Plata o plomo
El viernes pasado Noticieros Televisa difundió una larga entrevista que le hicieron a un sicario. El diálogo fue entre dos, las expresiones fuertes y lo dicho por el integrante de la delincuencia organizada sumamente revelador. El joven cuenta su historia desde que lo reclutaron hasta su ascenso como jefe operativo en algunas zonas, pasando por su entrenamiento en la sierra de Guerrero y los acuerdos con políticos y policías de Morelos. Lo que deja en claro esta historia, además de los fuertes vínculos entre la delincuencia y las autoridades, es que el problema delictivo está muy por encima de la capacidad de respuesta de los presidentes municipales.
La violencia y la inseguridad son temas que ocupan la agenda del país y forman parte de todos los discursos de campaña. Morelos no es la excepción, aquí todos los políticos abordan el tema y lo hacen desde la óptica que quieren, pero siempre relacionándolo con el Mando Único.
Algunos dicen que se debe establecer un nuevo plan de acción contra el crimen, otros planean dar continuidad a la estrategia actual y unos más comentan que se debe regresar al modelo anterior. Lo que nadie señala es que en esta historia hay un problema de fondo: el tamaño y la fuerza del crimen organizado supera por mucho la capacidad de los gobiernos municipales.
Lo que escuchamos el viernes en esa entrevista no es nuevo, ni siquiera es un secreto; muchos candidatos saben que los alcaldes son extorsionados y tienen que pagar una cuota a los cárteles de la droga. Algunos presidentes municipales contribuyen porque no les queda de otra y para evitarse problemas mayores; otros le entran como parte de un negocio que les resulta muy lucrativo en términos económicos.
Pero lo de fondo en esta historia es lo que están enfrentando muchas autoridades que al igual que miles de ciudadanos son víctimas del crimen organizado. Según lo confiesa el sicario, se acercan a los candidatos, les dan dinero para sus campañas y luego les cobran con réditos. Más aún: en todos los casos se hacen cargo de la obra pública y se llevan el 30 por ciento de la inversión municipal. Es un negocio multimillonario, quizá más que el trasiego local de droga.
El entrevistado da datos muy duros: “Hablamos con ellos y les damos dinero para sus campañas que después nos regresan en pagos; nosotros decidimos que empresas hacen las obras y nos llevamos el 30 por ciento de comisión. A algunos los conectamos a base de amenazas pero luego se vuelve una amistad; les hacemos ver que es la mejor opción porque si no pueden fallecer sus familias”. También, cuenta, corrompen a la policía local y algunos altos mandos federales.
El asunto es muy delicado desde cualquier ángulo, pero habría que entender uno en particular: los presidentes municipales son la primera línea de ataque de la delincuencia organizada y también los más susceptibles de ser corrompidos o avasallados por los cárteles.
La fuerza operativa de los municipios es muy limitada y en muchos casos su fuerza está muy por debajo de la de los grupos criminales. Es muy sencillo que los delincuentes sometan a las autoridades municipales y a partir de ahí lo que sigue es tomar el control de los ayuntamientos. No hay forma pueda evitar tratar con la delincuencia, simplemente porque de no hacerlo los matan.
Lo de fondo en la historia que narra el sicario a Televisa es eso: los grupos criminales acceden fácilmente a los candidatos y a los gobiernos, no tardan mucho en doblegar a las autoridades municipales y eso les permite no sólo volver un negocio personal el manejo operativo del ayuntamiento, también les concede las condiciones para operar sin mayor problema en muchas regiones del estado y del país.
Precisamente por eso la pregunta es una ¿Es prudente acabar con el Mando Único de un plumazo? Los candidatos que así lo proponen ¿Ya consultaron con un especialista y ya tomaron en cuenta este tipo de circunstancias? Y si así sucede ¿De qué manera ayudarán el gobierno estatal y federal a los presidentes municipales en su lucha diaria contra los grupos criminales.
Aclaro que como muchos, considero que el modelo del Mando Único en Morelos no ha funcionado ni tampoco ha conseguido los resultados que se nos prometieron. Me parece que la multimillonaria inversión hecha en equipo, armamento y estructura no han servido para disminuir los niveles de inseguridad y violencia que aquejan a nuestra entidad y, sobre todo, el gobierno ha dado un enfoque político al manejo de la policía.
