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EN TERCERA PERSONA

La Unión Tepito alienta el fuego en Quintana Roo

 
 

Según el último reporte de Lantia Consultores sobre violencia asociada con el crimen organizado, hay un municipio del país en el que las ejecuciones aumentaron 97% en un solo mes: Benito Juárez, Quintana Roo.

Durante el mes de abril de 2018, según Lantia, en aquel municipio, cuya cabecera es la ciudad de Cancún, hubo 61 ejecuciones, 30 más que en el mes anterior.

A finales de enero pasado el gobierno federal capturó en la Ciudad de México a Leticia Rodríguez Lara, conocida como Doña Lety. Era la narcotraficante más violenta del Caribe mexicano.

Doña Lety había sido agente de la policía judicial federal. Estuvo destacada en el norte del país. A principios de los años 2000 reapareció en Cancún, traficando pequeñas cantidades de cocaína.

Unos años más tarde se había convertido en representante del Cártel de Sinaloa en Quintana Roo. Dicha organización le envió células de sicarios, a fin de que Doña Lety enfrentara a Los Zetas y al Cártel del Golfo.

Desde 2013 las ejecuciones en la región comenzaron a crecer. Comenzaron a aparecer, también, narcomantas que señalaban a Doña Lety como “la dueña de Cancún”. En 2017 ocurrieron 326 asesinatos de este tipo. Era el número más alto en la historia del municipio.

Había una explicación: Doña Lety y el Cártel de Sinaloa estaban librando una guerra contra un grupo conocido como Los Pelones (que habían sido un brazo armado de los hermanos Beltrán Leyva y que, a la caída de éstos, se quedaron en Quintana Roo para operar por su cuenta), pero sobre todo, estaban librando una guerra contra el Cártel Jalisco Nueva Generación, CJNG, cuya objetivo era adueñarse de la península.

Reportes de inteligencia militar habían registrado desde el año 2015 la presencia del CJNG en el estado que gobernaba el priísta Roberto Borge. Doña Lety, sin embargo, tenía dentro de su nómina a funcionarios de alto nivel de la procuraduría local, así como a elementos de cuerpos policiacos de los tres niveles de gobierno. De ese modo logró mantener el control de la región.

En julio de 2017, Joshua Loyo Peña, El Lobo, un narcotraficante de origen colombiano enviado por el CJNG a enfrentar a Doña Lety, quedó en poder de las autoridades.

La pugna entre ambas organizaciones siguió, sin embargo, a lo largo de ese año.

Doña Lety fue aprehendida en la Ciudad de México por la Policía Federal a finales de enero de 2018. Con ella fue detenido su jefe de sicarios y operador principal.

Aunque Los Pelones y el grupo conocido como Los Talibanes (derivación del Cártel del Golfo) siguieron disputando el narcomenudeo, el gobierno federal detectó que el Cártel Jalisco se estaba moviendo en Cozumel, Bacalar, Isla Mujeres, Solidaridad y Tulum.

El objetivo, según la declaración de sicarios detenidos, era justamente el control de la zona en que Doña Lety se movía: la Riviera Maya.

La caída de la mujer que manejaba el tráfico de drogas, el narcomenudeo, el cobro de piso y la extorsión desató la ola brutal de ejecuciones que según el conteo reciente de Lantia colocaron a Benito Juárez entre los cinco municipios más violentos del país, al lado de Tijuana, Acapulco, Culiacán y Ciudad Juárez.
Tal estallido de violencia captó la atención de la Secretaría de Gobernación, que ha advertido que hoy existen vasos comunicantes entre la Unión Tepito y la ciudad de Cancún.

De acuerdo con funcionarios de primer nivel de esa dependencia, se ha detectado que células de la Unión, probablemente aliadas con el Cártel Jalisco, se disponen a ocupar el vacío dejado por Doña Lety, la ex judicial federal que reinó en Cancún durante más de diez años.

La Unión Tepito ha demostrado una saña y una violencia nunca antes vistas en la historia de la Ciudad de México.

El dato llama la atención pues en los últimos meses la presencia en la capital del país del CJNG se ha vuelto inobjetable: hace unos días, para no ir más lejos, se descubrió que el grupo encabezado por Nemesio Oseguera, El Mencho, usaba una casa de la delegación Tláhuac como bodega para almacenar narcóticos.
La policía localizó ahí 270 kilos de cocaína. En la delegación Tláhuac, como se sabe, termina el corredor de drogas que atraviesa Morelos y Guerrero, y termina en Acapulco: todos los puntos en que se ha detectado al omnipresente cártel de El Mencho.  

@hdemauleon 
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Ámbito: 
Nacional