Las campañas electorales concluyen hoy después de 90 días marcados por la violencia política, la guerra sucia, las fake news, los debates entre candidatos y el inicio del Mundial. Ahora todo queda en manos de los electores que saldrán a votar el próximo 1 de julio
Este miércoles llega a su fin la campaña presidencial del 2018.
Fueron 90 días de actividades de los aspirantes a la Presidencia de la República y de miles de candidatos que buscan uno de los otros 18 mil 310 cargos que estarán en disputa este domingo.
La campaña electoral de este año tuvo personalidad propia, que no se caracterizó por las propuestas o los debates de ideas, sino por la guerra sucia, la violencia, el uso de las fake news y los bots, la presión de los ciudadanos y hasta la Copa Mundial de futbol
La elección del 2018 fue la primera en la que participaron dos candidatos independientes, sin embargo una de ellas, Margarita Zavala, decidió retirarse de la contienda a la mitad de la campaña. Quedando así solo 4 candidatos registrados.
La violencia no ha dado tregua desde septiembre pasado, cuando arrancó el proceso electoral.
Según cifras de la consultoría Etellekt, que ha llevado un registro de las agresiones y homicidios cometidos contra políticos y candidatos, hasta este martes han sido asesinados 130 políticos, de los que 48 eran candidatos o precandidatos.
La coalición de los partidos PAN, PRD y MC ha sido la más lastimada por la violencia: 21 de los 48 asesinados han sido sus candidatos o precandidatos.
Aunque la Secretaría de Gobernación ha dicho que se trabaja en que las condiciones de seguridad sean óptimas en el proceso electoral y se ha ofrecido seguridad a candidatos federales, Etellekt señala que el 77 por ciento de los candidatos asesinados buscaban un cargo municipal.
Una característica que marcó el proceso electoral fue la violencia; hasta el día de ayer se contabilizaban 130 políticos asesinados
La guerra sucia también fue otra característica de estos 90 días de campaña, especialmente en las últimas semanas.
El blanco principal de esta guerra de lodo fue Andrés Manuel López Obrador, contra quien se han lanzado la mayoría de los ataques.
Spots con mensajes como los de José Antonio Meade donde se habla del miedo a que se eche atrás la reforma educativa, de que se cierren empresas y se pierdan empleos o de que los criminales salgan a la calle con una amnistía.
Spots con mensajes como los de José Antonio Meade donde se habla del miedo a que se eche atrás la reforma educativa, de que se cierren empresas y se pierdan empleos o de que los criminales salgan a la calle con una amnistía.
Parte de la guerra sucia fueron también las millones de llamadas hechas desde números anónimos para hablar contra López Obrador.
En esta campaña electoral también hubo propagación de noticias falsas, las llamadas fake news, que mediante sitios o páginas apócrifas distribuyeron contenidos en forma de noticias o propaganda que buscaba confundir a la población.
¿Tuvo efecto? Basta ver las veces que esta información fue compartida en redes sociales y los comentarios de las personas que la tomaron por válida.
La campaña electoral del 2018 también fue tocada por las organizaciones ciudadanas que buscaron comprometer a los candidatos a suscribir diversas agendas con temas que van desde el combate a la corrupción, una fiscalía autónoma, medidas a favor de la salud o agendas de comercio y economía.
Y ya en los últimos días también se ha visto salpicada por el ánimo de la Copa Mundial de futbol que se celebra en Rusia, pues los candidatos no han perdido la oportunidad de buscar conectar con sus electores usando la camiseta de la Selección Mexicana o mostrándose celebrando los goles de México.
Aunque estos fueron los aspectos generales de la campaña política, cada uno de los candidatos vivió estos 90 días de manera particular.
Capitalizar el hartazgo
Andrés Manuel López Obrador fue el candidato que logró capitalizar el enojo social de los electores.
El abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT y PES) es ubicado como el candidato antisistema que promete un cambio para romper con la continuidad del modelo económico y político.
Es el presidenciable que más eventos hizo durante la campaña de 90 días. Hasta ayer, López Obrador tuvo 277 eventos.
Hoy cerrará su campaña en el Estadio Azteca, en la Ciudad de México; pero más temprano tendrá un evento en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; y en Villahermosa, Tabasco. Habrá tenido un total de 280 eventos de campaña en distintos distritos del país.
López Obrador se ha mantenido en un imbatible primer lugar desde antes del inicio de las campañas políticas. En todas las encuestas publicadas durante la campaña, siempre apareció en primer lugar con un amplio margen de diferencia respecto al segundo lugar.
El mal trabajo de los partidos que han llegado a la presidencia provocó que Obrador fuera el candidato favorito desde antes de comenzar el proceso electoral
Sus adversarios decidieron enfocar sus baterías uno contra otro para intentar ganar el segundo puesto y capitalizar el voto útil contra López Obrador; sin embargo, los números del abanderado de Morena no se movieron.