A pesar de ello y ante una realidad que salta a la vista de todos me pregunto ¿Qué sucederá si simplemente se regresa al modelo policiaco anterior y no se otorga a las autoridades municipales el respaldo para resistir los embates, las amenazas y los chantajes de la delincuencia organizada?
He escuchado a muchos políticos y candidatos decir que ya no quieren el Mando Único, pero hasta ahora no he escuchado a nadie plantear cómo se atenderá de manera efectiva el problema de inseguridad y violencia en Morelos.
- posdata
AMLO cerró campaña en Morelos en un ambiente de triunfalismo. Ahí estuvieron varios candidatos, excepto Choche Borbolla, el abanderado de la coalición en Cuernavaca.
El tabasqueño pidió voto parejo, para todos, para que la cuarta transformación que propone llegue con la fuerza que necesita en todos los espacios de toma de decisión.
López Obrador dice que no es un hombre rencoroso, ni de pelea ni de odios; paz y amor, repite en su papel de AMLOVE.
Todo lo contrario es Cuau en Morelos; al futbolista le urge tomar el poder para aplicarle la ley a quienes lo han perseguido por años, esos “sinvergüenzas” que han saqueado a Morelos y a su gente y a quienes una y otra vez ha prometido meter a la cárcel.
Menos de dos semanas faltan para que acaben las campañas.
¿Cuál será el ambiente en Morelos después de que se conozcan los resultados de la elección?
- nota
Esta es parte de la entrevista que sostuvo Luis Pavón Vázquez con “Javier”, un sicario integrante del grupo de Los Rojos:
Reportero: El grupo criminal para el que usted trabaja se metió a las cuestiones de la política?
Sicario: si, también nos metimos con los políticos, ellos fueron los principales objetivos para controlar las plazas de todo el sur poniente.
Reportero: ¿Cómo los contactaron? ¿A quienes contactaron?
Sicario: A través del sus secretarios y muchas veces a través de familiares que teníamos trabajando con nosotros, fuimos por Tlaquiltenango y así fuimos avanzando municipio por municipio, pero nuestra base fue Tlaquiltenango; ahí el municipio estaba de encargado el “Tachis”, pero todos le rendíamos cuentas a Alberto
Reportero: ¿José Alberto Flores Patiño?
Sicario: Aja, Alberto Flores Patiño
Reportero: ¿José Alberto Flores Patiño tuvo contacto directo con algún político que usted sepa?
Sicario: Si
Reportero: ¿Con quién?
Sicario: Con Alonso, con Ponchito, con Juan Ángel, con el de Zacatepec, Alonso que fue el presidente de Tlaquiltenango
Reportero: ¿Con él que pactaron?
Sicario: Con él pactamos que si el nos conseguía el control de todo Tlaquiltenango, en vez de que nos diera dinero, nosotros le íbamos a dar dinero a él.
Reportero: ¿Quién era Ponchito?
Sicario: Ponchito fue el que también se lanzó para presidente de Jojutla
Reportero: ¿Con Juan Ángel hicieron algún trato?
Sicario: También, les dimos un millón de pesos a cada uno para su campaña
Reportero: ¿A cambio de?
Sicario: De que nos controlaran el municipio, ora si que nos dejaran trabajar a nuestras anchas pues
Reportero: ¿El financiamiento de campañas cual fue el primero que se alineo con ustedes?
Sicario: El de Tlaquiltenango
Reportero: ¿Que iba para diputado… que estaba buscando no?
Sicario: Si, que va para diputado
Reportero: ¿Y después? Después ¿Quién sigue?
Sicario: Juan Angel, después Ponchito, después fue el de Zacatepec y principalmente también Puente de Ixtla y Amacuzac
Reportero: ¿Con ellos todos era el mismo trato?
Sicario: Si, era el mismo trato y ya con ellos abarcamos mas zonas que fueron Tetecala, Xochitepec, Miacatlan, Mazatepec
Reportero: ¿Pero tengo entendido que ellos les daban dinero a ustedes?
