LUEGO de las elecciones, hay quienes entendieron de volada y hay quienes nomás no entienden que no entienden.
ENTRE los que captaron el nuevo momento político está Alfredo del Mazo, pues fue el primer gobernador priista en saludar el triunfo de Andrés Manuel López Obrador.
Claro que al mexiquense también le mueve la cuña que Morena pretende ponerle al nombrar a Delfina Gómez como virreina en su entidad, con superpoderes de gestión y uso ilimitado de recursos para que tenga cinco cómodos años de campaña electoral.
Y ENTRE los que no parecen haberse enterado de lo que pasó está el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, pues dicen que insiste en licitar distintas obras pese a que en el propio gabinete presidencial ya le han dicho que no haga olas en la tranquila mar de la transición.
DE HECHO, ya le avisaron que tenga sus cuentas en orden, porque la nueva administración llegará con una lupa muy grande a revisar toda su gestión.
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¡SHHH! Por suerte Donald Trump no lee periódicos, pero de todas formas no le recuerden que el próximo canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en su momento apoyaba a Hillary Clinton y hasta promovía el voto de los migrantes en su favor.
No vaya a ser que el futuro secretario comience su gestión tropezándose con un tuitazo desde la Casa Blanca.
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DE LO que fue el PAN, quedan migajas y aun así se las pelean. Mientras en la pandilla albiazul del GOAN se habla de impulsar a Miguel Márquez o a Marko Cortés a la dirigencia nacional, algunos panistas de viejo cuño tienen una idea muy distinta.
DICEN que Acción Nacional necesita regresar a sus raíces y retomar su identidad, esa que se fue diluyendo desde que ganaron la Presidencia y que de plano se perdió en este proceso electoral.
Y en ese sentido promueven los nombres de dos viejos cuadros, más cercanos a la doctrina que al pragmatismo: Fernando Canales Clariond y José Guadalupe Osuna Millán.
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AL GRITO de “los niños, los maestros y las ratas primero”, el Panal se hunde en la pérdida del registro y la fragilidad de lo que se creía el poderoso SNTE queda al descubierto.
POR ESO la burocracia magisterial que encabeza Juan Díaz de la Torre -que hasta sin diputación plurinominal se quedó- anda desesperada buscando cómo acercarse a Esteban Moctezuma.
A VER si los maestros turquesas no terminan tocando la puerta de quien fuera el yerno incómodo del magisterio, Fernando González, como paso previo a pedirle perdón de rodillas a Elba Esther Gordillo.