I. Pececitos. En el océano de la política, también el pez grande se come al chico. Por unanimidad, la Sala Superior del TEPJF desechó las impugnaciones de los partidos Encuentro Social y Panal sobre los resultados del cómputo en los 300 distritos electorales federales relacionados con la elección presidencial y la nulidad de toda la elección. La demanda se presentó de manera extemporánea ante una autoridad distinta de la responsable. Con esto se diluyen las esperanzas de que ambos partidos modificaran los resultados electorales y lograran el 3% de la votación nacional necesario para mantenerse como partidos nacionales. Y como dicen por ahí, cuando ves las barbas de tu vecino cortar, PRD, Movimiento Ciudadano y Verde, pongan las suyas a remojar.
II. A temblar. Ante la información de que el sindicato de Pemex se cierra a la transparencia, negando información sobre salarios devengados, Rocío Nahle, futura secretaria de Energía del gobierno federal, afirmó que las empresas paraestatales dejarán de destinar recursos a los sindicatos, justo como el de Petróleos Mexicanos. Las palabras de Nahle las hubiésemos querido escuchar mucho antes: “Nosotros hemos dicho muchas veces que somos respetuosos de la política sindical. Pero el dispendio, los recursos, todo lo que fluía de las empresas a los sindicatos, ya no va a ser”, afirmó. Ya se analiza la estructura de la empresa petrolera para determinar cuántos trabajadores podrían ser recortados. Si hay un exceso de plazas de confianza, habrá modificaciones. Finalmente se van a acabar los empleados VIP.
III. Vía libre. Llegó el día y por fin se le quitará la etiqueta de “virtual” al ganador de las elecciones presidenciales. Ayer se informó que el miércoles 8 de agosto, a las diez de la mañana, se realizará la sesión solemne en la Sala Superior del TEPJF para entregar la constancia que acredita a Andrés Manuel López Obrador como Presidente electo de México. No cabe duda de que el cambio llegó. AMLO recibirá la constancia de mayoría la semana que viene. Así debió ser hace 12 años. México se habría ahorrado un gran número de muertes y sinsabores. El tribunal, para concluir la calificación de la elección presidencial, le dará finalmente a López Obrador su constancia de validez. El anhelado “diploma” que ha buscado durante 18 años. Todavía no inicia y su agenda no para. Merecido y más.
IV. Nobleza obliga. Ayer, José Antonio Meade y Andrés Manuel López Obrador desayunaron juntos. El político tabasqueño publicó un video en sus redes sociales donde indicó: “Invité a José Antonio Meade a desayunar aquí en la casa. José Antonio, el domingo primero de julio, fue el primero quien me habló para reconocer que habíamos triunfado y desearme que nos fuera bien”. Nobleza obliga, apuntó. López Obrador indicó que el priista es una persona “decente, buena y honorable”. Meade agradeció vía Twitter la invitación y le deseó el mejor de los éxitos a López Obrador. El que no estuvo muy convencido fue el PRI. Mediante un comunicado, aclaró que su excandidato acudió al encuentro por “acción personal”. La interrogante: ¿Meade formará parte del futuro gobierno? ¿Usted qué cree?
V. Evaporado. La Sala Especializada del TEPJF revocó la resolución emitida por la Sala Regional Especializada en la que declaró la inexistencia de calumnia hacia José María Riobóo Martín, por parte de Ricardo Anaya Cortés durante el tercer debate presidencial, con lo que se da por sentado que el panista sí difamó al empresario. Esto luego de que el 26 de junio, Riobóo denunció a Anaya por las declaraciones realizadas durante el debate, y en actos posteriores, las cuales constituían propaganda calumniosa al atribuirle hechos de corrupción. Anaya, quien fuera candidato de Por México al Frente, se ha esfumado de la vida pública, aceptó su derrota en las elecciones, pero luego de ello no ha tenido presencia ni siquiera en redes sociales.