Sicario: Exacto, les cobrábamos el bono que les prestamos de un millón, el primer pago era de 500 mil y después cada mes nos tenían que dar 100 mil
Reportero: ¿O sea financiaron una campaña pero se los tenían que regresar ese dinero?
Sicario: Si, o sea, haga de cuenta que le hicimos un préstamos nada más
Reportero: ¿Ustedes se metieron a la obra pública de los municipios?
Sicario: También nos ganábamos un 30% de toda la obra pública que hiciera Tlaquiltenango, Jojutla y Zacatepec
Reportero: ¿Ustedes decidían a quien tenían que contratar?
Sicario: Si, decidíamos que empresa iba a trabajar, porque había empresas que también nos ayudaban a cubrir pues, nuestras fechorías los deslazamientos o algún que otro levantado, con ellos nos disfrazábamos como si fuéramos parte de la empresa pero éramos nosotros operando
Reportero: ¿Usted tuvo contacto directo con algún político que andaba en campaña? De algún presidente municipal?
Sicario: Claro que si
Reportero: ¿Como fue contactarlos?
Sicario: La primera vez, sinceramente si fue bajo amenazas y ya después se hizo una amistad en lo que los convencimos que era la mejor opción para ellos, que nosotros éramos su mejor opción, porque si no, pues iban a poder fallecer sus familias o las podíamos secuestrar. Amenazamos al de Tlaltizapan
Reportero: ¿Pero porque lo amenazaron? ¿Que no estaba haciendo?
Sicario: Porque nos dejó de apoyar, ya no nos quería dar el dinero que nos debía, se nos negó a los dos primeros de 100 mil y fue cuando le empezamos a meter presión, le dijimos que si no seguía apoyándonos íbamos a matar a toda su familia.
En este trabajo que tenían ustedes con político del estado de Morelos hizo alguna función especial usted?
Sicario: Me llamaron precisamente para escoltar al presidente Alonso en el baile de Julión Álvarez
Reportero: ¿A que temía?
Sicario: A que les llegara gobierno, Federales o Guachos
Reportero: En esta carrera delictiva y en este coptar políticos ¿participaba el carrete?
Sicario: Claro que si, todo venía de su orden
Reportero: ¿Hace cuanto que no sabe del carrete?
Sicario: Ya hace como 3 años, la última vez que bajó fue porque tuvimos un problema aquí con la plaza de Jojutla que nos metieron en un chisme que andábamos secuestrando a toda la gente de Jojutla y fue la única vez que bajo
Reportero: ¿Que bajó…?
Sicario: Carrete
Reportero: ¿De donde bajo?
Sicario: Estaba supuestamente escondido en Oaxaca y bajo nomás a eso a Jojuitla a aclarar por qué éramos la plaza más importante para el
Reportero: ¿A parte de los políticos también está la policía?
Sicario: Claro
Reportero: ¿También coptan a la policía?
Sicario: Claro que si, más que nada a la policía local y alguno que otro comandante de altos mandos, ya sean federales o soldados
Reportero: ¿Cuando agarraban a la policía era bajo amenazas o les ofrecían dinero que pasaba?
Sicario: Siempre fue bajo amenazas y ya después les ofrecíamos dinero que eran mil o dos mil pesos
Reportero: ¿Semanales, quincenales?
Sicario: Semanales o quincenal, depende si trabajaban, si nos daban algunos pitazos buenos que nos quisieran agarrar ellos nos avisaban y si nos avisaban a tiempo nosotros les dábamos su dinero antes
Reportero: ¿Qué función debía cumplir la policía protegerlos o solamente darles pitazos?
Sicario: Protegernos, protegernos de todo, así sean contras, secuestradores, nos tenían que avisar para nosotros poder ir por ellos
- post it
En menos de dos semanas serán las elecciones. Faltan menos de 15 días para que inicie la jornada electoral y conozcamos el nombre de los ganadores de la elecciones. La ola de Morena es fuerte y parece un tsunami en algunos espacios en contienda.
Reitero: ganar puede ser relativamente sencillo para Cuauhtémoc Blanco; lo difícil será gobernar y convivir con una clase política con la que no se lleva y a la que personalmente repudia.
- redes sociales
Aquí el link para quienes deseen ver la entrevista completa con Javier, el sicario.
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