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EN TERCERA PERSONA

Algo muy turbio en la Condesa

 
 

A principios de junio, la procuraduría capitalina llevó a cabo un operativo en la colonia Condesa.

Según la carpeta de investigación CI-FCIN/AOP/UI-3 C/D/00036/06-2018, una llamada anónima había informado que en el antro llamado Savú Discotheque, en la avenida Nuevo León 73, “el personal de seguridad, meseros, garroteros, personas que cuidan los baños, personal de limpieza”, se dedicaban a vender droga.

Dos agentes de investigación, un hombre y una mujer, acudieron al lugar a investigar. “Solicitamos el ingreso al antro al cadenero”, relataron después. En las puertas mismas del negocio, el cadenero les dijo “que si queríamos algo más para divertirnos”. Los agentes respondieron que no.

Diez minutos más tarde se les permitió el acceso al antro. Subieron al primer nivel, se dirigieron a la barra, recorrieron el sitio. Más tarde se dirigieron a los baños. El agente encontró en el de hombres a un sujeto de unos 30 años, moreno, robusto, de 1 metro 65. Era el encargado del baño y “ofrecía en voz alta tachas, perico, piedra, polvo”.

En el baño estaba también una persona vestida “con sudadera camuflajeada”, pants de color gris y tenis. Más tarde, aquel sujeto dijo llamarse Natanael.

Según el agente, Natanael le solicitó al encargado del baño “que le venda un perico” al mismo instante en que le hizo “entrega con su mano derecha de tres billetes de color anaranjado”.

El encargado del baño se dirigió hacia una parte del lavamanos donde tenía diversos dulces, una parte de los cuales se hallaban tapados con un trapo. “Al levantar el trapo —informó el agente—, saca de abajo una bolsita de plástico transparente con algo en color blanco”. El agente aseguró que pudo observar todo eso “perfectamente”.

Natanael se guardó la bolsita y salió del antro. Los agentes lo siguieron hasta la calle de Cadereyta. Le preguntaron qué llevaba en el bolsillo. “Es perico, jefe —respondió—. Se lo acabo de comprar al encargado de los baños que conozco como Johny Pericos”. Dijo que iba a reunirse con un amigo.

El joven fue trasladado a la fiscalía de atención al narcomenudeo “por hechos en apariencia del delito en contra de salud en su modalidad de narcomenudeo”. Ahí informó que llevaba seis meses “comprando todo tipo de droga” en el Savú, tanto al sujeto conocido como Johny Pericos “como a meseros, cadeneros o personas de seguridad”.

Unos días más tarde la procuraduría desató un operativo en el Savú, y en otro antro, el Memphis. En el primero detuvo a 14 personas; en el segundo, a 17, todas “relacionadas con la venta de drogas”.

Según la fiscal Mireya Gómez Ríos, “le hallaron droga a los meseros, cocineros, a los empleados de limpia en sanitarios, a los DJ´s”.

Según notas de prensa, “en ambos establecimientos se encontraron distintas cantidades de droga. En el Savú había 762 dosis de anfetaminas, 493 de cocaína y 273 de metanfetaminas. La fiscal aseguró que las dosis se vendían entre 300 y 400 pesos. El golpe al narcomenudeo ocupó espacios en todos los medios.

Pero las irregularidades comenzaron a aparecer. El propietario del Savú demostró, con las cámaras del negocio, que los agentes habían irrumpido violentamente, que habían buscado las cámaras de seguridad del negocio para apagarlas, que no iniciaron el operativo de cateo sino hasta que el local se hallaba a oscuras, que el encargado de los baños no era moreno, ni robusto, ni tenía 30 años, como se afirma en la carpeta de investigación; que el encargado, en realidad, era delgado, de piel blanca, y de apenas 22 años.

Demostró que el antro tenía un código de vestimenta que impedía el ingreso al local a personas con sudaderas, camisetas, pants y gorras, por lo que el supuesto Natanael, “vestido con camiseta camuflajeada, pants de color gris y tenis” no podía haber entrado al lugar.

Demostró que ninguno de los meseros, cocineros, empleados de limpieza en sanitarios ni DJ’s habían sido detenidos en posesión de droga. Según los agentes, las dosis habían sido encontradas en la barra, los baños, la tarja y el guardarropa.

El dueño del Savú ofreció a las autoridades los videos de seguridad del último mes. “Ahí se puede constatar si aquí se vende droga o no, si el tal Natanael entró alguna vez al baño, si un sujeto moreno y robusto es o no el encargado de éste”. Todos los detenidos fueron liberados horas después. Siete antros de la Condesa cerraron sus puertas en solidaridad con lo ocurrido en el Memphis y en el Savú.

Los dueños de los bares afirman que los narcomenudistas operan a las puertas de sus negocios, en contubernio con la policía. No se explican las razones de lo que llaman “este golpe mediático”. Aseguran que en la Condesa “hay mar de fondo”. Que algo muy turbio saldrá a la luz pronto.

Ámbito: 
Nacional