Casi 9 de cada 10 empleados incumplen los méritos para ocupar sus plazas: Mexicanos contra la corrupción
Cincuenta y uno por ciento de los jueces y magistrados de circuito tienen al menos un familiar en el Poder Judicial, según refleja el estudio auspiciado por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, en que establece además que de ese personal, nueve de cada 10 fueron ubicados en plazas que no tienen filtros de mérito.
Realizado por Julio Ríos Figueroa del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) , el documento establece que 25 por ciento de los jueces están involucrados en relaciones de intercambio donde se contrata a familiares de funcionarios de otro tribunal, y cinco por ciento en la contratación de familiares en su propio juzgado, por lo que afirma que esta condición de “nepotismo institucional” daña la credibilidad del poder judicial y “puede tener efectos negativos también en la impartición de justicia”.
“En el Poder Judicial de la Federación sólo dos puestos: juez de Distrito y magistrado de Circuito, se obtienen por concurso de oposición y exámenes complejos”, expone el reporte que añade que entre 1995 y 2016, 87 por ciento de los concursos fueron convocatorias cerradas que excluyeron a profesores, académicos y abogados litigantes.
El problema se agrava en estados como Morelos, donde 50 por ciento de los familiares de jueces y magistrados tienen cargos de carrera judicial, apunta la organización que patrocina el estudio.
En el caso particular de Morelos, en estudio encontró 14 relaciones endogámicas y ocho de intercambio en el circuito federal de la entidad. De los familiares, la mitad se desempeña en cargos de carrera judicial, 35 por ciento en puestos de base y el resto en plazas de confianza; 80 por ciento de los cargos son jurisdiccionales, y el resto se ubica en cargos de apoyo y asesoría a un superior.
Según los cargos, el estudio refiere que casi 46 por ciento de los puestos ocupados por familiares son de oficiales administrativos; nueve por ciento, secretarios de juzgado y casi 7.5 por ciento a actuarios judiciales.
Ríos Figueroa concluye que en la necesidad de realizar ajustes para salvar el déficit meritocrático del Poder Judicial de la Federación, con acciones que deben “preservar el profesionalismo y la neutralidad de los juzgadores y funcionarios judiciales, así como la percepción de ambas características entre los ciudadanos.
El mérito transparente y eficazmente evaluado, es el mejor antídoto contra acusaciones de favoritismo basadas en relaciones familiares. No está mal pero se que familiares laboren en la misma institución, siempre y cuando tengan los méritos y las capacidades requeridas. En este sentido, la carrera judicial debe ser fortalecida y extendida”.