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SERPIENTES Y ESCALERAS

 
Graco Ramírez ya inició su defensa contra los señalamientos de Cuauhtémoc Blanco. Su estrategia será legal, pero sobre todo política. La descomposición del ambiente social y el incremento de la inseguridad al final del sexenio no son casualidad.

 

De principio a fin el sexenio de Graco Ramírez se caracterizó por la violencia: violencia en las calles en forma de asaltos, ejecuciones, secuestros, extorsiones, robos en unidades del transporte público, bancos y casas habitación, cobro de piso y asesinatos, pero también violencia gubernamental y política contra todos los que no se sometieron a las ocurrencias del gobernador, a las ambiciones de su familia, a quienes se quejaban o simplemente pensaban diferente a la clase gobernante. Al final del régimen la historia no ha cambiado: el gobierno del tabasqueño concluye entre sangre y manifestaciones, pero con una percepción generalizada ¿El perredista utiliza la inseguridad para desestabilizar al gobierno de Cuauhtémoc Blanco?

La historia política de Graco Ramírez ha estado ligada siempre al gobierno, a la inseguridad y a la traición; por muchos años se ha mencionado que el tabasqueño era un esquirol del PRI en la izquierda, una figura que se alquilaba para desestabilizar y pactaba en lo económico con las figuras de poder. Antes de incorporarse a la izquierda, Graco Ramírez militó en las Juventudes Revolucionarias del PRI en el Distrito Federal (ahora Ciudad de México) junto a Juan Salgado Brito; desde entonces se conoció su estilo de golpear con la izquierda y cobrar con la derecha.

La única elección que ha ganado Graco Ramírez en su larga carrera política fue la del 2012, cuando lo arrastró la ola de Andrés Manuel López Obrador; antes de ello el perredista siempre ocupó espacios plurinominales y cargos por designación, sin mencionar las asesorías que por muchos años cobró en diferentes oficinas del gobierno federal, como la Lotería Nacional.

Hasta antes de ocupar un escaño en el Senado de la República Graco Ramírez no gozaba de solvencia económica, de ahí el “préstamo” que recibió de Carlos Ahumada en la época que Rosario Robles fue jefa de gobierno del DF. Como senador el perredista estuvo en la comisión de energía y desde ahí operó para el presidente Felipe Calderón la reforma energética, lo cual le generó grandes dividendos económicos, le permitió financiar su campaña del 2012 y negociar en México su triunfo en las elecciones de Morelos.

La bonanza económica de Graco Ramírez y de su familia vino junto con la gubernatura; al asumir el poder la familia tomó el control de las finanzas estatales y canalizaron todas las obras y los contratos a sus allegados. El primer objetivo fue abultar la cartera y para ello era indispensable manejar todas las oficinas encargadas del dinero en las dependencias. Ahí apareció una nueva generación de funcionarios, todos con el mismo perfil personal, casi de la misma edad y todos allegados a Rodrigo Gayosso.

Una cosa llevó a la otra en este sexenio: el poder generó dinero y el dinero multiplicó las ambiciones. La de Graco Ramírez es la administración que más endeudó al estado de Morelos en toda su historia y el gobierno que encabeza el perredista es considerado el peor de toda la historia de nuestra entidad. En seis años el PRD pasó de ser la primera a la tercera fuerza estatal y de controlar el congreso ahora tendrá un sólo diputado plurinominal.

Toda esta historia es la base de lo que vendrá en los próximos meses. Los excesos cometidos por el gobierno de Graco Ramírez no quedará impunes, la administración entrante está decidida a ir a fondo y hasta donde tope y desde México hay autorización para que eso suceda. Los elementos para actuar en contra de Graco Ramírez, de su esposa y de su hijos están en todos lados y ya se investigan desde diferentes oficinas en el estado y en la capital del país.

El tabasqueño tiene claro que vienen tiempos difíciles, por ello su desesperación por tender puentes con la nueva administración y sus llamados a la concordia; “paremos esta locura” dice el tabasqueño, al tiempo de justificar los abusos de un congreso que presume autonomía, pero responde a ciegas a sus indicaciones.

