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SERPIENTES Y ESCALERAS

 
 

Cuauh no teme a los sinvergüenzas, ni mucho menos le saca a debatir. Su ausencia del debate es estratégica, pensada, tomando en cuenta que está en primer lugar de intención de voto, no porque tenga miedo. Al fin y al cabo para qué debatir, pensará el futbolista, si de todos modos la gente va a votar por él.

 

Al candidato Cuauhtémoc Blanco no le da miedo debatir, pero tampoco está dispuesto a caer en las trampas de los sinvergüenzas; no es miedo, dice, es precaución ante un engaño que, se entiende, es planeado por la cámara empresarial de Morelos, los organizadores y los asistentes. El futbolista conoce su ventaja en las encuestas y confía que el odio a Graco Ramírez será suficiente para hacerlo ganar las próximas elecciones. Para qué debatir si de todas maneras la gente votará por él, opinan sus estrategas.

Según una encuesta presentada esta semana por Consulta Mitofsky sobre la intención de voto para gobernador de Morelos, el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Cuauhtémoc Blanco Bravo encabeza las preferencias con el 32.6 por ciento, quince puntos arriba del segundo lugar que ocupa el panista Víctor Caballero Solano. La ventaja, advierten los estrategas de la casa de campaña del futbolista, es suficiente para que su candidato gane, no importa lo que suceda en las próximas seis semanas. “Puede darse el lujo de lo que sea”.

Puede ser. Es posible que la ola nacional de Morena empuje a un candidato que por si mismo tiene carisma, fama y representa la opción más clara de los ciudadanos para tomar venganza contra Graco Ramírez, porque fue el primero en tomar esa bandera y porque es el único que la ha mantenido sin titubeos. Esa es la principal y única bandera política del futbolista.

Bajo esa perspectiva la estrategia de campaña de Blanco Bravo es simple: no exponerlo, mantener el mismo discurso contra el gobernador y apostar porque el enfado ciudadano haga lo que en otros casos hacen las estructuras de los partidos.

Cuauhtémoc Blanco no es el candidato de Morena ni le interesa estar cerca de ese partido, repite una y otra vez que él se debe a Encuentro Social y que está ayudando a los candidatos de Morena a ganar la elección. Esa postura es un serio error de cálculo que podría, si los simpatizantes de Morena entienden el mensaje, provocar un voto diferenciado en el estado.

Quince puntos de ventaja son muchos a seis semanas de la elección, pero no son tampoco un reto imposible de superar. La crisis en Cuernavaca puede tener efectos directos en la carrera por la gubernatura, porque hablamos del municipio que más votos aporta a la bolsa estatal; algunos especialistas consideran que si el problema de la candidatura capitalina se prolonga, el impacto sería de alrededor de 8 puntos en la elección estatal. Pensemos que sólo son 5; entonces la ventaja del futbolista sería de tan sólo 10 puntos.

Los debates también son un elemento que impacta en una elección, de ahí que a pesar de la ventaja que les lleva a sus contrincantes Andrés Manuel López Obrador ha acudido a los dos que se han organizado hasta ahora. La ausencia a un debate provoca distintas reacciones y todas son en contra de quien non acude (ya lo vimos con AMLO en la elección pasada); la postura de Cuauhtémoc le puede costar algunos puntos en su cómoda ventaja. ¿Tres les parece correcto?

Vienen las semanas más duras de la campaña, cuando la guerra sucia arreciará y los ataques de todos los candidatos se concentrarán en el puntero. Cuauhtémoc Blanco se está tratando de equiparar con López Obrador, pero ni en historia, ni en imagen ni en estrategia son lo mismo. La mayoría de la gente está convencida de que el cambio en el país va de la mano del tabasqueño, pero localmente no es tan fuerte la convicción de que el mejor futuro para Morelos lo ofrece el futbolista. ¿Cuántos puntos puede costar al divo de Tepito la guerra sucia? ¿Dos, tres, cuatro?

La distancia que ha marcado el candidato del PES con la estructura de Morena es evidente y eso se siente entre varios candidatos. La institucionalidad de quienes conducen al partido de la esperanza les obliga a guardar silencio y aceptar los malos modos de su candidato, pero en corto manifiestan su enfado y expresan que la meta es que gane Andrés Manuel López Obrador “Lo otro puede ser consecuencia”.

El tono del discurso de Cuauhtémoc Blanco es alto, muy alto; ya pasó del simple “cárcel a Graco” a las amenazas personales contra la familia gubernamental y varios funcionarios del gobierno actual. Pero a la par de ello el deportista ha lanzado dardos envenenados contra el candidato del PAN, a quien también lo tacha de corrupto y lo acusa de ser cómplice del gobierno. Al del PRI no lo pela (nadie lo pela), pero al partido tricolor lo relaciona con todos los males de México.

Con esa apuesta en la mesa es evidente que la elección ha pasado de ser una contienda electoral a una lucha personal. Uno ya se siente gobernador y amenaza a todos con tomar represalias; los otros saben que se van a jugar la libertad y por ello plantean un operativo para el día de la elección que supera con mucho la lógica democrática. El plan incluye dinero e involucra a policías e instituciones.

