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SERPIENTES Y ESCALERAS

 
La debacle del sistema político mexicano pasa por los congresos. En lugar de ser un espacio de representación popular o un contrapeso político para los ejecutivos, las cámaras se convirtieron desde hace años en cómplices de quien ostenta el poder. Ser diputado en Morelos es un deshonor muy lucrativo en términos económicos.

 

De principio a fin la actual legislatura de Morelos ha dado de que hablar. Desde su conformación en el año 2015 cuando 11 fuerzas políticas quedaron representadas en los 30 espacios que la integran, hasta ahora cuando a unas semanas de que concluya su periodo deciden con sus últimas acciones terminar de hundirse en el descrédito público, nuestros diputados se han convertido en sinónimo de traición y vergüenza. Nada bueno han hecho los legisladores por Morelos; lo único plausible de esta historia es que probablemente no volvamos a ver a ningunos de ellos en ningún cargo público o puesto de elección popular.

A lo largo de las últimas dos décadas hemos visto como las legislaturas morelenses van superándose una a otra en abusos, arbitrariedades y excesos. Cómo olvidar aquel grupo de diputados entre los que estuvieron Jorge Messeguer, Guillermo López Ruvalcaba o más recientemente la legislatura de Jorge Arizmendi y Omar Guerra. Todas sin excepción han sido terribles, han cometido excesos y han abusado del poder; salvo honrosas excepciones, son historias que nos permiten entender el porqué del hundimiento del sistema político mexicano y la crisis en Morelos.

Desde aquella legislatura del final del siglo pasado en la que estuvo Víctor Saucedo, cuando el PRI perdió el poder en el estado y en un arranque de cólera, lo que algunos llamaron diarrea legislativa, priístas y perredistas sesionaron a todo vapor para quitarle al nuevo gobierno el manejo de distintas áreas y amarrarle las manos en la toma de decisiones, lo único que hemos visto son historias nauseabundas. Era el final de los tiempos de gloria del PRI y fieles a su costumbre y naturaleza, priístas y perredistas con el asesoramiento de Armando Ramírez Saldivar y José Luis Correa Villanueva cambiaron las leyes para entorpecer el funcionamiento de la nueva administración.

Tampoco pueden olvidarse las oscuras y profundamente corruptas legislaturas del PAN, particularmente en las que estuvieron Javier López, Oscar Sergio Hernández Benítez, Sergio Álvarez Mata y Javier Bolaños Aguilar; ahí comenzó a comercializarse el trabajo legislativo, se le puso precio a cada voto y aparecieron las maletas de dinero que los diputados recibían cada vez que aprobaban alguna reforma a modo o por interés del gobierno en turno.

Financieramente hablando las legislaturas también fueron creciendo de manera desproporcionada a su función pública y representatividad social; la última del siglo pasado (1997-2000) tuvo un presupuesto de alrededor de 100 millones de pesos anuales que se manejaban con cierta discrecionalidad, pero cuidando las formas para no verse tan abusivos en el manejo del dinero. Ahí el abuso era político y de poder, no tanto económico.

Luego vinieron las legislaturas de Fernando Martínez, de Gilberto Alcalá, de Tania Valentina, de Javier Estrada, de Juan Ángel Flores, de Manuel Martínez, de Javier Estrada, de Javier López y por supuesto la actual; en ellas el saqueo ha sido sin pudor ni límites. Hoy el congreso de Morelos tiene un presupuesto anual superior a los 500 millones de pesos y no les alcanzó a los 30 diputados.

Pero los abusos de los legisladores no han sido sólo en materia económica, las últimas cuatro legislaturas han sido de principio a fin en una extensión del gobierno estatal y un negocio de los integrantes de la junta política. El dinero presupuestado no les bastó a los diputados actuales, cada cierto tiempo llegaban a las oficinas legislativas maletas con dinero, mismas que se repartían de manera discrecional entre casi todos los integrantes del congreso. Las historias sobre los fajos de dinero que recibía son llamativas desde hace años, como aquella en la que un legislador detalla que las fechas escritas en las cintas bancarias eran de varios meses antes de que el dinero les fuese entregado. “Rodrigo tiene un cuarto lleno de efectivo y de ahí lo toma para mandárnoslo ”

Para entender la debacle del sistema político mexicano y el hartazgo de la gente con la clase política no basta analizar lo que hay hecho los titulares del ejecutivo, también es necesario revisar la actuación de los otros dos poderes. En Morelos los ejemplos son terribles: ejecutivo, legislativo y judicial se han convertido en una misma mafia que comparte intereses, negocia canonjías y abusa sistemáticamente del poder y de la gente. En el estado la división de poderes dejó de existir hace mucho tiempo; hoy la entidad es un pequeño reino que administra el gobernador en turno con su familia y sus amigos.

