Que a diferencia de representantes de al menos tres secretarías de Estado, que ya se reunieron con los equipos de transición de Andrés Manuel López Obrador, los miembros del gabinete de seguridad nacional recibieron la instrucción de hacerlo hasta que se entregue la constancia de mayoría al próximo presidente de la República.
Ha sucedido lo contrario con funcionarios de dependencias como Economía y Relaciones Exteriores, que están a cargo de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y de Comunicaciones y Transportes, que revisan la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, quienes han sostenido diversos encuentros con futuros servidores públicos.
:Que en Morena, encabezado por Yeidckol Polevnski, están más que revueltos con el tema del fideicomiso, pues por más que ahora intentan vender la versión de que el partido nada tiene que ver con su creación, están de evidencia los videos en los que el propio Andrés Manuel López Obrador presumía cómo iban en la entrega de recursos mes a mes, sin mencionar que prácticamente todos los integrantes comparten militancia.
Constan también las repetidas ocasiones en las que en las plazas públicas decía que Morena era el único que estaba apoyando a los damnificados, que había formado un fideicomiso para este fin y que los recursos eran del partido y de sus integrantes, adicional a los 500 mil pesos que, dijo, él mismo aportó de las regalías de su último libro.
:Que la reunión de la dirigencia del PAN, encabezado por Damián Zepeda, para “analizar” los resultados electorales del pasado 1 de julio, sirvió solo para lamerse las heridas entre amigos, pues no hubo autocrítica ni un ápice de reclamo de alguno de los asistentes.
El episodio, dicen sus detractores internos, muestra poco interés para realmente devolver al partido a los principios de sus fundadores y abrirse a la sociedad, reclamo evidente de quienes, como los gobernadores, no asistieron en protesta.
:Que empresarios de Tamaulipas, en voz de Christian Edoardo Pérez Cosío, se quejan de “acoso” de la Fuerza Civil de Nuevo León contra los automovilistas cuyas placas son de aquel estado, por lo que exigieron al gobernador Jaime Rodríguez no que les corte las manos a los uniformados que se exceden, pero sí que se las amarre.