En este pueblo ya no caben los dos
Ricardo Anaya y José Antonio Meade se enfrentarán hoy en el tercer debate presidencial, como en las viejas películas del cine western: “En este pueblo ya no cabemos los dos”, es la consigna con la que los dos candidatos presidenciales llegan esta noche a Mérida a buscar el último boleto que les permita, desde el segundo lugar, tener alguna posibilidad de competir en la elección del 1 de julio en contra del puntero, Andrés Manuel López Obrador.
Ambos abanderados saben que sólo uno de los dos puede salir vivo y con posibilidades del Gran Museo del Mundo Maya, en la ciudad blanca; porque si llega a darse el caso que los dos salgan con vida, entonces podría significar que, en la recta final de las campañas, terminarán por anularse uno al otro, dejando el paso libre al candidato de Morena, que sin un rival claro en la segunda posición tendrá totalmente despejado y sin nadie que le haga sombra en su camino a Los Pinos.
Tal vez por eso anoche, desde la Ciudad de México, se movían demasiadas fuerzas, abiertas y ocultas, que buscaban inclinar la balanza hacia uno y otro candidato: los que buscaban fortalecer a Anaya como la opción del “voto útil” para intentar enfrentarlo a López Obrador, y los que creían que, tras el desgaste del panista y los recientes escándalos en videos en donde le reiteran sus operaciones financieras dudosas con la familia Barreiro, no hay otra opción para tratar de darle la pelea al tabasqueño que el “ciudadano” candidato priísta, José Antonio Meade.
Desde la tarde de ayer corrían versiones de que “un grupo de empresarios”, que asociaban con organismos cúpula de ese sector, van a pronunciarse a favor de José Antonio Meade, en un intento “por definir” previo a este debate al “segundo lugar” en la contienda por el que apostarían en el último intento por evitar que Andrés Manuel se vaya solo en la votación del 1 de julio. Según voceros y estrategas de la campaña priísta, algunos de esos empresarios que ahora le darán su respaldo a Meade, antes apoyaron a Anaya, pero ante la incapacidad del candidato del Frente para crecer en las encuestas y acercarse al abanderado de Morena, buscarían hacer una nueva apuesta por el ex secretario de Hacienda para ver si puede jalar, en los 15 días que restan de campañas, parte del voto panista inconforme y al llamado “voto útil” o indeciso.
En esa misma lógica fue que ayer el panista en rebeldía, Ernesto Cordero, presidente del Senado, acudió ante la PGR a presentar, supuestamente, una “denuncia” en contra de Ricardo Anaya por “lavado de dinero”. Aunque al final la maniobra de Cordero, quien ha declarado abiertamente su apoyo al candidato del PRI, resultó casi una vacilada, pues lo único que hizo fue llegar a la sede de la procuraduría para pedir “que se revise el video donde hay evidencia contra los Barreiro”. El senador dijo en su escrito entregado ante el Ministerio Público que “ese video es contundente y que hay dos notas periodísticas sobre lavado de dinero”.
Veremos hoy si esas “fuerzas” que se mueven sirven de algo para ayudar a definir el duelo a muerte por el codiciado segundo lugar en la contienda. Pero al final, como en los westerns, solo estarán ellos dos, Anaya y Meade, Meade y Anaya, caminando de espaldas para ver quién de los dos dispara más rápido y es más certero en sus disparos. Sólo uno tiene posibilidades de llegar vivo al 1 de julio. ¿Cuál de los dos será o de plano se eliminan uno al otro?
NOTAS INDISCRETAS… Quienes han visto a Miguel Angel Mancera después de que los magistrados del Tribunal Electoral federal declararán legal su candidatura al Senado, afirman que el ex jefe de Gobierno ya está en la lógica de buscar ser uno de los protagonistas del futuro escenario nacional que se verá después del 1 de julio. Mancera ya no está pensando en la contienda por la Ciudad de México, aunque sí ha buscado apoyar y apuntalar la candidatura de Alejandra Barrales por el Frente, pero tampoco se asume como responsable de cualquiera que sea el resultado en esos comicios. Más bien, dicen sus cercanos, el ex gobernante capitalino tiene la mira puesta en ser uno de los nuevos liderazgos, que por su perfil sin partido y peso específico, desde el Senado buscará “reagrupar las expresiones de la izquierda” que en su momento lo impulsaron desde el PRD a la Jefatura de Gobierno. “Refundar al PRD será determinante para el país, porque es necesaria una representación política sin fanatismos ni posiciones radicales que brinde al debate público una postura con visión social”, dice un cercano mancerista, quien añade que la primera prioridad de Miguel Angel Mancera como senador, será darle forma a la propuesta de Gobierno de Coalición que promueve y coordina como integrante del Frente por México. ¿Y la CDMX?.. Confirmado, López Obrador va al tercer debate a hablar de “reconciliación” y a llamar a la “tranquilidad” a sus contrincantes. Será el “Amlove” personificado en la ciudad blanca… Los dados mandan Escalera doble. Bueno el tiro.