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EN TERCERA PERSONA

La droga viaja en tanques de gas

 

 

La droga también entra y sale de Tepito en camiones repartidores de gas.

Hace unos meses, apenas en abril pasado, la policía detectó que los grupos criminales que operan en el barrio bravo estaban moviendo cargamentos de estupefacientes hacia centros de distribución de las colonias Guerrero, Narvarte, Roma y Condesa, por medio de unidades “semejantes” a las que recorren las delegaciones en busca de desperdicios.

En la calle González Ortega fue ubicado un camión que portaba el logotipo de la delegación Iztapalapa. Como realizaba maniobras sospechosas, y sobre todo, porque se hallaba fuera de esta demarcación, elementos de seguridad pública le marcaron el alto.

Según EL UNIVERSAL, el camión de basura “pirata”, del que no se ocupaban retenes ni cámaras de seguridad, era una pantalla ideal para transportar drogas y mercancía robada.

Hace unos meses se descubrió también que una serie de “burreros” se alquilaban para llevar, en Metro, cargamentos de droga cuyo destino era Tepito. Adolescentes con mochilas atiborradas, mujeres que cargaban bebés, y en realidad llevaban “cangureras” repletas de estupefacientes, descendían en las estaciones Garibaldi, Lagunilla, Tepito, San Lázaro y Morelos, y se introducían en vecindades que funcionan como bodegas, y a las que solo a conocidos y recomendados les es dado ingresar.

Minuciosamente, Tepito se ha convertido en una especie de central de abastos de la droga: el principal punto de venta de estupefacientes en la capital del país.

En 2007, el gobierno capitalino calculó que en sus calles se vendía diariamente media tonelada de marihuana y al menos diez kilos de cocaína.

A lo largo del tiempo se ha comprobado que la droga que alimenta a los consumidores de la ciudad más grande del país procede de Guerrero, Michoacán y Morelos. Existen versiones que hablan de tráileres que descargan a las altas horas de la noche en vecindades y en bodegas oscuras: tráileres que, misteriosamente, nunca son detectados por las patrullas de seguridad pública, ni por las 15 mil cámaras de vigilancia que las 24 horas del día vigilan la urbe.

Los medios reportan, de manera cotidiana, el hallazgo de vecindades, verdaderos supermercados de la droga, en cuyas viviendas, y por medio de vistosos carteles fluorescentes pegados en los muros, se oferta marihuana de diferentes sabores. Orange, choco, lemon, strawberry, uva, coco, “chai”, pepino, kiwi, tamarindo y “flan”. La yerba, con los precios muy visibles, se coloca en vitroleros y se expende… como si fuera agua fresca.

El 16 de febrero elementos de seguridad pública incursionaron en Tenochtitlan número 17. Hallaron una vecindad de 14 viviendas: todas estas eran en realidad pequeñas tiendas de venta de droga, decoradas con imágenes de Al Pacino (en el papel de Scarface), El Chapo Guzmán, Jesús Malverde y la Santa Muerte.

Una sola mujer tenía en su poder 40 kilos de enervantes.

A principios de este año un operativo en una de estas vecindades permitió el decomiso de 130 kilos de marihuana y de 500 paquetes de cocaína.

En 2012, grandes cantidades de mercancía eran movidas por medio de una red de taxistas.

El 15 de agosto pasado, dos agentes de seguridad pública emprendieron la persecución de un delincuente que se refugió en fray Bartolomé de las Casas número 2. En el patio de esa vecindad tropezaron con un stand, amparado por una foto inmensa de El Chapo, en el que se expendía “piedra y perico de primera”.

En el stand había 20 vitroleros, dos básculas y un tanque de gas cuyo extremo superior visiblemente había sido segado.

Al desenroscar la tapa —como se ve en el video que comparto—, los agentes encontraron el nuevo método de transporte de droga.

Tanques de gas. El caballo de Troya de La Unión Tepito.

Ámbito: 
Nacional