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TERTULIA POLÍTICA

 
 
Incendia Graco el Estado / Prepara huida la familia
 
 
La Procuraduría General de la República detectó delitos de corrupción; la Auditoría Superior de la Federación encontró irregularidades por miles de millones de pesos; un multimillonario fraude a los trabajadores del Estado, cuyas deducciones no se reportaron a donde corresponde, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) detectó 33 empresas vinculadas a su gobierno, mismas que recibieron contratos fantasma por millones de pesos; además poseer residencias de lujo en Estados Unidos Canadá y Europa.
        Consecuencia de lo anterior, el gobernador se ve presionado y a punto de abandonar el país, emprender la huida junto con su esposa, y el resto de su familia radicada en la entidad, para presuntamente quedar fuera del alcance de la justicia. No lo va a lograr, más temprano que tarde sería asegurado, con una sonrisa de loco estampada en el rostro.
        Las líneas anteriores, más menos, fueron la entrada de la entrevista que Carlos Loret de Mola, hizo el 12 de octubre de 2016, al ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa el mismo que con un cinismo sorprendente, aseguró: no me voy a ir de México, no voy a abandonar Veracruz; seguramente me dedicaré a la academia.
         Salvo la puntuación en el texto, la historia de Javier Duarte se repetirá en Morelos, en donde los diputados, los integrantes de la actual legislatura, se convirtieron en una pandilla de cómplices que, a cambio de dinero, cometieron todo tipo de abusos, incurrieron en aberraciones legales, con tal de recibir carretillas de dinero que les quitarán el hambre y darán una temporal comodidad, pero cuya herencia a sus hijos, será la vergüenza, si es que algún valor que no sea económico les inculcaron.
        Desde su ascenso al poder Graco Ramírez se exhibió como un chismoso, voraz, ladrón y corrupto, profundamente corrupto, que no se detuvo ante nada; cumplió a cabalidad aquel adagio que dicta que quien cree que el dinero todo lo puedeestá dispuesto a hacer todo por dinero.
En su afán de saquear, sobornó a propios y extraños, pisoteó la dignidad de representantes de todos los sectores; al listado original de su cartel, incluyó lo mismo a empresarios, que a comerciantes, a profesionistas, a periodistas, todo lo contaminó, todo lo llenó de estiércol.
Hoy a punto de concluir su mandato, a un mes y un par de días, sigue abusando, acomodando las cosas a su modo, con la aspiración pendeja de guarecer su huída; olvida que un equipo especializado de Inteligencia Fiscal y de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), vigila de cerca y reúne pruebas para detener a Graco en el momento oportuno. Nada de que ya me voy. Lo vigilan las 24 horas del día.
 
Incendia Graco el Estado
        Antes de huir, Graco prende infiernitosgenera distractoresva rociando gasolina y arrojando cerillos al aire, está incendiando el Estado y mientras, se exhibe a ocho columnas en el pasquín Diario de Morelos, del que es socio mayoritario: “la historia me va a juzgar”, dice. Y acomoda que él fue el Ejecutivo, pero que cada quien es responsable de lo que hizo o dejó de hacer; se refiere al desbordado saqueo en que se incurrió y en el que participó también Elene Cepeda de León, su esposa, la misma que se cansó de pendejearlo y ningunearlo; la mujer que tan pronto concluya el gobierno, formalizará su separación de Graco. La señora Cepeda amasó millones de pesos con la operación de las compras en el sector educativo, especialmente con el tema de las escuelas de tiempo completo. Se facturaron y pagaron equipamientos millonarios de cocinas integrales, por ejemplo, que nunca llegaron a los planteles.
 
La cárcel llama
        Un personaje cercanísimo a Andrés Manuel López Obrador, con quien mantengo una entrañable amistad desde hace un par de décadas, me confió que Graco Ramírez toca puertas, se cruza y arrodilla, ruega y ofrece dinero a condición de que lo sienten con el presidente de la República electo. Le urge evitar la cárcel, una cárcel de alta seguridad que ya lo espera. Al final, va a terminar sólo, encarcelado y apestado. Ni Elena lo va a visitar. La Moncloa, la espera con la persona con la que decidió transitar a la vejez.
        Lo intentó con Rabindranath Salazar Solorio; el orgullo de Tejalpa se negó, no se quiso exponer al sacrificio definitivo; ha hecho horas de antesala con Elba Esther Gordillo; lo intentó con Carlos Imaz, a quien ofreció un maletín lleno de billetes a cambio de conseguir Claudia Sheinbaum abogara a su favor y, así, el listado es largo de aquellos con los que ha buscado cobijo e intentado colocar a Alberto Capella, con quien recibe millones de pesos mensuales, provenientes de grupos criminales que operan a placer en Morelos.
        Con quien se ha reunido Graco es con Yeidckol Polevnsky, la presidenta de Morena a nivel nacional, que día a día está más lejos de Andrés Manuel. El conducto para ese encuentro, fue el todavía senador en funciones, Miguel Enrique Lucia Espejo, acercadio a Ramírez por Lucía Meza, la senadora del tabasqueño en la fracción de Morena.
        Así las cosas, la casa se derrumba, Morelos arde y, los todavía diputados que comanda Hortensia Figueroa, se empeñan de ejecutar acciones que afecten al gobierno que viene; pretenden decisiones transexenales, para colocar incondicionales en posiciones clave de bloqueo de la transparencia. Están a tiempo de frenar. Porque la cárcel va a ser insuficiente para dar cupo a tanto enemigo del estado que se enriqueció hasta la locura, a condición de hacer y deshacer a gusto de Graco Ramírez (el ya casi prófugo, si el equipo de élite que lo vigila lo permite)
Ámbito: 
Local