I. Los honorables. Tres instancias han cooperado incansablemente para lograr que México arribe a una nueva etapa en orden, pero, sobre todo, en paz. La Secretaría de Marina, de la Defensa Nacional y la Policía Federal tuvieron durante los seis años de la administración actual una impecable actuación y su contribución y compromiso durante el proceso electoral, es digno de reconocimiento, por mantener en calma el panorama social. México tiene en sus Fuerzas Armadas un baluarte de legalidad, institucionalidad, defensa de la soberanía, la libertad y servicio a la sociedad mexicana. México necesitaba militares, marinos y policías que tuviesen la camiseta bien puesta. No hay nada qué reclamar.
II. Altura política. La postura del presidente Enrique Peña Nieto ante lo que será el próximo gobierno es de llamar la atención por la pulcritud política de sus palabras. En el mensaje por su sexto Informe de Gobierno reiteró la felicitación a Andrés Manuel López Obrador por su triunfo electoral, le deseó éxito y también le marcó lo que a su juicio es el punto de partida para su administración, el éxito transformador de la actual administración. “Como corresponde a una nación democrática, el pasado 1 de julio en un proceso libre y participativo, México decidió el rumbo que habrá de seguir”. Loable comportamiento presidencial. Bien.
III. Recuento de invitados. Junto con el presidente Enrique Peña Nieto, en el Sexto Informe, estuvieron Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados, y Martí Batres, presidente del Senado, líderes partidistas, secretarios de Estado, legisladores, gobernadores, diplomáticos y empresarios. Pese a ello, hubo ausentes, el exgobernador de Chiapas y ahora senador, Manuel Velasco; la mandataria de Sonora, Claudia Pavlovich, incluso, Silvano Aureoles, mandatario de Michoacán, se dio el lujo de llegar tarde. Más allá de todo, Peña pasará a la historia como un político que metió en la cárcel a gobernadores corruptos, que enfrentó al magisterio disidente. Con todos estos logros, hubo quienes tuvieron la descortesía de no aplaudirle. Ni hablar.
IV. Hablan en serio. Se pasaron la vida aprovechándose la partidas millonarias hasta para la compra de café y azúcar, elevaron las cifras, malearon los procesos y pellizcaron los recursos a conveniencia. La clase política se dio cuenta de que sus excesos son un insulto y esto cambiará. El Senado de la República alista la subasta de 160 vehículos de modelos recientes, la mayoría de ellos marca Toyota, que usaban senadores y altos funcionarios, informó Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política. Monreal dijo que esta medida es para “dejar de pagar gasolina, mantenimiento, estacionamiento y seguros”. Que la austeridad sea una realidad ya. México lo pide.
V. Convencido. Enrique Peña Nieto trascenderá como un buen presidente en la historia de México. Durante su administración se forjó un México para las próximas generaciones. Incluso, Peña Nieto reconoció que aunque no consiguió cumplir con todas las metas planteadas, entrega un mejor país. “He gobernado haciendo frente a los retos del presente”, dijo el mandatario desde Palacio Nacional a donde acudieron los representantes de los otros dos Poderes de las Unión, así como líderes de los diferentes sectores políticos, económicos y sociales. “Puedo asegurar que siempre actuamos para remover los obstáculos que había impedido por largo tiempo un desarrollo pleno”, dijo. El país sigue a flote y la culminación de este gobierno es en sí el mayor de los éxitos.