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OBSERVADOR POLÍTICO

 
Ante los alarmantes casos de jovencitas que han sido desaparecidas y en los feminicidios que no ceden sino incrementan en el cierre de la presente administración, hasta el momento, el famosísimo comisionado de seguridad pública, Alberto Capella Ibarra, no ha salido con sus videos a informar que fue lo que está sucediendo. Lo cierto, es que a días de la elección más compleja y extraña de que se tenga memoria, los crímenes contra mujeres provocó ya la reacción de este importante sector que exige, clama justicia, castigo para los responsables, no más impunidad ni complacencia gubernamental.

VIOLENCIA EN PLENO PROCESO ELECTORAL.- En diversos puntos de la entidad morelense, entre las familias hay temor de salir a las calles, más aún por las noches. El PRI, le pidió a sus candidatos que no hagan proselitismo político de la tarde a la noche y eso es señal, del temor que existe por la incidencia delictiva pero sobre todo, para generar condiciones de autoprotección y evitar sorpresas desagradables.

De ahí la pregunta de si afectará la delincuencia los comicios que están a la vuelta de la esquina, y pese a que los consejeros electorales del IMPEPAC al igual que los del INE, vaticinan que no hay focos rojos, que no pasada nada y que el Mando Único pondrá orden antes, durante y después del uno de julio, entre la gente, en los de abajo, sí existe temor de que algo pueda pasar y eso se tiene que frenar de inmediato, la forma para ello, es generar condiciones a través del diálogo y el respeto entre los candidatos para desde arriba, ir fortaleciendo los acuerdos y compromisos de respeto a los resultados electorales cualesquiera que éstos sean y sin importar quien resulte ganador. Se trata de dar confianza, respeto y condiciones a los comicios para no generar suspicacia e incertidumbre que no llevará nada bueno al Estado.

Reconocemos que existen múltiples factores que en dado caso, pueden determinar parcial o completamente la incidencia delictiva en una entidad federativa y, aunado a los actos de corrupción evidenciado en el gobierno del estado y los municipios que hoy en día están quebrados y que así se los heredarán a sus sucesores que obtengan el triunfo el próximo primero de julio. Aquí lo importante, si de algo sirve, es que Morelos no está catalogado a nivel nacional como de los estados más violentos.

Según el mapeo de riesgo que especialistas en el ramo han dado a conocer  y quiénes utilizan diferentes metodologías, además de factores históricos y sociodemográficos, ubican a Quintana Roo, Veracruz, Guerrero y el Estado de México, como los estados donde se prevé que se cometan más delitos electorales durante el proceso electoral del próximo 1 de julio.

Es importante blindare la elección porque estas elecciones tanto a nivel nacional como local, se vislumbran serán las más complejas y disputadas de la historia política electoral.

ÉTICA POLÍTICA.- Aquellos tiempos en los que había lealtad a su partido, a sus candidatos y sus dirigentes partidistas por parte de los militantes y simpatizantes quedó en la historia. Hoy en día, como parte de la globalización política que se ha generado en el país, es ya casi normal que un priista apoye a un perredista; un panista a un morenista y viceversa, todo ello se ha visto de tal manera que ya no hay forma de sancionar, castigar o incluso expulsar del partido en cuestión. Por lo tanto, la ética política se ha perdido en la mayoría de los partidos y todo tiene que ver con los excesos y abusos cometidos por sus líderes y representantes partidistas que son los primeros en irse cuando por alguna circunstancia, deciden ya no darles otra candidatura a cargo de elección popular.

Muchos le llaman prostitución política, por lo tanto, la ética política ha quedado en el olvido y por tanto, esa lealtad quedó tres metros bajo tierra en la mayoría de los partidos que hoy miran con desagrado, como sus militantes hoy están con sus candidatos, por la tarde con la competencia y así sucesivamente. Son ahora los mismos quienes están en tres eventos diferentes engañando a sus dizque candidatos.

A lo largo de la historia se han ido definiendo dos conceptos que son claves dentro de la sociedad: Ética y política, que desde que inició la civilización se han convertido en pilares básicos de la razón de ser como individuos y ejes de la transformación social. Empero, la ética ha sido desplazada por la realidad que hoy vivimos y que incluso, está más alejada cada vez más del bien común sin importar prometer lo que jamás van a poder cumplir porque lo único que cuenta y les importa a los candidatos, es ganarse la simpatía y el voto de la población. Muchos han dejado de ver el interés social por el personal y de grupo, en ese afán por alcanzar el poder económico  y político sin importar contribuir a la destrucción de nuestro estado y país. No aportan nada real, concreto, efectivo y dentro de los alcances reales que exige y clama el pueblo.

Esto viene a colación por la decisión de un grupo de candidatos a alcaldes de diferentes partidos políticos que sin rubor, que decidieron seguir en campaña pero apoyar a otro candidato a gobernador, en este caso a Rodrigo Gayosso Cepeda, abanderado del PRD y PSD. Los casos en mención son: los de David Demeza Barragán, candidato a la alcaldía de Tepoztlán por Movimiento Ciudadano; Adriana Aguirre, candidata en Emiliano Zapata por Nueva Alianza; Nereo Bandera en Temixco por el Verde Ecologista; César Franco en Coatlán del Río, así como Jorge Martínez Urioso en Tlaquiltenango. Los cuatro hombres y la dama, siguen en campaña pero públicamente rechazaron apoyar a los candidatos a gobernador de sus respetivos partidos, como sucede con Víctor Manuel Caballero Solano, del PAN y MC; Alejandro Vera Jiménez, del PANAL; Nadia Luz María Lara Chávez, del Verde, respectivamente, sobre todo, porque jamás estos personajes antes señalados apoyaron a sus candidatos a las alcaldías y por tanto, decidieron sumarse al proyecto del “Gayo” que está fortaleciendo su proyecto con la suma de importantes liderazgos.

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