Esto ocurrió a pesar de que en 2018 el candidato tuvo una estrategia mucho más pragmática de lo que fue en 2006 y 2012.
Esta vez, López Obrador hizo alianzas con antiguos adversarios que le provocaron críticas, como Elba Esther Gordillo, por mencionar una.
También cambió su discurso característico contra los políticos de la que llama “la mafia del poder” y ha dicho que no tomará venganza contra ellos, sino que los perdonará.
La campaña de López Obrador se caracterizó por tener momentos polémicos. Uno de ellos fue cuando propuso la amnistía para criminales —sin explicar cómo operará— como una salida para encontrar la paz en el país.
Otro momento polémico fue cuando aseguró que cancelaría el Nuevo Aeropuerto Internacional de México que se construye en terrenos federales de Texcoco, en el Estado de México, del que ahora dice que es viable y habrá que revisar los contratos.
Vino después la definición de los candidatos plurinominales al Congreso de la Unión. Los dos nombres más polémicos: Napoleón Gómez Urrutia, el líder del Sindicato Minero; y Nestora Salgado, exdirigente de las autodefensas en Guerrero.
Uno de los momentos más tensos de la campaña de López Obrador fue su enfrentamiento con empresarios del Consejo Mexicano de Negocios, con quienes limó asperezas días después en una reunión privada.
Ya en las semanas más recientes, López Obrador ha llevado una campaña con un discurso de victoria en todos los lugares que visita; incluso ha dicho en más de una ocasión que el festejo por haber ganado la elección será en el Zócalo de la Ciudad de México.
El malogrado Frente de Anaya
Ricardo Anaya Cortés, el más joven de todos los candidatos a la Presidencia de la República con 39 años de edad, ha tenido que enfrentarse no sólo a sus adversarios, sino a la gente de su propia casa.
Surgido de un proceso interno inexistente debido a que su principal adversaria dentro del PAN, Margarita Zavala, ya había renunciado a su militancia para buscar una candidatura independiente, él fue el único precandidato que se apuntó en la contienda por la presidencia de la República.
Sin embargo, muchos simpatizantes de Zavala, quien era considerada una panista de cepa, se quedaron en el partido, y desde el interior, se han dedicado a cuestionar a Ricardo Anaya en sus decisiones y acciones.
Anaya ha prometido que de ganar la presidencia buscará enjuiciar al presidente Enrique Peña Nieto
Incluso, algunos panistas han denunciado a su candidato presidencial —como Mirelle Montes o Miguel Ángel Toscano— y a miembros de la cúpula de Acción Nacional.
Otra fuga de energía para la campaña de Anaya fueron las acusaciones hechas por la Procuraduría General de la República sobre la posible participación del candidato en una red de lavado de dinero.
Ayer, un día antes del cierre de las campañas, la PGR envió a la Comisión Permanente del Congreso un informe sobre la investigación que se sigue contra Manuel Barreiro, relacionado con Anaya por la compra de una bodega propiedad del candidato presidencial y su familia.
En este informe se detalla que la investigación incluye a 42 personas, 15 de ellos están en calidad de imputados; sin embargo, no se dieron a conocer los nombres de ninguno de ellos, por lo que no se sabe si Anaya está siendo directamente investigado.
A partir de estas indagatorias, Anaya emprendió una embestida contra el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto; incluso, prometió que de ganar la elección, buscaría enjuiciarlo y llevarlo a prisión por presuntos actos de corrupción.
Un diputado del blanquiazul presentó una denuncia en la PGR contra José Antonio Meade por su supuesta participación en los hechos de corrupción de Odebrecht; dicha denuncia toca no sólo a funcionarios del gobierno de Peña Nieto, sino de su antecesor, el panista Felipe Calderón.
La entrega de espacios clave para sus aliados de MC y del PRD sumado a la pelea con Margarita Zavala le han provocado a Ricardo Anaya una serie de conflictos internos al interior de su partido que no logra resolver
También le ha ganado críticas el hecho de que ha promovido temas que se consideraba sólo apoyaban los partidos populistas, como el del Ingreso Básico Universal.
En la última semana de la campaña, Ricardo Anaya comenzó a enviar millones de cartas con tarjetas de cartón personalizadas a los domicilios de los ciudadanos.
Reporte Índigo publicó ayer que en el centro de atención telefónica que se anuncia en las cartas, donde debe registrarse el nombre de los ciudadanos, se promete el apoyo de Anaya gane o pierda la elección de este domingo.
Hasta ayer, Ricardo Anaya había realizado 219 eventos de campaña y ha cancelado 25. Su cierre será en la Velaria de la Feria de León, Guanajuato.
