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SERPIENTES Y ESCALERAS

Cuauhtémoc Blanco vive su mejor momento político: ya ganó la elección pero todavía no tiene la carga del estado. El futbolista está viendo los toros desde la barrera, pronto tomará las riendas del y será responsable de todo lo que aquí suceda. Su equipo se está quedando muy corto en el proceso de entrega recepción del gobierno.

 

El arranque del gobierno de Cuauhtémoc Blanco no será sencillo, la administración saliente se ha encargado de entorpecer el proceso de entrega recepción, se rehúsa a dar la documentación correspondiente de cada una de las áreas y se niega a proporcionar información. El objetivo de Graco Ramírez y de los diputados salientes es convulsionar el estado, llenar la agenda de asuntos urgentes y sembrar problemas en los municipios. Frente a ello el equipo de transición luce desconcertado e inexperto, no han dimensionado lo que tienen enfrente ni han sabido comunicar una postura firme al respecto. Si descuida la entrega-recepción, el ex seleccionado nacional tendrá un inicio de gestión sumamente convulsionado.

Para todos es evidente el plan de fin de sexenio del PRD; al unísono el ejecutivo y el legislativo han enrarecido el ambiente, generan tensión social y ello provoca más inseguridad. La agenda estatal se ha saturado de asuntos que se pelotean entre ambos poderes y que tienen como objetivo distraer a las nuevas autoridades para evitar que actúen legalmente contra ellos. Es un plan perverso que no ha tenido una respuesta contundente ni del equipo de transición ni de los diputados electos.

En dos semanas los integrantes de la legislatura 54 estarán legalmente sentados en la curul y podrán, si cumplen con lo que han prometido, iniciar una revisión profunda a las finanzas y las acciones emprendidas por sus antecesores.

Este punto es clave para el futuro de la nueva administración estatal; en el discurso el gobernador Cuauhtémoc Blanco y los legisladores de Morena van juntos y comparten objetivos, ambos hablan de justicia y rendición de cuentas, pero hasta ahora, más allá de algunos comentarios aislados, no se nota una verdadera unidad entre ambos ni existe sincronía en sus agendas.

Blanco y Morena comparten metas, pero sobre todo destino; no se puede pensar en el bienestar de uno sin el otro, es imposible que al gobierno de Cuauhtémoc Blanco le vaya bien y a los diputados les vaya mal o viceversa. Si el gobernador no tiene el apoyo de los diputados para revertir algunas acciones y su aval para cambiar a los fiscales (General y Anticorrupción), no va a poder cumplir sus promesas de campaña; si el futbolista fracasa en esa tarea no podrá salir avente en lo demás y difícilmente Morena refrendará sus victorias electorales.

A casi dos meses de la elección y a unos días de que comience la transición de poderes en Morelos no se ve unidad entre los nuevos actores de poder. Las reuniones que han sostenido fueron para la foto, para mandar un mensaje mediático de unidad, pero no se traduce en una agenda real de trabajo entre ambos poderes; es, para decirlo claramente, unidad de chocolate.

En el congreso el coordinador parlamentario está cuestionado por su relación con Graco Ramírez; algunos tienen dudas sobre su lealtad y otros afirman abiertamente que El Gato está ahí para cuidar los intereses del tabasqueño. En el equipo de transición es evidente el liderazgo de José Manuel Sanz, la experiencia de Alejandro Villarreal y la capacidad de Mirna Zavala, pero en el resto falta pericia, predomina la pasividad y la simulación. Cipriano Sotelo tiene conocimientos jurídicos, pero carece de inteligencia política y experiencia gubernamental, Margarita Saravia no aporta nada y los demás actores se mantienen en un perfil demasiado bajo para lo que demanda un proceso de transición.

En las últimas semanas el congreso ha extinguido fideicomisos dedicados a la promoción turística y jubilado a personas que no cumplen con los requisitos de ley, en los ayuntamientos se está haciendo un despido masivo de personal que representa una bomba de tiempo para las nuevas administraciones y en el ámbito de seguridad la crisis es evidente. Frente a ello ni los diputados electos ni el equipo de transición han pasado de la condena y las declaraciones ramplonas.

