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SERPIENTES Y ESCALERAS

 
Un semana le restan a las campañas políticas, el próximo miércoles concluye el plazo que marca la ley y luego viene un periodo de veda en el que ningún candidato podrá realizar actos de proselitismo. En dos domingos los ciudadanos acudiremos a las urnas y elegiremos, entre otras cosas, un nuevo presidente de México y al próximo gobernador de Morelos. Morelos no será el mismo después del primero de julio.

 

El próximo miércoles concluyen las campañas y vendrá entonces un espacio de silencio publicitario para que el ciudadano reflexione y decida su voto. Las encuestas no han variado en lo que corresponde al puntero de la contienda ni tampoco al hecho de que la elección se decidirá entre los representantes de la coalición, el PAN y el PRD. La del 01 de julio puede ser una elección sustantiva para la política estatal, porque puede ganar un hombre que no es político, que no sabe de política y que detesta a los políticos. Con la actual clase política de Morelos nos ha ido muy mal, quizá sea tiempo de que alguien distinto nos gobierne.

La contienda electoral que estamos viendo en Morelos no es de propuestas, sino de sentimientos. Quienes apostaron desde el principio por la propuesta se equivocaron, pasaron por alto el enorme enfado ciudadano y la influencia que este sentimiento tiene en la elección. El candidato puntero no ha propuesto nada, se ha enfocado a explotar el enojo de la gente con Graco Ramírez y eso ha sido suficiente para mantenerlo en lo alto de principio a fin.

Frente al futbolista hay voces que critican su desconocimiento de la política, de las finanzas públicas y del funcionamiento del gobierno; le llaman ignorante, improvisado, torpe, forastero y algunos hasta le tildan de delincuente. Nadie, empero, ha tomado su discurso y sólo en algunos momentos el candidato del PAN se atrevió a alzar la voz en contra el gobernador. Ahí estuvo su error.

Jorge Meade tiene razón cuando habla de que gobernar no es jugar futbol o cuando de manera soez critica al deportista en sus discursos; lo que no dice el priísta es que él como político profesional no ha dado resultados, forma parte de la misma clase política que la gente detesta, es señalado por corrupto y ha sido cómplice de principio a fin del gobernador Graco Ramírez.

Es innegable que Cuauhtémoc Blanco está muy lejos de ser un estadista, de tener la formación profesional o el carácter necesarios para sacar adelante a un estado con tantas complicaciones como el nuestro. También es real que como alcalde de la capital el ex seleccionado nacional no cumplió con las expectativas y simplemente se escudó tras el argumento de que Graco no lo dejó trabajar. Pero también se debe reconocer que, como él mismo lo ha señalado, puede rodearse de un buen equipo de expertos que atiendan cada una de las áreas del ejecutivo.

Por otro lado habría que recordar que el futbolista es el único personaje de la política local que se enfrentó abiertamente con el gobernador, que denunció sus abusos y señaló sus excesos, que fue atacado con toda la fuerza del estado por no someterse a los caprichos de Graco Ramírez y por lo mismo varias veces fue presionado por un congreso que responde absolutamente a los intereses del gobernador. Esa única circunstancia, en un estado profundamente lastimado por el gobierno, puede otorgarle el triunfo en las próximas elecciones.

El triunfo de Cuauhtémoc Blanco y de Morena no sería circunstancial ni tampoco producto de un sólo elemento. Sin quitar méritos personales, tanto el partido como el candidato en Morelos son la consecuencia de múltiples factores nacionales y locales que han hecho que hoy el ciudadano repudie a la clase política y este en contra del status quo. Morena y Blanco sintetizan ese enojo.

Estratégicamente hablando los adversarios del ex seleccionado nacional equivocaron de principio a fin; Cuauhtémoc llegó a Morelos como un ídolo del deporte, pero creció como actor político cuando lo comenzaron a atacar. Cada golpe, cada intento de destitución y cada juicio en su contra, todas las amenazas institucionales y todos los ataques de la peor legislatura que ha habido en la historia de nuestro estado lo consolidaron como candidato.

En campaña el enfoque de los adversarios de Blanco volvieron a errar. Repitieron lo mismo que lo hizo crecer frente a la gente y al hacerlo se pusieron del lado del enemigo político número uno de los morelenses. Blanco se quedó solo con el discurso anti sistema y eso, sumado a la ola de Morena parecen ser el elemento que le dará el triunfo el próximo 01 de julio.

A una semana de que concluya la campaña y diez de que se celebre la elección el panorama luce muy complicado para los adversarios del futbolista. Uno a uno es muy difícil que le ganen y la suma entre ellos es casi imposible por el ego de algunos candidatos.

Si Cuauhtémoc Blanco es gobernador, lo ha dicho, dará un giro a la manera como se han hecho las cosas: combatirá la corrupción, acabarán con la impunidad y se castigarán a los ladrones. En esa lógica casi ninguno de quienes integran la clase política actual caben, porque además muchos de ellos han sido muy duros con el futbolista como alcalde y como candidato, lo han criticado en lo público y ofendido en lo privado. Blanco puede no saber de política, pero tiene memoria y ubica perfectamente a quienes trataron de acabarlo.

Si Cuauhtémoc Blanco es gobernador de Morelos veremos una forma distinta de ejercer el gobierno en el estado.

Que sea para bien.

  • posdata

Diez días antes de la elección tres de los ocho candidatos a la gubernatura de Morelos se reunieron en una especie de bloque contra Cuauhtémoc Blanco y Rodrigo Gayosso.

