-75.6 mdp recibieron de salario los 30 diputados en los tres años de su gestión
-Sin contar adquisiciones de otra índole, cuyo costo fue absorbido por la sociedad; pasarán a la historia por sus excesos e imposiciones
Alrededor de 75 millones 600 mil pesos recibieron de salario los 30 diputados de la 53 legislatura durante los tres años de su gestión (sin contar adquisiciones de otra índole), cuyo costo fue absorbido por la ciudadanía. Estos representantes populares pasarán a la historia por sus excesos, imposiciones y dispendios.
La dieta (importe neto bruto mensual) de cada legislador fue de 70 mil 812 pesos al mes, de acuerdo al portal del Congreso, con una deducción de siete mil 958.98. En un trienio se multiplicó el influyentísimo legislativo. Y, en el cierre, los anhelos electorales de varios de ellos fueron castigados por la ciudadanía.
Sus reformas fueron, en gran medida, dolosas: pensiones áureas a favor de familiares y personas que no cumplieron con los requisitos; desviación de montos destinados hacia la detonación económica de la entidad (el llamado “albazo” o “madruguete” contra la clase empresarial), entre otras.
El descrédito que los caracterizó en la opinión pública tomó tintes de estridencia. Por ejemplo, en el marco del proceso electoral, la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional dio a conocer un desvío millonario de los recursos económicos del Congreso para la campaña del entonces candidato a la gubernatura por el Partido de la Revolución Democrática, Rodrigo Gayosso Cepeda, acusando que Hortencia Figueroa Peralta y Julio Espín, fueron los encargados de hacer estos desvíos.
Además, fueron acusados de hacer un mal uso del dinero del Congreso, cuando todavía tenían adeudos con los trabajadores y proveedores. El encono de la ciudadanía fue tal, que hace dos semanas integrantes de la asociación cívica morelense “Gustavo Salgado Delegado” arrojaron decenas de huevos al recinto legislativo en señal de inconformidad por las reformas y jubilaciones ‘doradas’.
Algunos más, cegados por sus apetitos insaciables, impusieron a amigos en el sindicato, sin reunir los requisitos indispensables que marca la ley del ramo.
El gobernador electo, Cuauhtémoc Banco Bravo, en noviembre de 2017 (entonces edil de la capital), luego de que los diputados de Morelos le autorizaron al gobernador Graco Ramírez la contratación de un nuevo crédito por más de dos mil millones de pesos, exhortó a los ciudadanos a ponerle un ‘hasta aquí’ a las acciones de corrupción.
La interrogante es: ¿quién los juzgará?