Omisión y silencio por las fosas clandestinas de Graco
Cuándo se pensó que jamás en México podría ocurrir un hecho similar a los lamentables y criminales sucesos de los 43 desaparecidos de la normal rural, Isidro Burgos, surge en Morelos, otro Ayotzinapa, con las fosas clandestinas de Graco Ramírez en el poblado de Tetelcingo, en el municipio de Cuautla, Morelos.
CUAUTÉMOC CÁRDENAS.- Uno de los hombres más importantes de la izquierda en el país y fundador del Partido de la Revolución Democrática, Cuauhtémoc Cárdenas, estuvo de visita en Morelos. Primero visitó la UAEM y después, respaldó al rector, Alejandro Vera, quien por haberse atrevido a desafiar al gobierno de Graco Ramírez, desde el momento en el que decidió apoyar a las familias de desaparecidos y de las víctimas quienes han sufrido y vivido el infierno mismo en su afán de buscar hasta el último aliento a sus hijos, esposos, hermanos y padres que siguen desaparecidos.
La visita de Cárdenas trae varias lecturas. Llega justo en el momento en que pretenden frenarlo a como dé lugar. Y la mejor forma en este gobierno de la nueva visión, es el desprestigio, el linchamiento, los señalamientos y acusaciones a diestra y siniestra con todo el aparato gubernamental y la maquinaria informativa que tienen a su alcance. Por ello, la presencia del tres veces ex candidato presidencial de las izquierdas, evidencia que además de la comunidad universitaria, hay varios personajes que tienen empatía con las acciones que se realizan desde la máxima casa de estudios ante una opacidad y trabajo de a muertito, en el que han caído diputados locales, diputados federales, senadores, y hasta los presidentes de los partidos políticos quienes se hacen chiquitos en estos temas tan delicados y peligrosos porque se destacó la cloaca y las repercusiones legales y jurídicas cada vez son más por las fosas de Graco.
Insisto, el tema quizá en Morelos se pretenda esconder, minimizar, ocultar pero los medios nacionales y sobre todo los internacionales ya lo agarraron. Los directamente involucrados en este gravísimo problema son tres que ha sido señalados con nombres y apellidos por las autoridades universitarias: Graco Ramírez, Jorge Messeguer Guillén –era secretario de gobierno- y Rodrigo Dorantes Salgado, ex Procurador de Morelos… Ellos tendrán que responder por todos los cuerpos que han sido hallados sin ninguna carpeta de investigación –la misma historia del Moles durante el gobierno de Jorge Carrillo Olea- y que no saben por qué fueron a parar a ese lugar, quién los mató y en su defecto los que así lo determinaron. Lo peor, es que esta fosa era administrada por la Fiscalía del Gobierno de Morelos.
APATÍA Y DESINTERÉS.- Para sentir y conocer el calvario y el infierno de las fosas de Tetelcingo, hay que ponerse en el lado de las familias que tienen familiares de desaparecidos y que hasta la fecha no saben si están muertos o siguen vivos. Y por ello, los únicos que le han agradecido a los que demandan que aparezca la verdad y castigue a los responsables, son precisamente las personas que han sido víctimas de la delincuencia y que siguen contra todo, buscándolos, con el objetivo y la idea de encontrarlos con vida.
Mientras tanto, legisladores locales y federales, así como los alcaldes guardan silencio. Evitan tocar el tema. Nadie quiere hablar porque se puede embarrar y puede provocar molestia con los directamente involucrados y que despachan desde palacio de gobierno. Mejor, hacen que trabajan, siguen haciendo campaña, haciendo ferias de la salud –aunque no les toque más que legislar- y continúan entregando regalos baratos para alcanzar la confianza de la gente que los mira con recelo, que los recrimina por ser falsos y por sólo seguirse enriqueciendo a costa del pueblo y lo peor, tratando de erigirse en los amos de la justicia y la verdad. Un ejemplo de ello, es la legisladora Lucía Meza Guzmán, quien siendo representante del Distrito de Cuautla, jamás ha emitido opinión alguna respecto al tema de las fosas de Tetelcingo. Peor aún, nunca se ha entrevistado con las familias de las víctimas de desaparecidos –de la región oriente- que son muchas para escucharlas, atenderlas y respaldarlas. Es más fácil nadar de a muertito y mostrar apatía y desinterés que poner en riesgo su candidatura al senado y se enfrenta con su jefe inmediato.
GRUPOS DE CHOQUE EN EL PRI.- De los partidos que han estado en posibilidades de ganar los principales espacios de representación popular en pasados procesos electorales, entre ellos la gubernatura, ese ha sido el Revolucionario Institucional. Sin embargo, los golpeteos, la división y confrontación entre los grupos de priistas que han tenido secuestrado desde hace dos décadas a este instituto, ha sido el motivo por el cual no han pasado de ser incluso hasta un partido morralla.
Muchos de los que siempre se ponen en la lista para competir por la gubernatura no tienen posibilidades de ganar, ninguna, empero eso les da el plus de que si no quedan, puedan negociar por otras posiciones menores, con recursos millonarios para seguir operando y vivir sin prácticamente hacer nada sexenio tras sexenio.
Un ejemplo de ello, fue la toma de las instalaciones del CDE del PRI, por un grupo que no superó los 150 priistas encabezados por Irving Morales, hombre de todas las confianzas de Amado Orihuela Trejo y quien se acreditó como integrante de la Comisión de Justicia Partidaria, sin importar que no trabaje en este partido. Lo cierto, es que él junto con Carlos Viazcan, cobran y bien en la Coordinación del PRI en el Congreso del Estado. Lo malo, es que nunca van, no hacen ninguna actividad dentro del legislativo, aunque eso sí, su depósito les llega puntual a su tarjeta de nómina. Esta situación la capitaliza bien Amado Orihuela, quien dice que ya está listo para volver a competir por la gubernatura de Morelos para el 2018 y por ello, anda desatado haciendo campaña, aprovechando la escasez de figuras dentro del PRI.
Los grupos de priistas, no son más que grupos de choques listos para el enfrentamiento en casi de ser necesario, con tal de alcanzar sus objetivos y seguir manteniendo el control de las finanzas del PRI y de las candidaturas a cargos de elección popular. La historia de cada seis años.
Por tanto, la presión que han ejercido para presionar al cambio de la dirigencia no se dará por una sencilla razón, estamos a días de las elecciones en 12 gubernaturas del país y donde el PRI está con todo, ante el temor de perder varias. Por ello, cabe la pregunta: ¿alguien en su sano juicio, conocer del ambiente electoral, toma acciones para presionar en un momento en donde no interesa un partido pequeño y con problemas constantes y permanente como en Morelos?
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