Ciudad de México— Aunque el IMSS asegura tener viabilidad financiera hasta 2030, al cierre del sexenio sus indicadores de prestación de servicios de salud, como disponibilidad de camas, enfermeras y médicos, son menores que en 2012.
Al inicio de la Administración de Enrique Peña Nieto, el Seguro Social contaba con 0.80 camas por cada mil usuarios y para 2017 reportó 0.69, mientras que el promedio de los países de la OCDE es de 4.8.
Durante el Gobierno de Felipe Calderón se construyeron 76 nuevas unidades médicas y en la Administración que acaba van 26, pese a que la promesa es cerrar con 40 clínicas y 12 hospitales nuevos.
En cuanto a médicos familiares, en 2012 el IMSS registraba 0.41 por cada mil usuarios y cerrará el sexenio con 0.35.
Lo mismo sucede con las enfermeras, de 2.52 por cada mil afiliados al inicio de la Administración bajó a 2.27 para 2017.
Además, en 2012 se daban 2 mil 115 consultas de medicina familiar por cada mil derechohabientes adscritos a un consultorio médico, y hoy se otorgan mil 751.
El informe sobre la situación financiera del IMSS 2017-2018 reporta que se logró una disminución gradual del uso de las reservas de 2013 a 2015, hasta prescindir de ellas en 2016 y 2017, e indica que se requiere continuar con medidas de contención para que la viabilidad se extienda a 2030.
De acuerdo con Ernesto Rubio, ex consejero técnico del Seguro Social, para asegurar que hay viabilidad no se deben analizar sólo las finanzas.
Indicó que se debe considerar también la realidad operativa del Instituto, la atención médica, si cuenta con la infraestructura necesaria para atender a los derechohabientes, cuántos médicos hay por cada mil pacientes y conocer el impacto de las pensiones.
“Es importante hacer un estudio y un análisis profundo de todas las cifras que llevan a los resultados que se están mencionando para ver si lo que están diciendo es real, si no hay manipulación, si realmente cuenta con los recursos suficientes para dar los servicios en los tres niveles de atención”, subrayó.
La Administración que está por terminar propuso salvar al Seguro Social sin afectar la calidad de la atención médica y presumió que el saneamiento de las finanzas amplió la viabilidad del Instituto a corto plazo.
Daniel Karam, exdirector general del IMSS, señaló que es difícil asegurar que hay finanzas sanas cuando los estándares de seguridad social van a la baja.