¡Gracias por la barbarie contra maestros!
Sin duda que la escena indigna y ofende. Sin duda provoca rabia y hasta llama a una reacción violenta.
Y es que la denigración, la ofensa y el mensaje de exhibir a maestros vejados —rapados y obligados a caminar descalzos con el sambenito de traidores— no solo es ejemplo de la barbarie de los dizque profesores de la CNTE, sino retrato del futuro que prometen quienes promueven y defienden esa educación y a esa mafia.
Y es que vejar de esa manera a los maestros que piensan distinto y que cumplen con su deber, vejar a quienes se niegan a seguir el camino de la barbarie, es el regreso a la Edad Media, a los tiempos de la Inquisición, en donde los herejes eran exhibidos con el “sambenito” del pecado; es el mejor ejemplo de que la CNTE, AMLO, Morena y toda la claque que los acompaña apuestan por el fascismo, por la intolerancia, por destruir la democracia.
Por eso —y a riesgo de que la “legión de idiotas” no entienda nada— la sociedad mexicana debiera dar gracias a los bárbaros de la CNTE, al fascismo que promueven y defienden y a los impostores que apuestan por la destrucción de la democracia. ¿Y por qué debiera la sociedad decir gracias?
Gracias, por mostrarle a México y al mundo su intolerancia, su atraso social, su incapacidad para entender el pensamiento distinto; gracias por exhibir todos los días que lo que menos les importa es la educación y que su verdadera vocación es el autoritarismo y la antidemocracia. Gracias, porque le dieron a millones de mexicanos la mejor lección de lo que no podemos tolerar como educación y lo que debemos eliminar de una sociedad democrática como la que queremos.
Gracias, porque al recurrir a la vejación de los maestros que sí quieren cumplir con su apostolado, confirman no solo que la reforma educativa es exitosa y es el camino correcto; gracias, porque con la barbarie que muestran contra los profesores de verdad, la CNTE ratifica que se quedó anclada en la Edad Media, que lo suyo es el atraso educativo, ideológico y político, que la enseñanza que dicen impartir es, en realidad, el regreso a los tiempos más negros de la persecución del pensamiento libre.
Gracias por mandar a todo el país y al mundo el mensaje de profesores rapados y obligados a caminar descalzos con el “sambenito” de “traidores”, porque confirman que para muchos maestros mexicanos —sean jóvenes o viejos— el magisterio sigue siendo apostolado y los maestros de verdad siguen siendo mártires capaces de resistir con coraje y dignidad la ignorancia, la ignominia, el atraso, la intolerancia y la barbarie.
Gracias, porque la mafia de la CNTE y sus rapaces líderes exhiben de cuerpo completo los fines aviesos de su promotor y candidato presidencial, el señor Andrés Manuel López Obrador. Gracias, porque ya sabemos el tipo de sociedad a la que aspira AMLO si gana en 2018; si gana Veracruz o cualquier pueblo o ranchería. Gracias, porqueAMLO apuesta al regreso de la Edad Media, a la moderna versión de los inquisidores y la persecución de maestros y demócratas. Y esa gran lección colectiva merece un sonoro ¡gracias!
Y gracias, porque los bárbaros que vejaron a los maestros son, al mismo tiempo, servidores públicos. Y en tanto servidores de la sociedad se hacen acreedores a delitos y son violadores de los derechos humanos de aquellos profesores a los que vejaron. ¿Y las comisiones de derechos humanos? A esas les vale madre la vejación de los maestros y mantendrán intocados a los mafiosos de la CNTE.
Sin duda dolorosa e indignante, pero ejemplar lección. Y por eso, gracias.
Al tiempo.