¿Por qué el gobierno electo no le ha solicitado de manera formal y pública al gobernador Graco Ramírez que no publique los decretos jubilatorios hasta que se revisen los expedientes? ¿Por qué los diputados electos no han fijado una postura firme respecto a la ratificación de los fiscales? En estos como en otros casos se nota la novatez de los futuros gobernantes y su poca, casi nula, capacidad de reacción y análisis político. Una de dos: ¿O no han entendido la dimensión del problema que les están dejando o es real el distanciamiento entre Cuauhtémoc Blanco y Morena? En cualquier caso ambos pierden.

La opinión pública en Morelos está en contra de lo que está haciendo Graco y sus diputados, pero también comienza a ver que los futuros legisladores y el equipo de transición no ha tenido capacidad para reaccionar a los golpes, lo cual deja dudas sobre su capacidad para gobernar.

La estrategia de Graco Ramírez y Rodrigo Gayosso está funcionando, su plan para desestabilizar al estado y generar conflictos al final del sexenio marcha por buen camino, el objetivo de ambos es distraer a los nuevos gobernantes, complicar su arranque, evitar acciones legales en su contra y evadir el brazo de la justicia.

Si lo logran, Cuauhtémoc Blanco y Morena habrán perdido una batalla de la cual les será muy difícil levantarse en todo el sexenio.

El ex seleccionado nacional y la coalición ganaron la elección con una sola promesa: justicia. Si no actúan contra los corruptos que lastimaron a Morelos, es improbable que puedan hacer algo más por el estado.  

  • posdata

Los fiscales Uriel Carmona y Juan Salazar tienen pirograbado en la frente el nombre de su dueño y mentor; ambos responden a Graco Ramírez y han dejado claro que sólo a él obedecerán, aún después de que abandone el cargo.

El blindaje que les dio la Legislatura 53 los ha envalentonado, se saben inamovibles y con salario vitalicio, por eso pase lo que pase defenderán hasta sus últimas consecuencias a sus benefactores: el gobernador y los diputados de la 53 legislatura de Morelos.

El Fiscal General del Estado y el Fiscal Anticorrupción representan la primera barrera que deberá brincar el gobernador electo y la legislatura 54 en su lucha contra la corrupción; es imposible que cualquier procedimiento en contra del tabasqueño y de sus aliados prospere estando ambos personajes en dichas posiciones. Una y otra vez Juan Salazar ha mostrado que su objetivo como fiscal no es cazar a los corruptos, sino protegerlos, obedece ciegamente las órdenes que recibe y como a Paco Moreno, no le importa el qué dirán.

Uriel Carmona Gándara ratificó hace unos días a Juan Salazar Núñez como titular de la Fiscalía Anticorrupción, quien fue abogado personal de Graco Ramírez y consejero jurídico del gobierno actual, a pesar de los múltiples reclamos ciudadanos; barras de abogados, organizaciones empresariales y civiles y ciudadanos en general se cansaron de pedir que Salazar Núñez no fuera ratificado, resaltaban sus vínculos con Graco Ramírez, su resistencia a investigar a funcionarios y legisladores y el hecho que durante un año como fiscal cobró 90 mil pesos mensuales sin realizar una sola acción contra nadie.

Corresponderá a la siguiente legislatura decidir qué hacer en este tema; serán ellos, los diputados de la 54, los que podrán, si así lo deciden, revertir ambos nombramientos y las demás reformas hechas por los actuales legisladores.

Un aspecto es claro para todos: con Uriel Carmona y Juan Salazar como fiscales no hay manera de que la procuración de justicia y la lucha contra la corrupción en Morelos prospere. Y si no hay acciones inmediatas y contundentes de parte de los nuevos gobernantes hacia aquellos que lastimaron a la sociedad y al estado es imposible que el resto de los cambios prometidos se cumplan.

Justicia y combate a la corrupción fue la principal propuesta de campaña de Morena y Cuauhtémoc Blanco; si no hay justicia, la corrupción continuará.

  • nota

Hace un par de semanas el gobernador electo de Morelos se reunió con los integrantes de la 54 legislatura de Morelos. Ahí estuvieron 18 de los 20 integrantes del próximo congreso, sólo faltaron las esposas de Matías Nazario (sic), dirigente del PRD en Morelos y la de Rodrigo Gayosso, candidato perdedor a la gubernatura.

