El domingo pasado, la presidenta de Morena en un diferendo con Cuauhtémoc Blanco se refirió a un "españolete", que le ha ido quitando diputados. ¿A quién se refería Yeidckol Polevnsky?
José Manuel Sanz Rivera (Madrid, 1950, naturalizado mexicano desde 1982), saltó a la fama cuando se hizo representante de Hugo Sánchez en España.
El protagonismo que adquirió al manejar no sólo la carrera, sino también las inversiones de “Hugol”, lo hizo olvidar el negocio del turismo con el que inició después de estudiar como técnico en administración de agencias de viajes, para hacer que varias “estrellas” del futbol mexicano pusieran su futuro en sus manos.
Llegó el momento en que nadie en México podía salir a Europa, “si no estaba en mi portafolio”, dijo en algún momento el español, quien a finales de los ochenta era el único vínculo con el balompié del viejo continente, en concreto con el de su país natal, ya que estaba registrado como agente con la Real Federación Española de Futbol.
Javier Aguirre, Ramón Ramírez, Braulio Luna, Rafael Márquez, Ángel Reyna y Cuauhtémoc Blanco estuvieron bajo su manto, convirtiéndolo en el agente de jugadores más famoso fuera de México.
En 1999 firmó a Rafael Márquez, quien se fue contratado por el Mónaco de la Ligue 1 de Francia. En el 2002 Márquez rompió relaciones con Sanz, lo que produjo una serie de demandas de parte del español, además del rompimiento con quienes eran sus socios en la promotoría de futbolistas, Enrique Nieto y Eduardo Hernández, quienes tomaron a Márquez para iniciar con otra agencia.
El vínculo entre Sanz y Cuauhtémoc se refrendó en el 2000, cuando el mexicano se fue a jugar con el Valladolid de España. La aventura de Blanco no fructificó por una lesión que lo alejó de las canchas, pero el vínculo promotor-jugador se reforzó.
A partir de ese momento estos dos personajes no se separaron más. La carrera de Blanco se alargó, jugó hasta los 43 años y cuando se retiró se volvió en más que su mano derecha, en su conciencia ya no sólo en cuestiones deportivas, sino también políticas.
Hoy su vida vive un vuelco, y está más concentrado en la política.
En enero de 2015, en su festejo de cumpleaños, Cuauhtémoc Blanco selló su ingresó a la política de la mano de Sanz Rivera. En su casa de la Ciudad de México, frente a Perisur, tuvo como invitados a los hermanos Roberto y Julio Yáñez Moreno, dirigentes del Partido Socialdemócrata en Morelos.
Siempre acompañado y asesorado por Sanz Rivera, Blanco aceptó abanderar al PSD para mantener el registro del partido en el estado y, si las circunstancias lo permitían, ganar la capital del estado. Los hermanos Yáñez sostienen que Blanco firmó un contrato por 7 millones de pesos para ser candidato, pero el actual gobernador electo impugnó la firma de convenio mediante un juicio que sigue su curso.
Entre las cláusulas del supuesto contrato se establece el compromiso de José Manuel Sanz de “controlar el carácter” de Blanco, evitar que fuera grosero con las personas y “no cobrar ninguna foto o autógrafo” en los horarios establecidos.
Quienes conocen a Sanz lo ubican como el hombre fuerte de Blanco Bravo en su carrera como futbolista y ahora como político. Es el único, dicen sus colaboradores, que puede atemperar el carácter impulsivo del "Cuauh", así como llevarlo hacia estadios de tranquilidad, confort y hasta de consentimiento. El trato de Sanz hacia Cuauhtémoc es como de padre a hijo y viceversa, Blanco lo ve como un padre, dicen.
Los testimoniales en los juicios para confirmar como valida o apócrifa la firma de Blanco Bravo, se cita que fue José Manuel Sanz quien habría solicitado los 7 millones de pesos a cambio de que su representado contendiera bajo las siglas del PSD.
Con el acuerdo para competir por la alcaldía de Cuernavaca, Blanco y Sanz se trasladaron a Cuernavaca y ganaron los comicios de junio de 2015. La campaña fue manejada por el PSD pero las decisiones respecto a Blanco y sus giras de proselitismo pasaban por la decisión de Sanz.
Blanco rindió protesta como alcalde en enero de 2015 y para mantener cerca a Sanz Rivera ordenó crear la Secretaría Ejecutiva con facultades a las del mismo alcalde. Con ese nivel Sanz se encargó de romper la alianza con el PSD a principios de junio de 2015, seis meses después de llegar a la alcaldía.
Testigos de esa reunión cuentan que José Manuel reunió al gabinete en la oficina del alcalde pero sin la presencia de Blanco y el secretario del ayuntamiento Roberto Yáñez.
José Manuel inició el encuentro con un manotazo en la mesa y el dicho de “estamos hasta la madre” en referencia a presuntos actos de corrupción en el ayuntamiento.
“Somos la burla de los diputados y el gobernador y la sociedad”, les dijo a los que integran el gabinete y les dio una instrucción: “un solo acto de corrupción, se va el que lo cometió y el secretario del área”.
En esa reunión, dicen algunos asistentes, rompió la alianza con los hermanos Yáñez Rivera y el PSD. Lo que vino después fue la exhibición del supuesto contrato firmado con Blanco Bravo y los señalamientos contra Sanz por sus excesos en gastos con recursos del municipio, así como su origen como extranjero y su posible estadía irregular en el país.
Sanz aprendió rápido de la política y desde que decidieron participar en los comicios para gobernador encabezó las reuniones con el PES y su dirigente nacional Hugo Erick Flores. Más tarde se hizo del partido en el estado mediante la colocación de uno de sus hombres pero cuando ese político se negó a dejar la candidatura de la coalición Morena-PES-PT a Gilberto Alcalá Pineda, elegido por Blanco y Sanz para sucederlos en la alcaldía, lo separó del cargo y se colocó como dirigente estatal de Encuentro Social.
Sanz ha crecido tanto en la política que ahora él mismo encabeza la Comisión de Enlace del gobierno electo y esta perfilado para ocupar el cargo de Jefe de la Gubernatura, siempre al lado de Cuauhtémoc Blanco.