Por qué el TLCAN sí puede quedar en agosto
López Obrador is a terrific person, dijo ayer el presidente Donald Trump, quien señaló que ambos están hablando de hacer algo “muy dramático, muy positivo”, para los dos países.
Este fin de semana AMLO reveló el contenido de la carta enviada a Trump hace semana y media en la que le dice: “ambos sabemos cumplir lo que decimos y hemos enfrentado la adversidad con éxito. Conseguimos poner a nuestros votantes y ciudadanos al centro y desplazar al establishment o régimen predominante”.
Este intercambio de cumplidos entre los dos mandatarios cae en medio de señalamientos hechos por el secretario Guajardo, el negociador de AMLO, Jesús Seade, y otros, a propósito de que existe una ventana de oportunidad para concluir la negociación del TLCAN en el mes de agosto.
No sabemos si será así, pero lo que ya es un hecho que este viernes habrá una cumbre ministerial de los tres países del TLCAN, cuando la última fue celebrada a principios del mes de mayo. Al parecer, hay razones para volver a reunirse.
Más allá del avance que hay en gran cantidad de capítulos del acuerdo, los puntos que impidieron seguir adelante tienen que ver con las reglas de origen en el sector del automóvil; el tema de la extinción automática del Tratado cada cinco años; la idea de debilitar el sistema resolución de controversias y las restricciones a las exportaciones agropecuarias a EU por razones de estacionalidad.
No hay indicios, al menos de carácter público, que señalen que hay un cambio de actitud por parte del gobierno de EU en esos temas concretos.
Igualmente, ni México ni Canadá han dicho que podrían aceptar un acuerdo en los términos propuestos por el negociador de EU, Robert Lighthizer.
¿Qué puede hacer creíble entonces que ahora sí haya posibilidad de avanzar cuando no se pudo en casi tres meses?
La única posibilidad es que Trump realmente haya cambiado su actitud.
Ni sería la primera, ni tampoco la última vez que lo hiciera. Puede haber una explicación.
La aprobación al trabajo de Trump –de acuerdo al promedio de encuestas que calcula RealClearPolitics– sigue en 43.5 por ciento y desde el primer trimestre del año pasado no ha logrado subir de ese nivel.
En contraste, lo desaprueba el 52.6 por ciento de los electores, lo que eventualmente se reflejaría en la pérdida de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes en noviembre.
Para buscar el respaldo de otros sectores y buscar pelear la elección intermedia, necesita ofrecer resultados y el TLCAN renegociado puede ser uno de ellos… siempre y cuando pueda mostrarse como un logro de su administración.
Al igual que EU, no es remoto que AMLO y sus colaboradores sean más proclives que el gobierno actual a ceder algunos temas para conseguir un acuerdo.
Es muy diferente un primer año de la administración de AMLO con un TLCAN renegociado que sólo habrá que ratificar, frente a un cuadro incierto en el que cabe incluso la posibilidad de que EU abandone el acuerdo.
Bajo esas consideraciones, sí es factible que entre agosto y septiembre se llegue a un “apretón de manos” en la negociación y sólo quede la tarea de redactar el Tratado en sus detalles jurídicos, para luego firmarlo y someterlo a ratificación.
No conviene, sin embargo, olvidarse que Trump es voluble e inestable y que bien puede dar un giro a su posición por razones insospechadas. Así que hay que ver con reservas el cuadro de optimismo que hoy existe.