I. Reconstruirse o morir. Los partidos que no tuvieron los números a su favor en las pasadas elecciones están sometidos a la imperiosa necesidad de cambiar o estarían destinados a desaparecer. Para recuperar la confianza interna y externa, hay nombres que pesan por su trayectoria. José Isabel Trejo es uno de ellos. Panista con historia, representa la pluralidad y unidad de todos los grupos al interior del Partido Acción Nacional. Posee la experiencia como coordinador y trayectoria suficiente para llevar los ideales partidistas con puntualidad. El panismo debería valorar este perfil para la coordinación de sus diputados. Si quieren ser una oposición de altura, no pierdan el tiempo en conjeturas, comiencen por aquí.
II. Los rostros del magisterio. Todo indica que de la Reforma Educativa, como la conocemos hasta ahora, poco quedará después del 2 de diciembre. En la revisión de la Reforma se espera la participación de los involucrados en la educación y a la cabeza los sindicatos. Seremos testigos de cómo se comporta el SNTE, liderado por Juan Díaz de la Torre, y la reacción de sus profesores tras la libertad de la exdirigente Elba Esther Gordillo. ¿Seguirá al mando después de cinco años y medio en la cárcel? Veremos a la CNTE luchando por echar abajo la Reforma y la postura del SNTE, de Carlos Jonguitud, a cuyo sindicato le otorgaron de nuevo la toma de nota. Muy bien representados los docentes en esta reforma de la Reforma. La pregunta es: ¿con quién estarán, con el país o con el chantaje?
III. La propuesta. Tal como se esperaba, el proyecto de país que Andrés Manuel López Obrador tiene para México es ambicioso. El presidente electo planteó ante el Consejo Mexicano de Negocios el reto de crecer al doble. La reunión fue calificada por él y por los empresarios como cordial y en la que hubo confianza mutua. Expuso la necesidad de dejar atrás los crecimientos de 2% anual e incrementarlo al menos a 4%. Destacó que México puede y debe convertirse en una potencia mundial, pues cuenta con los recursos para eso, un pueblo trabajador y empresarios interesados en invertir. ¿Y entonces, qué ha faltado para detonar?
IV. Atorados. Para el Senado, los perredistas no tuvieron problemas en elegir a su coordinador, Miguel Ángel Mancera. Pero para San Lázaro la cosa cambia. El PRD no logró un acuerdo interno para definir a su coordinador en la Cámara baja y hasta el lunes se pronunciarán al respecto. La corriente Nueva Izquierda trata de evitar que los aliados de Vanguardia Progresista y Alternativa Democrática Nacional se queden con la coordinación en San Lázaro. Buscan que un legislador de Nueva Izquierda sea el líder, pues las otras corrientes tienen la presidencia del partido, con Manuel Granados, y ahora la coordinación en el Senado con Mancera. Y, por si fuera poco, el mexiquense Juan Zepeda, de la corriente ADN, quedó como vicecoordinador de los futuros senadores. Deben estar felices, los pleitos y el jaloneo son lo suyo.
V. Apertura. En estas semanas hay muchas ideas que llaman la atención, como la desaparición de Liconsa y Diconsa para transformarse en Seguridad Alimentaria Mexicana, Segalmex. Pero la incursión de la Iglesia en la política es algo que no se había visto. La Conferencia del Episcopado Mexicano aceptó la invitación formal de Andrés Manuel López Obrador para participar en los foros de consulta para trazar la ruta hacia el pacto de reconciliación nacional, informó Alfonso Miranda, su secretario general. Y será Carlos Garfias, el arzobispo de Morelia, el emisario enviado a los foros. La Iglesia no sólo colabora con sus enseñanzas y su doctrina, sino también con la percepción social que pernea desde el púlpito. ¿Querían transformación? Ya llegó