En el comienzo de la próxima administración federal no habrá incentivos fiscales para las empresas, pues las prioridades serán el ahorro y generar condiciones favorables para los inversionistas, afirmó Alfonso Romo, quien será el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República.
Después de reunirse con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), explicó que ese lineamiento no será inflexible durante todo el sexenio, pues de ser necesario se analizará conforme sea preciso.
“Ya una vez que tengamos la casa en orden, entonces ya podemos hablar. Si hubiese un plan emergente lo platicaríamos con el Consejo Coordinador Empresarial”, puntualizó.
Entre los estímulos fiscales en el presente gobierno está el relacionado con el impuesto especial sobre producción y servicios a las gasolinas, el cual a inicios de año aumentó para evitar alzas abruptas en los precios de los energéticos; también en esta administración federal se implementó el programa de repatriación de capitales para incentivar la economía y la inversión, con menores tasas tributarias.
No obstante, el sector privado ha pedido constantemente la implementación de otros, como la deducción total de las prestaciones laborales, deducciones inmediatas a las inversiones para las empresas medianas, esquemas simplificados de cumplimiento fiscal para personas morales y reducir el impuesto sobre la renta.
Respecto al diseño del próximo paquete fiscal, Romo señaló que harán un análisis para ver el margen de maniobra que tendrá el próximo gobierno para atender los compromisos adquiridos.
“Se tendrá un análisis a detalle de dónde estamos y, con base en eso, el gabinete va a coordinar su nuevo presupuesto. Lo aglutinará la Secretaría de Hacienda y ahí vamos a ver qué tanto margen de maniobra tenemos”, dijo.
Señaló que, no obstante, el objetivo de la próxima administración es que no haya más deuda ni más déficit presupuestal, para tener unas finanzas sanas que den certidumbre. “Sí, está marcado que habrá un gobierno de mucha austeridad”.
En el tema de ciencia y desarrollo, Romo dijo que no se van a comprometer con llegar a 1 por ciento de inversión como porcentaje del PIB, sino que se analizará dónde se pueden concentrar los pocos recursos que se tienen.
En esa línea, aseguró que el nuevo gobierno no solo revisará los contratos de proyectos relacionados con la reforma energética, también abarcará todas las dependencias gubernamentales.
En tanto, el presidente del CCE, Juan Pablo Castañón, dijo que se acordaron 12 mesas de trabajo con el gobierno de transición para fomentar la inversión, la certidumbre y el empleo.
Explicó que con la próxima secretaria de Economía, Graciela Márquez, se abordarán algunos temas de su área; en tanto que con Luisa María Alcalde, quien estará a cargo de la cartera de Trabajo, se analizarán el diálogo obrero-patronal para la productividad y la vinculación de los jóvenes al modelo dual, entre otros.
Agregó que además se tendrá una mesa sobre estado de derecho, con Olga Sánchez Cordero, próxima titular de Gobernación, para el tema de la certidumbre jurídica; en tanto que con el propuesto para ocupar la Secretaría de Hacienda, Carlos Urzúa, se abordarán los rubros de estabilidad de las finanzas públicas, empleo formal y fomento a la inversión.
CLAVES
PRODUCTORES DE CAFÉ
Cafetaleros hicieron un llamado a López Obrador para incluir en su política agropecuaria la creación, por decreto, de la Comisión Federal del Café.
El objetivo es rescatar al sector y “cerrar la puerta a la competencia desleal” ante el ingreso de café de contrabando al país por la frontera sur.
Insistieron en que la necesidad se desprende de contar con una comisión que sea incluyente con los pequeños y medianos productores.