:Que en la reunión con Andrés Manuel López Obrador, los miembros del Consejo Mexicano de Negocios le plantearon 15 preguntas, aunque el formato era de una charla, y le reprocharon el mote de “mafia del poder”, a lo que el candidato contestó: “a mí tampoco me gusta que me digan Hugo Chávez o Nicolás Maduro”. No pasó a mayores.
A pesar de que el menú tenía cuatro variantes, el líder de Morena no probó alimento, pues dijo que ya había desayunado. Eso sí, planteó con todas sus letras que limaron asperezas, si bien el líder del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón, aclaró que no se trató de una cita para ponerle palomita.
:Que el equipo de Ricardo Anaya salió tan optimista de la reunión del candidato con la comunidad de la Universidad Iberoamericana que cree que será el detonante de su campaña, después de que un amplio sector de estudiantes lo aclamó al grito de “¡Presidente!”, si bien algunos más lanzaron porras a Andrés Manuel López Obrador.
La satisfacción no es menor si se considera el episodio de hace seis años, con el grupo #YoSoy132 y el entonces candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, además de que hasta ahora es el único de los cuatro presidenciables que ha acudido y librado esa aduana.
:Que por fin el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación definirá hoy el futuro de dos de las candidaturas más polémicas del proceso: la de Miguel Ángel Mancera, de Por México al Frente, y la de Napoleón Gómez Urrutia, por Morena, ambas plurinominales.
La postulación del ex jefe de Gobierno, que todo apunta a que será validada, fue la que más trabajo generó porque la consejera panista Mirelle Montes Agredano, quien la impugnó, estuvo al pie del cañón para dar seguimiento al caso, al igual que aliados de Mancera, como Dante Delgado, Santiago Creel y Damián Zepeda.
:Que en algunas áreas del sector salud hay quejas contra Juan Pablo Uribe González, subdirector administrativo del Hospital Regional Ignacio Zaragoza del Issste, en Ciudad de México, por dos temas, nepotismo y corrupción, y la duda es si ya lo saben los directores del instituto, Florentino Castro López, y del propio centro de atención médica, Moisés Calderón Abbo.
Las denuncias de los inconformes tienen que ver con la exigencia de mordidas a proveedores de bienes y servicios y la inclusión en la nómina del hospital de tres hermanos, una tía y un cuñado del funcionario señalado.