Meade y la promesa de continuidad
Lo que primero se tomó como un acto de valentía del PRI al postular a un candidato ciudadano como su abanderado presidencial, terminó costándole caro al partido tricolor no sólo por la división que hubo en sus filas, sino por la percepción ciudadana que no desligó a José Antonio Meade del partido ni del gobierno federal.
La campaña del abanderado del PRI no ha tenido el efecto deseado con la ciudadanía, pues él mismo ha dicho ser el candidato de la continuidad, discurso que poco interesa a la población enojada por el aumento de precios, la creciente inseguridad y los escándalos de corrupción
En cuanto fue nombrado precandidato presidencial del PRI, Meade se dedicó a intentar ganarse a los priistas cumpliendo todos los rituales del tricolor. “Háganme suyo”, fue la frase que pronunció una y otra vez a los tricolores.
Se dedicó entonces a declarar su lealtad al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y trató de convencer a los priistas de ser uno de ellos; pero no lo consiguió en todos los sectores del partido.
Vino entonces un cambio de rumbo al interior del tricolor. Enrique Ochoa fue sustituido de la presidencia del partido y en su lugar llegó René Juárez, un priista de cepa que ha llamado a la unidad del partido alrededor de Meade.
Sin embargo, hacia el exterior, la campaña de José Antonio Meade no ha tenido el efecto deseado con la ciudadanía, pues él mismo ha dicho ser el candidato de la continuidad, discurso que poco interesa a la población enojada por el aumento de precios, la creciente inseguridad y los escándalos de corrupción.
Y aunque Meade se ha autodefinido como el más limpio de los candidatos presidenciales, su discurso de lucha contra la corrupción choca con los escándalos que han protagonizado políticos del PRI en todos los niveles de gobierno.
Meade realizó 243 eventos en total y canceló 212. Su cierre de campaña será en la ciudad de Saltillo, Coahuila
En las semanas recientes, una vez que René Juárez tomó control del partido, la militancia del PRI ha acudido a un mayor número de eventos y se han sumado otros sectores antes inconformes, como el del exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz.
Durante los 90 días de la campaña política, Meade ha disputado el segundo lugar en las encuestas a Ricardo Anaya, a quien busca mandar a una tercera posición.
En un intento para que la militancia priista cerrara filas entorno a José Antonio Meade, Enrique Ochoa fue sustituido por René Juárez
Meade realizó 243 eventos en total y canceló 212. Su cierre de campaña será en la ciudad de Saltillo, Coahuila.
Las ocurrencias de Rodríguez Calderón
El único candidato independiente que se mantuvo en la contienda fue Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, gobernador de Nuevo León con licencia.
La candidatura de Rodríguez Calderón quedará como testimonial no sólo por el bajo índice en las preferencias electorales, sino por las irregularidades que cometió en el proceso de búsqueda de firmas para obtener el apoyo de los ciudadanos, y las ocurrencias que propuso durante la campaña electoral.
Lo que hizo popular al “Bronco” entre el electorado no fue su preparación ni la esperanza de que un candidato independiente pudiera hacer un mejor papel como presidente, sino sus disparatadas propuestas que lanzó como la de “mochar” manos
“El Bronco” obtuvo la candidatura presidencial luego de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) decidiera otorgársela bajo el supuesto de que, de haber tenido más tiempo para revisar los formatos rechazados por el INE, habría conseguido los números necesarios para llegar a la boleta electoral.
Fue así que a pesar de cometer múltiples irregularidades, Rodríguez Calderón estuvo en condiciones de competir por la Presidencia de la República.
Hasta hace unos días, el INE determinó que “El Bronco” fuera multado con 739 mil pesos por triangular recursos a través de empresas fantasma para pagar a los auxiliares que le ayudaron a recolectar las firmas; además de enviar a funcionarios estatales de Nuevo León a hacer esa recolección de apoyos en horas hábiles. Esta sanción fue ratificada por el TEPJF.
La campaña de Rodríguez Calderón se caracterizó también por las propuestas que hizo en los debates presidenciales en los que participó.
Primero, propuso cortar la mano a todas aquellas personas corruptas que robaran dinero público; después dijo que, de ganar la elección, crearía el Facebook Bronco Investigation (FBI) para investigar casos de corrupción y castigar a los culpables.
“El Bronco” fue el único candidato que renunció al financiamiento público para su campaña, misma que ha pagado con contribuciones en especie y en efectivo que superan los 8 millones de pesos.
Hasta ayer, Rodríguez Calderón habría hecho 144 eventos de campaña. Su cierre no será un evento físico, sino que lo hará mediante sus redes sociales desde donde mandará un mensaje a sus seguidores.