Es por todo ello que se debe observar con mucho cuidado lo que está ocurriendo en Morelos al final del sexenio: la violencia ha estado presente a lo largo de los seis años de Graco Ramírez, pero ahora hay algunas señales que advierten que desde la oficina del gobernador se está politizando el tema para generar mucha tensión al próximo gobierno desde su primer día.

El perredista lo ha dicho: implementará una defensa legal ante las acciones que vienen en su contra, pero también tiene lista una estrategia política para desestabilizar socialmente al gobierno de Cuauhtémoc Blanco.

Graco Ramírez tiene una larga carrera política, siempre ligada al poder, aprovechando las coyunturas sociales con temas delictivos y convencido de que la traición no es una falta moral, sino una estrategia política.

El plan desestabilizador del tabasqueño ya se puso en marcha y viene teñido de sangre.

  • posdata

La mañana de ayer circuló en redes sociales un video grabado por supuestos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación; en él, un grupo de encapuchados amenazan al comisionado de seguridad del estado y a otras personas más, los acusan de encubrir a delincuentes y advierten que habrá más violencia en la entidad.

Horas más tarde Alberto Capella dio una rueda de prensa para hablar del tema y fijó la postura el Gobierno de Morelos. Esto dijo el comisionado de seguridad

1-     Hemos redoblado la seguridad en el estado y trabajamos de manera cercana con la Comisión Nacional de seguridad.

2-     Capturamos a centenares de personas dedicadas al crimen organizado, erradicamos en tu totalidad al grupo delictivo Guerreros Unidos que operaba en la zona metropolitana y el oriente del estado, disminuimos en 90% la operación y poderío del cártel de Los Rojos y desarticulamos en su totalidad a los grupos delictivos que operaban en el oriente del estado, como la Familia Michoacana.

3-     En México los espacios vacíos que estos grupos han dejado en sus actividades ilegales pretenden ser ocupados o por ex colaboradores de estas organizaciones que intentan crear otros grupos delincuenciales o por organizaciones locales o de otros estados.

4-     Las expresiones que se hicieron en campaña, prometiendo modificar los esquemas institucionales de seguridad locales (Mando Único), prometiendo regresar al pasado, es decir, a lo que había antes del 2012, generan dos fenómenos: desequilibrio interno en las instituciones policiacas, en donde los elementos empiezan a “futurear”, realizando reuniones y organizaciones, relajando actividad diaria, y por otra parte una evidente intención de grupos criminales de otras regiones del país para venir y establecerse dados los múltiples mensajes públicos de cambiar y modificar los esquemas y la estrategia de seguridad que han sido exitosos en Morelos.

5-     Se analiza la veracidad de la información (del video del CJNG) para tomar las medidas pertinentes; podemos afirmar que (el video) no fue realizado en territorio morelense y tiene mucha similitud con algunos que han circulado en otras regiones del país.

6-     La intención de algunos grupos de mandar un mensaje de desorden social es el caldo de cultivo que grupos delictivos de Jalisco, Michoacán y Tamaulipas buscan para generar espacios de control fuera de sus entidades.

7-     Hago un exhorto para que los responsables del equipo de transición del partido ganador en las elecciones del 01 de julio se acerquen al Grupo de Coordinación Morelos para que vayan conociendo la realidad delincuencial, los retos, las amenazas, los avances y las asignaturas pendientes.

8-     Ni para quienes vienen en el gobierno entrante, ni para quienes vamos de salida es conveniente la debilidad institucional; los verdaderos enemigos de la sociedad y nuestros, son los miembros de estos grupos criminales que laceran la dignidad de los ciudadanos, ellos deben ser el objetivo común.

9-     El gobierno no bajará la guardia, permaneceremos trabajando en unidad con la Fiscalía Local, con la Sedena, con la Marina, con Cisen y PGR; en Morelos nadie por encima de la ley.