En esa reunión Cuauhtémoc Blanco charló con los integrantes del próximo parlamento y delineó la agenda que tiene para el estado. Esto es parte de lo que dijo el futbolista:

“... Ellas estaban invitadas (Melisa Torres y Rosalinda Rodríguez) pero no asistieron, nosotros las respetamos y nos vamos a dedicar a trabajar porque los ciudadanos nos pusieron y quieren que todos los diputados electos empiecen a trabajar; todos los ciudadanos están enojados y fastidiados, la actual administración ha hecho las cosas mal, han abusado de todos los ciudadanos. Todos salimos contentos, nos fuimos muy felices porque al final de cuentas es un gran equipo que vamos a tener, todos estamos en el mismo canal, trabajaremos por la ciudadanía; no podemos fallar, tenemos una gran oportunidad para hacer un cambio verdadero y realmente trabajar como se lo merece la gente.

... A los alcaldes se les hizo un planteamiento, ellos nos van a traer sus propuestas, no podemos permitir los excesos que se han cometido, también se platicó de los 20 años, que también es un abuso; todo lo que han hecho los diputados actuales a favor y para cubrirse el gobernador; la gente nos puso y tenemos que trabajar con y por la gente, no podemos permitir más abusos, no debemos permitir más impunidad, el que la deba que la pague, yo no hago negociaciones con nadie. Me voy a poner a trabajar y el que haya hecho las cosas mal tendrá sus consecuencias.

... La gente votó por eso, por eso nos eligió, está cansada de lo mismo, tenemos que ponernos a  chambear desde el primero de octubre; ahorita tengo un compromiso, voy a visitar a todos los municipios para ver sus necesidades y las de toda la gente. Tenemos que trabajar mucho por la inseguridad que se vive aquí, por eso les comento, que se ha ido a la Ciudad de México a ver la situación que estamos viviendo en todo el estado, se vive una crisis muy fuerte, estamos pidiendo a la Policía Federal urgente, cuando lleguemos no podemos poner más en peligro a la sociedad; me parece que también las patrullas están con un contrato entonces es una alerta, hay muchas marranadas que ha hecho este gobernador y el hijastro.

La deuda que nos va a dejar es un paquetote, pero vamos a ponernos a chambear, tenemos una gran oportunidad de hacer un cambio verdadero y en mi tienen un amigo, un amigo sincero, un amigo que se va a poner a trabajar, que nunca le va a hacer daño a la ciudadanía; yo soy una persona que viene de abajo, una persona a la que no le gustan las injusticias, una persona que se va a poner a trabajar para la gente más necesitada.

Aunque simples, las declaraciones del gobernador electo son puntuales. Blanco Bravo no habla como político, su lenguaje es plano, directo y de fácil asimilación pública. El futbolista entiende poco de política, pero tiene claro lo que le duele a Morelos y lo que el ciudadano quiere escuchar.

Su reto es pasar del dicho al hecho, arrancar con acciones contundentes y lograr un buen entendimiento con la legislatura. El duelo de Cuauhtémoc Blanco debe ser sólo contra los corruptos, contra quienes lastimaron a Morelos y dañaron a la gente y a las instituciones. No hay lugar para otros pleitos, el resto de la energía del futbolista debe estar enfocada en reconciliar y sacar adelante al estado.

  • post it

Amigos, esposas, amigas, primos, tías... las #JubilacionesDoradas del Congreso Morelos dibujan de cuerpo completo lo que fue esta legislatura.

¿A cuántos de los actuales integrantes de la cámara de diputados morelense los volveremos a ver en un cargo público o en un puesto de elección popular?

  • redes sociales

El panorama para el próximo presidente municipal de Cuernavaca no es sencillo, gobernar un municipio a contrapelo del gobernador siempre es difícil y nunca terminan bien las cosas; Villalobos confiaba que al tener a Rabín Salazar como Coordinador Estatal las cosas se facilitarían, pero con Hugo Erick en esa posición la situación no mejora.

Toño Villalobos no está en el ánimo de Cuauhtémoc Blanco y se empeña en marcar distancia con el futbolista. Sus alianzas son con quienes a lo largo de los últimos tres años lo han traicionado y se han dedicado a golpearlo en lo político, en lo personal y desde los medios de comunicación.

Al edil electo lo relacionan con Rodrigo Gayosso y con Manuel Martínez Garrigós; la presencia de Erick Yair Salgado en su equipo cercano confirma esa alianza. Mal hace Villalobos en comprar pleitos ajenos y rodearse de gente experta en fracasos.

Lo que mal empieza mal acaba.

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