En unos días más concluirá la 53 legislatura de Morelos y como cada tres años se irá dejando la impresión de que fue la peor de la historia. Los que se van son diputados que desde el principio mostraron a qué venían, pusieron precio a sus acciones y sumaron su fuerza a Graco Ramírez. Los actuales legisladores no sólo olvidaron la representación social que la gente les otorgó a través del voto popular, desde el principio se convirtieron en los principales enemigos de la sociedad, actuando en contra de los intereses públicos y a contrasentido del bien común.

Paco Moreno, Alberto Martínez, Mario Chávez, Beto Mojica, Norma Popoca, Jaime Álvarez, Javier Estrada, Julio Yáñez, Julio Espín, Bety Alatriste, Hortencia Figueroa, Silvia Irra, Enrique Laffitte, Edwin Brito, Carlos Alaníz, Francisco Santillán y Esaú Modragón son quienes llevaron la voz cantante en la legislatura 53 y a quienes los ciudadanos les deben la modificación o creación de diversas leyes en perjuicio del estado; también se les recordará por haber sido la primera línea de ataque de Graco Ramírez desde el congreso.

Los legisladores actuales hicieron de todo: quebraron al parlamento, endeudaron al estado autorizándole diversos créditos al gobernador, cambiaron leyes para que el jefe del ejecutivo pudiera vender los bienes del estado y adjudicar obra pública, reformaron la constitución a petición del tabasqueño violentando la autonomía municipal y le perdonaron que de manera reiterada violara la ley en perjuicio de la ciudadanía. Al final estos diputados han cambiado leyes y modificado estructuras en los tres poderes para que Graco Ramírez no pueda ser llamado a cuentas ni llevado a juicio a pesar de profundo daño que causó a Morelos.

Internamente los diputados también hicieron de las suyas: no les bastó tener el presupuesto legislativo más grande de la historia: pidieron ampliaciones presupuestales, consumieron los recursos de la siguiente legislatura y se irán sin cumplir sus compromisos financieros. Como si no fuera suficiente varios de ellos, como Jaime Álvarez, Bety Alatriste, Julio Espín, Hortencia Figueroa, Beto Mojica o Mario Chávez jubilaron personas sin cumplir con la ley, colocaron a familiares en posiciones seguras para continuar viviendo del presupuesto y tratan de sindicalizar a sus allegados.

Por lo anterior es fácil entender el porqué del hartazgo de la gente con la clase política y el naufragio de todos los diputados actuales que compitieron por un puesto de elección popular. Nuestro congreso es uno de los peores del país, la actual legislatura concluye su gestión sin pudor y buscando hasta el último minuto la manera de abusar del cargo y dañar a la población.

Por sus actos y sus acciones la gente recordará a esta legislatura. Sólo hay algo en Morelos tan desprestigiado como Graco Ramírez: los diputados locales.

  • posdata

Ya lo advirtieron algunos integrantes de la siguiente legislatura: se revisarán las cuentas del congreso saliente, lo mismo que los nombramientos y modificaciones legales que hicieron.

Es obligado: si los futuros legisladores quieren revertir la mala imagen que les hereda la legislatura 53 es prioritario que actúen de inmediato y reviertan aquellas acciones que son ilegales, que fueron abusivas o que se hicieron para proteger actos de corrupción.

Morena tendrá los votos suficientes para hacerlo y la directriz de su líder nacional va en ese sentido; algunos diputados hablan de reducir el dinero que se otorga a la cámara de diputados, pero sin descontar que eso suceda lo primero es revertir los abusos que están cometiendo los legisladores actuales.

