos.

Todos ellos cometen un delito a pesar de que, como lo afirma Margarita, pidan permiso sin goce de sueldo. Habría que preguntar a través del portal de Transparencia si en verdad existe ese permiso y observar que cuando estos personajes acuden a campaña lo hacen en vehículos oficiales y con material de trabajo del ayuntamiento de Cuernavaca.

El tema es jurídicamente delicado. Esta es la explicación jurídica para que la secretaria sepa de lo que estamos hablando:

PARTICIPACIÓN DE SERVIDORES PÚBLICOS EN ACTOS DE CAMPAÑA EN HORARIO LABORAL (CRITERIOS DEL TRIBUNAL ELECTORAL DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN)

Por cuanto hace a la participación de ciudadanos que ostentan un cargo público en eventos de índole partidista o electoral, la interpretación en sede jurisdiccional ha pasado por diversos estadios, de tal suerte que en la actualidad se cuenta con criterios que permiten un ejercicio más amplio de las libertades de expresión, reunión y asociación de los ciudadanos que ostentan un cargo público, siempre y cuando este ejercicio no incida en las actividades inherentes a dicho cargo.

La Sala Superior determinó que era contrario al principio de imparcialidad la asistencia de servidores públicos a actos de campaña, ya que el cargo que ostentan existe durante todo el periodo de su ejercicio, con independencia de que el día sea hábil o no, y por ello, esa investidura era susceptible de afectar al electorado que participa en actos en donde intervinieran funcionarios públicos.

La Sala Superior determinó que el uso indebido de recursos públicos también implica que los servidores públicos pudiesen incidir de manera indebida en la contienda electoral o en la voluntad de la ciudadanía, a efecto de favorecer a un determinado candidato o partido político dentro del proceso electoral a partir de su presencia en actos proselitistas en días y horas hábiles.

Por ello, estableció que la solicitud de licencias sin goce de sueldo, permisos u otros equivalentes, para realizar actividades de naturaleza privada, eran insuficientes para generar una excepción a la regla general de que los funcionarios públicos no deben asistir en días hábiles a actos de proselitismo político-electoral, puesto que la determinación de cuáles días son hábiles e inhábiles, se encuentra prevista ordinariamente en la legislación y la reglamentación correspondiente, y no depende de la voluntad de los propios funcionarios, pues ello sería contrario al principio de certeza y seguridad jurídica, así como a la expectativa pública de imparcialidad de tales funcionarios durante el ejercicio de sus funciones.

LEY GENERAL EN MATERIA DE DELITOS ELECTORALES

Artículo 3. Para los efectos de esta Ley se entenderá por:

 I. …

V. Servidor Público: La persona que desempeñe un empleo, cargo o comisión de cualquier naturaleza en la Administración Pública Federal o local centralizada, organismos descentralizados federales o locales, empresas de participación estatal mayoritaria federales o locales, organizaciones y sociedades asimiladas a éstas, fideicomisos públicos federales o locales, en las legislaturas federal o locales, en los poderes judiciales federal o locales, o que manejen recursos económicos federales o locales, así como en los organismos a los que la Constitución o las constituciones de las entidades federativas otorguen autonomía. Párrafo reformado DOF 19-01-2018

También se entenderá como servidores públicos a los funcionarios o empleados de la administración pública municipal y delegacional;

Artículo 11. Se impondrán de doscientos a cuatrocientos días multa y prisión de dos a nueve años, al servidor público que:

I. …

IV. Proporcione apoyo o preste algún servicio a un precandidato, partido político, coalición, agrupación política o candidato, sea que lo haga por sí mismo o a través de sus subordinados, en sus horarios de labores;”

Es evidente que a estos funcionarios municipales la ley no les importa. La pregunta es ¿A la alcaldesa sí le importará?.

  • post it

Nieto de gobernador, el mejor que ha tenido Morelos, según algunos, Mario Chávez Ortega renunció a su militancia priísta. Su abuelo presidió el partido a nivel nacional, colocó a Morelos en los ojos del país cuando inició el programa de solidaridad y pasó a la historia por impulsar la economía familiar y el desarrollo del estado, pero sobre todo por ser un gobernante con calidad humana e implacable con la corrupción.

A Don Lauro lo recuerdan con reconocimiento y cariño, le siguen tomando como referencia y ejemplo, y aunque era una manera muy distinta de hacer gobernar y política, muchos quieren emular su estilo. Por muchas razones el apellido Ortega es reconocido en la vida pública morelense.

De Mario como amigo guardo una buena opinión. Del diputado que quiso ser político no tengo nada favorable que decir.

  • redes sociales

Francisco Moreno Merino tomó la coordinación parlamentaria del PRI en el último trimestre de la legislatura. Para un partido desprestigiado, con un candidato a la gubernatura mediocre y corrupto y un dirigente estatal borracho y pendenciero, lo único que les faltaba es un coordinador parlamentario ladrón, traidor y misógino.

¡Chulada de partido!

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