LAS EXIGENTES Y AMBICIOSAS EXPECTATIVAS SOCIALES SOBRE LA PRÓXIMA LEGISLATURA LOCAL.
A una semana y un mes de que inicie la Quincuagésima Cuarta Legislatura local, al parecer no hay la definición de un proyecto legislativo de quienes obtuvieron el voto por la vía directa; sin embargo, la sociedad espera mucho de éstos personajes.
De las diputadas plurinominales, habrá que esperar porque de las ocho que entraron, solamente tres cuentan con experiencia política o en la administración pública, del resto carecen de la misma.
Los 12 diputados electos por la confianza popular, no por la dádiva de la “democracia”, deben ya definir su planteamiento filosófico, legislativo y como representantes populares cuál será su línea de trabajo.
De momento, con un estado en ruinas, ya celebraron mucho y es necesario que presenten de manera pública su plan de trabajo, al menos para los primeros cinco meses en funciones.
Esto es necesario porque la sociedad está ávida de respuestas inmediatas sobre algunos temas, sobre todo aquellos que les causan problemas en su bienestar y forma de colaborar con las autoridades.
Cada sector social tiene diferentes propuestas que otorgar hacia la próxima Legislatura estatal, pero también ofrecer las formas de apoyarlos para que haya una solución inmediata.
De hecho, hay sectores sociales que solamente esperan ver a su diputado electo, local o federal, para presentarle propuestas de solución y acordar con ellos las formas en que van a definirlas.
Así como hace seis años hubo una esperanza de cambiar el rumbo del estado, hoy la comunidad morelense y sus residentes están ávidos de un cambio verdadero y sobre todo el acabar con la corrupción del presente sexenio, que rebasó todos los límites.
De ahí que los primeros en asumir su cargo son los diputados locales y federales, el primero de septiembre, es por ello que deben presentar de inmediato sus propuestas de trabajo.
Con tres semanas del festejo de un triunfo contundente, incuestionable y con todo el apoyo del pueblo hay el suficiente sustento para que los 12 ganadores de una curul realicen su compromiso con la sociedad de manera abierta y franca.
De hacerlo en el menor tiempo posible, seguramente que hasta quienes no les dieron la confianza por 500 pesos o una bolsa de frijoles con gorgojos los apoyarán, porque también son personas con hartazgo y que por hambre vendieron su voto.
De 12, la sociedad espera resultados inmediatos, prontos y que sean para beneficio de todos, porque hoy está cansada de discursos emitidos por mitómanos de la política, que hicieron del servicio público una cuenta bancaria personal y muchos negocios.
Los diputados locales electos tienen hoy la posibilidad de cambiar el destino de Morelos antes de ocupar la curul que les pertenece, no con palabras y si con acciones que vayan de la mano con el pueblo morelense.
Para fortuna de los morelenses, los 12 diputados locales electos son nativos e hijos del agrarismo cuya semilla fue sembrada por el Generalísimo Don Emiliano Zapata Salazar, situación que provoca confianza en que no van a traicionar.
Pero por hoy deben dejar el festejo y salir a las calles, a los más de 400 pueblos como decía Don Lauro Ortega Martínez, para comprometerse con la sociedad que los espera para trabajar de manera conjunta.
De las diputadas plurinominales hay dudas, sobre todo porque algunas son conocidas más por sus mañas en Legislaturas anteriores y no por ayudar a los morelenses y sus residentes.
Tal es el caso de Tania Valentina Rodríguez Ruiz, quien es la segunda ocasión que llega a una curul y seguramente tendrá más del 90 por ciento de las inasistencias a sus labores, como ocurrió en la Quincuagésima Primera Legislatura local.
Tania, como diputada local, solo se dedicó a cobrar, cobrar, cobrar y cobrar, pero sin dejar ningún beneficio para la sociedad, solo para ella.
La otra es Rosalina Mazari Espín, quien también ocupa por segunda ocasión una curul en el Poder Legislativo, ya es conocido su “trabajo” en el Poder Legislativo y solamente lo hace para beneficio personal.
De la diputada plurinominal del PRI no se espera nada, incluso ni sus propios compañeros de partido tienen una expectativa sobre su labor porque no colabora ni con sus cuotas partidistas.
Y de Melissa Torres Sandoval, ni hablar de ella porque como diputada federal pasó entre los levanta dedos, como local solamente su labor será ir a unas cuantas sesiones ordinarias a pasar lista. ¡Ya veremos y balconearemos!.