De movimiento a partido
A mano alzada Yeidckol Polevnsky fue ratificada como dirigente nacional de Morena.
Se mantendrá en el cargo por lo menos un año más, pero como en ese partido los formalismos sobran, en realidad no se conocen plazos precisos.
Yeidckol ha hecho un buen trabajo.
Contra lo que pudiera pensarse lo complicado para Morena no fue ganar la elección, que lo hizo con facilidad pasmosa.
Lo difícil será convertir el movimiento en un partido político y profesionalizar sus procedimientos. Será titánico.
Además debe encontrar un lugar frente a un Ejecutivo todo poderoso que no quiere ni pensar en eso de la sana distancia.
En la larga marcha hacia la institucionalización de Morena, hubiera venido bien una ratificación formal de su dirigente nacional.
Vienen más foros
A finales de agosto, en varias universidades del país, se llevará a cabo la consulta Por un Acuerdo Nacional sobre Educación.
Los que no puedan acudir, pero tenga algo qué aportar, lo podrán hacer por la vía digital.
Todavía no queda claro si los activistas de la CNTE acudirán a los foros o se limitarán a cercar las instalaciones donde se realicen.
Su fuerte no son las ponencias con power point, sino la presión callejera para alcanzar después de acuerdo en lo oscurito.
La CNTE ya dijo que quiere que la reforma educativa se derogue en septiembre, y amagó con estallar un conflicto magisterial para la toma de posesión del nuevo gobierno, de modo que parece que les caerán bien los foros, sobre todo si alguien platea la posibilidad de una evaluación a los docentes. Eso nunca.
La perra brava
Porfirio Muñoz Ledo está encontrando resistencias en su afán de presidir la Cámara de Diputados y ser, en consecuencia, el encargado de entregarle la banda presidencial a López Obrador.
Él se defiende diciendo que es el decano de los legisladores. No se crea que lo están torpedeando desde las filas de la oposición.
Nada de eso, la grilla es dentro de Morena
Diversos grupos se mueven para que no llegue a la Cámara de Diputados, a pesar de su larga experiencia parlamentaria.
Muñoz Ledo no identificó a sus detractores pero los recordó que él promovió la primera fracción lopezobradorista del Congreso.
Defensa blanquiazul
El PAN quemará sus últimos cartuchos en la defensa de sus triunfos en las alcaldías de Monterrey y Guadalupe que ahora están, por disposición del Tribunal Electoral, en el bolsillo del PRI.
Hay dudas de su efectividad pues el partido está fracturado y confundido.
De hecho, su dirigente nacional Zepeda dijo el otro día algo extraño: Rodrigo Medina, sí, el ex gobernador que anda a salto de mata, fue quien le dobló la manita al Tribunal para que cambiara de parecer.
Muy raro.
Uno hubiera pensado que Medina estaba concentrado en su defensa y en juntar para los honorarios de su equipo de abogados, y sin tiempo ni recursos para alterar resultados electorales.