La que viene no será una elección sencilla para nadie a pesar de lo que dicen las encuestas. En las semanas que nos separan del día de la votación van a suceder muchas y todas influirán de una manera u otra en el votante.

Es evidente que a Cuauhtémoc Blanco no le da miedo ir a un debate. Pero ¿Está preparado para enfrentar una elección de estado?

  • posdata

A seis semanas de la elección y con un panorama electoral aún sin definir, la capital de Morelos se vuelve un espacio clave para ganar la gubernatura. Por su densidad poblacional, participación ciudadana e influencia en la zona metropolitana, Cuernavaca representa un punto clave para sumar votos a la bolsa estatal.

Si la coalición prolonga su conflicto en este municipio, el impacto de no tener candidato puede poner en riesgo la gubernatura; el PAN, por ejemplo, avanza de manera sólida en Cuernavaca y su candidato está aprovechando el vacío que dejó la coalición. Esa circunstancia puede implicar un por número importante que, según algunos expertos, puede representar entre 6 y ocho puntos.

Los Cuauhtémistas están confiados en la ola de Morena y en la popularidad de su candidato, pero ir a la elección sin candidato en la capital puede significar un durísimo golpe que, además, resaltaría la importancia del voto útil.

La arrogancia es la peor consejera de un político.

  • nota

Atendiendo al llamado de su máximo líder, algunos representantes de Morena comienzan a pedir el voto en cascada para todos los candidatos de la coalición Juntos Haremos Historia en Morelos. La apuesta de esa alianza es amplia, quieren ganar todo para controlarlo todo.

En Morelos hay una enorme simpatía hacia Andrés Manuel López Obrador, no queda duda que el tabasqueño ganará la elección presidencial en Morelos y ello podría significar que muchos de sus candidatos serán arrastrados por la ola de Morena.

Pero independientemente de que el efecto cascada ocurra en un estado donde la gente sabe votar diferenciado desde hace varios años, la reflexión es básica ¿Vale la pena votar por todos esos candidatos sólo por la marca que los representa?

La propuesta de Morena es muy buena en varios lados, hay mujeres y hombres valiosos que sin duda alguna pueden dar un giro a la manera de hacer política en la entidad y en el país, pero también hay otros que representan la cara opuesta de la moneda, que significarían la continuidad de lo mismo (con playera diferente), que no tienen ni preparación ni capacidad o que en el peor de los casos personifican los intereses de la delincuencia organizada. Pregúntenle a Tania Valentina.

El voto del 01 de julio debe ser reflexivo, tomando en cuenta a la persona y su historia de vida, su congruencia, su capacidad y sus valores, pero también qué hay detrás de ellos y los intereses de quienes los manejan.

Votar en cascada no es democrático, es estúpido.

  • post it

Mario Chávez proviene de una familia de políticos respetables, gente decente que merece reconocimiento y aprecio de quienes los conocemos.

Hasta ayer por la mañana la carrera política de Mario Chávez Ortega era de claroscuros, poco digna de contar y en nada comparable con la de su abuelo, el ex gobernador Lauro Ortega Martínez. Después del medio día la historia es otra.

¿Qué le diría hoy Don Lauro a su nieto?

  • redes sociales

El debate entre candidatos a gobernador de Morelos logró mucha más audiencia de la que muchos esperábamos; la transmisión se colocó en el primer lugar en el Trending topic por su audiencia e impacto en las redes sociales.

El ejercicio fue interesante, aunque al principio comenzó aburrido y en general fue acartonado; el debate logró mostrar algo más que las sonrisas y los mensajes demagógicos de quienes aspiran a gobernar el estado.

Los conductores se la pasaron resaltando la ausencia del candidato Cuauhtémoc Blanco, mientras que las riendas del debate las llevaron Víctor Caballero y Rodrigo Gayosso; las ocurrencias corrieron a cargo de Fidel Demédicis y la sorpresa fue Mario Rojas.

Es evidente que este debate no define la elección, pero sin duda influirá en la percepción que muchos tienen de los contendientes. La ausencia de Cuauhtémoc Blanco fue un error estratégico, pues le representó un duro golpeteo en redes sociales y una exposición negativa que no sólo restará algunos puntos a la ventaja que lleva, también se los sumará a favor de algún otro candidato.

El equipo del futbolista está confiado y esa confianza se transmite al candidato. Si las cuentas les salen y el voto de odio se concreta, no hay duda que Cuauhtémoc Blanco ganará la próxima elección. Pero si algo cambia, si la gente razona su voto y el sufragio del 01 de julio no es en cascada, puede haber sorpresas.

Más allá de estrategias electorales Cuauhtémoc Blanco debió acudir al debate para demostrar que está listo para gobernar Morelos. Los estrategas de campaña del futbolista nunca pensaron que la transmisión tuviera tanta audiencia, ni que su mensaje de justificación fuese tan criticado.

Viene otro debate, el del Impepac; ahí Cuau ya dijo que sí asistirá y que pondrá en su lugar a los sinvergüenzas que tanto han lastimado a Morelos.

Como dijo el ciego: veremos.

  • es viernes

Tacos o tortas, pozole o carne, vino o mezcal.. ¡Lo que sea!

Hoy toca.

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