Ahí estuvieron Jorge Meade y Fidel Demédicis hablando de fraudes, de traiciones, de corrupción y de trampas. Ambos, Fidel y Jorge, se lanzaron duro contra el futbolista, lo relacionaron con el narcotráfico y lo cuestionaron por sus relaciones.

Curioso que sean precisamente estos dos personajes, caracterizados por su mala fama pública, sus escándalos personales, las incesantes acusaciones de corrupción en su contra quienes hablen de honestidad; sobre ellos pesan innumerables denuncias de traición que los descalifican como representantes del morelense honrado, leal y trabajador que pretenden representar. Ellos, Jorge Meade y Fidel Demédicis, son parte de la clase política que ha hundido a Morelos en la corrupción y el caos.

El esfuerzo que hacen estos tres personajes (Incluyendo a Víctor Caballero, quien también forma parte de esa mesa) es obvio; no se trata de una alianza, dicen, pero si de un frente común (que para el caso es lo mismo) para tratar de cerrarle el paso a quienes los aventajan en las encuestas. Jorge Meade acusa a Cuauhtémoc Blanco y a Rodrigo Gayosso, pero su hijo trabajó en ambas administraciones y por varios años él sirvió (y se sirvió) a los intereses de este gobierno.

El caso de Fidel no es muy distinto: su manera de hacer política es pública y por todos conocida; Fidel presiona para negociar, así lo hizo en el PRD y así lo hizo varios años con Graco como gobernador. Los personajes que rodean al senador y su propia historia personal lo desacreditan como un defensor de la honorabilidad y los valores ciudadanos.

La presencia de Caballero se entiende bajo otra óptica: el panista es el segundo en la contienda y el único que eventualmente podría ganarle la elección al futbolista. El problema de Víctor es que se tardó en cambiar de discurso y al final se ha quedado sin recursos para ir a campaña.

Si en verdad esos tres quieren ponerle un freno a Cuauhtémoc Blanco el único camino que les queda es sumar fuerzas con quien va en el segundo lugar, porque de otra manera su discurso se pierde en el aire. Si Cuauhtémoc Blanco gana la elección, ninguno de ellos tendrá cabida en la administración pública estatal.

Por supervivencia personal, lo mejor que podrían hacer esos tres es sumarse... y aún así es difícil que ganen.

  • nota

Luis Millán es el Vicario General de la Diócesis de Cuernavaca. Hombre de fe, guía y buen amigo, el Padre Luis es una de las piezas más importantes de la iglesia católica en Morelos.

Oriundo de Amacuzac Morelos, Luis Millán ha ocupado varios espacios en la Diócesis y en todos ha dejado un grato sabor de boca por su vocación, su preparación, su trato y su enorme calidad humana.

En un par de semanas Luis Millán dejará Morelos, pues ha sido nombrado rector del Pontificio Colegio Seminario Mexicano en Roma.

Al guía, al amigo, le deseo la mejor de las fortunas en una encomienda que sin lugar a dudas sacará adelante. Mi cariño y mi respeto lo acompañarán en donde se encuentre.

  • post it

Esto es parte de lo que dijeron los tres candidatos gubernamentales la mañana de ayer al encontrarse de manera “casual” en un restaurant del centro de Cuernavaca:

Jorge Meade- Más que una alianza es un llamado a través de ustedes a los ciudadanos, que estamos participando con mayor legitimación, mayor legalidad, con ánimo de que lo que nos preocupa es Morelos, pero lo que le preocupa a Cuauhtémoc son los negocios, igual que al otro; a nosotros no, a nosotros lo que nos  preocupa es que mejore el estado; tanto Gayosso como Cuauhtémoc en los gobiernos estatal y municipal no han dado resultados, han fracasado ambos y siguen disputando con recursos  ilimitados, para ganar una contienda de manera ilegitima.

Fidel Demedicis- No es la ilegitimidad de los recursos, la procedencia, eso es muy importante, la democracia no se construye comprando votos, la democracia se obtiene convenciendo a las personas de que eres el más idóneo; por eso hemos luchado toda nuestra vida contra los fraudes y vamos a seguir haciéndolo; si cualquiera de estos dos llegara a ganar la elección con sus trampas, evidentemente esa elección va viciada de origen y tendrá que anularse, tendrá que anularse porque está registrado por los dichos ciudadanos y por el derrame y el despilfarre que vemos por todo Morelos de recursos, que no van a ganar a la buena. ¡Claro que yo espero que no lo logren! pero no van a ganar a la buena, porque tendrían que explicar la procedencia de sus recursos, eso que les digo, no es una vacilada de que los narcos ya están celosos de Cuauhtémoc Blanco, porque efectivamente ustedes saben que hay un cartel muy fuerte en Tepito y que si está un tepiteño en Morelos, bueno pues seguramente vendrá por la complicidad de alguien; son cosas delicadas y más vale advertirlo. El dinero que se está despilfarrando habría que ver de dónde viene, sería gravísimo que viniera del narco, del otro ya sabemos que viene de allá enfrente (gobierno), de las cuentas públicas, por eso hablamos de una elección de estado, una elección de estado se está configurando y es verdaderamente preocupante, además es vergonzante para un estado democrático como el nuestro...

Así las palabras de un candidato acosador de mujeres y otro fajador de estacionamiento.

  • redes sociales

Cinco años de portadas, cientos de planas y miles de aplausos publicados por los periódicos rosas de Morelos no sirvieron para construirle una buena imagen a un gobierno que concluye muy cuestionado y como el peor calificado del país. Lo bueno es que son los líderes de opinión y los más influyentes del mundo mundial.

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