:Que el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, accedió a reunirse con los diputados de la Comisión Especial de Seguimiento a la Construcción del Nuevo Aeropuerto, encabezada por el perredista Rafael Hernández Soriano, al que le hizo llegar una invitación para desayunar la próxima semana.
Para ponerle fecha al encuentro debieron pasar seis meses, así como una manifestación frente a las oficinas alternas del secretario, en Bosques de las Lomas, donde pobladores de las comunidades aledañas a la nueva terminal, dirigidos por el legislador, vaciaron costales de “lodo tóxico” que, según ellos, se ha extraído del polígono para tirarlo en las inmediaciones.
:Que a propósito, en la coalición Por México al Frente ya no saben qué hacer ni cómo explicar la conducta del diputado Rafael Hernández Soriano, pues dicen que al quedarse fuera del reparto de huesos, monta protestas como la de Bosques de las Lomas contra el nuevo aeropuerto, proyecto que en cambio cuenta con la bendición del candidato presidencial Ricardo Anaya y la aspirante a jefa de Gobierno Alejandra Barrales.
Además de reclamar información que ya hizo pública el Grupo Aeroportuario, el perredista respalda sus acusaciones de daños ambientales con un documento del IPN que, sin embargo, establece que la obra no genera impacto negativo y el material extraído puede ser aprovechado para relleno o renivelación.
:Que la fiebre del pambol, con la cercanía de Rusia 2018, pega parejo.
Ayer, al abanderar al equipo tricolor, el presidente Enrique Peña Nieto destacó que como pocas veces su familia asistió a un acto oficial y de hecho su esposa, Angélica Rivera, le pidió ser oradora para desear suerte a los jugadores, mientras que su hijo Alejandro formó parte del presídium en la explanada Francisco I. Madero de Los Pinos.
:Que hablando de Presidencia, Francisco Guzmán Ortiz, jefe de la Oficina, se distrajo un momento e incurrió en una omisión que no cayó nada bien a uno de los asistentes a la primera sesión ordinaria del Consejo Nacional de la Agenda 2030.
Resulta que debía dar la palabra al presidente de la Conago, Manuel Velasco, pero anunció que no sería posible porque no había llegado, cuando el gobernador de Chiapas se encontraba justo sentado a su derecha.
“No lo vi llegar”, se disculpó el funcionario.