La vista de muchos ciudadanos se ha puesto en las acciones que el congreso 53 ha hecho a favor del gobernador: los créditos, las reformas constitucionales, los ajustes a la ley... otros más exigen que se llame a cuentas a los legisladores que quebraron las finanzas del poder legislativo y ahora están desesperados en desaparecer las pruebas de sus abusos.

Pero hay un tema más que los diputados y el futuro gobernador tienen que revisar con cuidado: el nombramiento de notarios. La reforma a la ley notarial que ha anunciado la ministro Olga Sánchez Cordero en su carácter de futura titular de la Secretaría de Gobernación advierte la importancia de este sector en las futuras acciones que se plantean para la república en lo que Andrés Manuel López Obrador ha llamado la Cuarta Transformación de México.

Basta escuchar lo que han dicho sobre los notarios y la forma como se les pretende colocar en el nuevo concierto jurídico nacional para entender que su función será de mucha relevancia en la concepción de un país diferente.

Las nuevas autoridades de Morelos tienen que revisar las patentes de notario que se han otorgado en la actual administración y el perfil de quienes ha beneficiado Graco Ramírez con una notaría, empezando por su ex secretario de administración Alberto Javier Barona Lavín, Uriel Carmona Gándara y Raúl Israel Hernández Cruz. Antes de dejar el cargo el perredista quiere otorgar dos notarías más.

Las notarías son patentes que otorga el ejecutivo, que se rigen bajo una ley específica, pero que dependen en los estados del secretario de gobierno. Habría que preguntar a la comunidad notarial qué opinión le merece el actuar de la presente administración en su ramo y los méritos de quienes han recibido notarías de parte del gobierno de Graco Ramírez.

Si la próxima administración pretende dar un cambio al modus operandi de la mafia del poder, es imperativo que revise la herencia legal y estructural que le deja la monarquía tabasqueña.

  • nota

El triunfo de Morena en las pasadas elecciones fue arrollador e indiscutible la gente quería un cambio y eligió al Movimiento de Regeneración Nacional como el camino para lograrlo.

Aún y cuando existen algunas voces que critican la representatividad de los personajes electos el pasado 01 de julio en Morelos porque los ubican dentro de un fenómeno sociopolítico nacional, la legitimidad de las autoridades electas de Morena está fuera de duda. La gente decidió que fueran ellos quienes estuvieran al frente de las instituciones y apostó por ese partido para tratar de cambiar las cosas en México y en Morelos.

La responsabilidad de Morena en esta nueva etapa del país y del estado es enorme, la gente confía en ellos, pero difícilmente les aguantará que repitan los abusos y excesos de sus antecesores. La población los eligió porque representaban un cambio, porque eran otra cosa, no para que el robo continuara con camisas de otro color.

Por eso es muy importante que los morenistas tengan claros sus objetivos y el alcance de su responsabilidad, que entiendan que el borrón y cuenta nueva no es una opción y la amnistía política no es viable. Muchos de quienes integran Morena son figuras que sufrieron en carne propia la persecución gubernamental y como la mayoría están en desacuerdo con la forma como se ha ejercido el poder en los últimos años. Repetir lo mismo de siempre, insisto, no es opción.

Para poder construir un buen futuro, la gente de Morena debe conocer bien el pasado. En Morelos no es la primera vez que un color avasalla en las elecciones, ni tampoco la única en la que un partido tendrá el control de la mayoría legislativa y estará al frente de los municipios más importantes del estado. El año 2 mil el PAN arrasó en Morelos, en el 2009 el PRI se alzó con la victoria en 19 alcaldías y en el 2012 el PRD obtuvo la mayoría en el congreso local.

La gente da y quita. Ni las victorias ni las derrotas son eternas. Recuerden eso en Morena.

  • post it

Poco a poco se les extingue el poder a los gobernantes actuales. El 01 de septiembre inicia una nueva historia en el congreso y un mes después en el gobierno estatal. Los que vienen no serán años fáciles para las familias gobernantes.

  • redes sociales

¿De qué le sirvieron al gobierno estatal cinco años de troleo en redes sociales y primeras planas en los periódicos rosas?

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