El clérigo defensor de los derechos humanos de los migrantes, Alejandro Solalinde Guerra, visitó la tarde del miércoles el panteón del poblado de Tetelcingo, desde donde el lunes 23 de mayo se lleva a cabo la exhumación de más de cien cadáveres enterrados de manera ilegal por la Fiscalía General del Estado (FGE).
El sacerdote acudió para ofrecer una misa a los familiares de las personas desaparecidas, para brindarles palabras de aliento y cariño ante la situación por la cual atraviesan, ya que son ellos mismos quienes tienen que desenterrar a sus muertos e investigar.
Durante la acción de gracias, que se realizó alrededor de las 17:00 horas, el padre Solalinde, lamentó el papel desempeñado por la clase política y las autoridades estatales al permitir atrocidades como las ocurridas en Ayotzinapa y ahora en Tetelcingo.
"Estos políticos, casi en su totalidad, fueron bautizados, pasaron por una familia, por una iglesia, por un gobierno; son los mismos políticos que han perpetrado estos crímenes y se oponen a la transparencia, y son quienes luchan tanto porque no se apruebe la ley contra la corrupción,y han pasado también por las urnas", dijo el padre católico.
El activista de los derechos humanos dijo que se trata de"políticos cínicos, a quienes lo único que les interesa es el dinero.Por eso en estas votaciones piden de nuevo el voto, para repetir la misma historia.Y si se sigue, así la situación nunca va a cambiar".
"Que quede claro: nuestra clase política es carente de ética; no tiene ética, no tiene vergüenza, y lo que va a heredar a sus hijos, aparte de esos dineros que nunca se van a llevar y están manchados con sangre, es la vergüenza de haber sido políticos corruptos y no haber sido leales a México" condenó. "Se les metió el "chamuco".
En este tenor, llamó a las personasa seguir en lucha y buscar la justicia de Dios a través de la verdad, ya que -dijo- durante mucho tiempo el gobierno intentó ocultar la verdad sobre el caso de la inhumación de cadáveres desconocidos en Tetelcingo, pero hoy está descubierta gracias a la valiente denuncia que hizo la familia de Oliver Wenceslao Navarrete Hernández, una de las víctimas de la violencia.
El padre Alejandro Solalinde reconoció el trabajo de todas las madres que con su labor y esfuerzo han participado, junto con la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), en descubrir la verdad en Tetelcingo, y les pidió no preocuparse, porque sus hijos "están en buenas manos, están en las manos de Dios".