¿Y DÓNDE ESTÁN LOS NUEVOS DIPUTADOS QUE INICIAN SU GESTIÓN EL 1 DE SEPTIEMBRE?...
Faltan 27 días para que inicie la Quincuagésima Cuarta Legislatura estatal y todavía no hay un planteamiento laboral preciso, que la comunidad conozca cuáles serán sus primeras acciones.
La definición principal debe venir de los 12 diputados que obtuvieron la confianza ciudadana: primero, en definir quién será el que coordine sus trabajos; segundo la conformación de la Mesas Directiva y la Junta Política y de Gobierno, así como la definición del cuáles serán las oficinas que ocuparán físicamente.
Esto porque al interior del partido del Movimiento de Regeneración Nacional, siguen sin definirse, sin entrar en una estrategia de trabajo Legislativo y de cómo desde ahí iniciar con un nuevo cambio de rumbo del estado.
La conformación de la Mesa Directiva porque conforme al Reglamento y Ley Orgánica del Poder Legislativo, reformada en la actual Legislatura local podrán aspirar a tener un espacio dentro de la misma aquellos grupos parlamentarios que tengan cinco o más integrantes dentro de la misma.
Sin embargo, la hoy chiquillada partidistas como el PRI, PAN, PRD, PT, PES y PH solamente contarán con un diputado de representación proporcional o plurinominal, situación que solamente les otorga el derecho de tener una vocalía en las comisiones legislativas.
En otras palabras no podrán tener acceso a conformar la Mesa Directiva con un Presidente, Vicepresidente o secretario, no así en la Junta Política y de Gobierno en donde la chiquillada tendrá su único diputado.
El punto de las definiciones sobre los espacios públicos en los que deben laborar los diputados es porque presuntamente hay un nuevo edificio que costo al pueblo de Morelos 382 millones de pesos, pero siguen sin concluirse en realidad es un cascarón mal hecho que presenta diversas fallas.
Luego entonces el elefante blanco que fue inaugurado por Graco Ramírez y y la presupuestivora Beatriz Vicera Alatriste como sede de la “casa del pueblo”, de ser ocupado dejaría en riesgo tanto a los trabajadores como a los diputados.
El asunto es que sobre la próxima conformación de la Cámara de Diputados de Morelos hay mucha incertidumbre, pero también mucha esperanza social hacia dos temas en especial: contrarreformar más de 15 leyes y tirar más de 30 jubilaciones doradas, así como ser coadyuvantes con el próximo titular del Poder Ejecutivo y encarcelar al que se va.
De lo anterior, no hay en estos momentos una versión conjunta de los 12 diputados que recibieron el voto y la confianza ciudadana de manera directa, solamente algunas expresiones aisladas.
De ahí que viene la incertidumbre social sobre la agenda política-legal de la próxima Quincuagésima Cuarta Legislatura local, que será integrada por 20 personajes y que, sin embargo, 12 tienen la obligación de responder mientras los ocho restantes sus compromisos no son sociales, sino partidistas.
El reto de los próximos diputados del estado es mayor a lo que ellos pueden imaginarse, la sociedad reclama justicia por quienes en éstos casi seis años agreden con sus mentiras, con una administración de justicia a modo y un ministerio público que va contra el pueblo.
Para la sociedad no hay proyectos a mediano ni largo tiempo, las comunidades morelenses sin llegar a un linchamiento político hoy tienen todo el sustento de una historia del último lustro, para exigir que vengan las acciones contra la corrupción, contra los ladrones de cuello blanco como el diputado Jaime Álvarez Cisneros, la diputada por misericordia de Maricela Sánchez Cortés, Beatriz Vicera Alatriste o el diputado al que todavía en Puente de Ixtla le recuerdan cuando andaba en bicicleta porque no tenía para comprarse ni un vocho, Julio Espín Navarrete, y otros más.
Es urgente que la próxima semana se observe que hay unidad y no intereses personales o de partido de quienes arrasaron en la elección del pasado primero de julio, por el hartazgo social y porque hay un pueblo que hoy exige un cambio de rumbo total.
Ya la sociedad no quiere saber de reformas legales a modo del que gobierna, de más impuestos contra la economía popular y tampoco de diputados locales que llegan en autos viejos o en el colectivo, pero en menos de un año tienen camionetas de lujo con blindajes especiales.
La medianía Constitucional en los salarios de los diputados, que tengan buenas dietas pero que no roben y que respondan al pueblo es lo que el vox populi que es la vox Dei plantea.
Ahora parece que hay un retraso de los 12 diputados locales electos en presentar cuál será su programa de trabajo, por parte de un pueblo que quiere respuestas en materia de justicia y sobre seguridad pública