Dos puntos sobresalen en el mensaje del comisionado de seguridad en Morelos (quien “futureando” ya se siente el jefe de la policía de la Ciudad de México con Claudia Sheinbaum):

a)     Las promesas de Cuauhtémoc Blanco de acabar con el Mando Único son, dice, la causa de que la inseguridad se disparara y la delincuencia se fortaleciera.

b)     El equipo de Transición no se ha acercado a ellos, no tiene información sobre el tema, no conocen la realidad del estado y hablan sin fundamento.

Ahora resulta que el repunte de la violencia es culpa del ex seleccionado nacional.

  • nota

A unas semanas de que concluya el régimen de Graco Ramírez en Morelos se ha desencadenado una fuerte oleada de inseguridad y violencia que se conjugan con aspectos de tipo político que enrarecen el ambiente social, complican la transición y volverán muy complicado el cambio de poderes.

El tabasqueño no ha parado sus ataques contra Cuauhtémoc Blanco, le pone piedras en el camino, se rehúsa a entregarle información documental sobre el estado que guarda la administración estatal y con el apoyo de los diputados sigue modificando leyes y reglas de operación para quitarle todo el control posible y complicarle su actuación como jefe de gobierno.

En el tema de seguridad, un experto en la materia me comparte una analogía sobre lo que está ocurriendo en Morelos al final del sexenio del PRD:

“Imagina que vas caminando con dos perros muy agresivos, los tienes controlados con una correa y aunque de cuando en cuando te jalan, muerden a alguien o con sus ladridos espantan a los demás, las correas con las que los sujetas impiden que lastimen más o causen daños irreparables.

Los perros son los grupos delictivos y quien lo sujeta es el gobierno; las correas son las policías y cada quien decide que tan largos o cortos son los cintos; esto último, lo largo, son las estrategias de seguridad.

En Morelos Graco Ramírez soltó las correas y dejó libres a los perros, por eso las cosas se están yendo de control.

Lo que quiere es colapsar al gobierno de Cuauhtémoc Blanco.”

post it

Lo que hicieron los diputados actuales al final de su periodo si tiene nombre, se dice abuso; lo que no tiene es madre.

La legislatura 53 pasará a la historia como la peor que ha tenido Morelos y sus integrantes no merecen tener nunca más una oportunidad de ocupar un cargo público o un puesto de elección popular, especialmente aquellos que tuvieron el control político y económico de la cámara.

Un tema causo una profunda indignación entre los ciudadanos: las jubilaciones. Muchos tuvimos conocimiento de los funcionarios y ex funcionarios que recibieron ese beneficio, aunque no cumplían con la ley; para hacerlo se recurrió a una serie de artimañas legales, tráfico de influencias y falsificación de documentos que son fácilmente identificables si la información presentada se cruza con los registros de Hacienda, el IMSS o el ISSSTE.

Son muchas las personas que fueron jubiladas hace unas semanas por la actual legislatura, más de las que se han hecho públicas. Algunas recién cumplieron los 40 años de edad y otras (aunque usted no lo crea) apenas rebasan los 30 años de edad.

Ya lo advirtieron los diputados electos: se revisarán las acciones y las decisiones tomadas por este congreso y se revertirán aquellas que sean ilegales.

Casos como el de Ulises Vargas, quien a sus 36 años fue jubilado y ahora cobra como diputado luego de que Francisco Santillán se separó de manera definitiva del cargo merecen un análisis aparte.

Esto último puede ser técnicamente legal, pero no deja de ser un abuso. Por este tipo de sujetos la gente decidió darle la espalda a los políticos de siempre.

  • redes sociales

¿Alguien quiere conocer el tamaño de la corrupción que hay en la Legislatura 53?

Empiecen por revisar el Fondo para el Desarrollo y Fortalecimiento Municipal que crearon con recursos que le quitaron a los ayuntamientos. Por cierto: Ana Guevara, la diputada electa de Movimiento Ciudadano estuvo ahí.

  • es viernes

Hoy toca.

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