Mantener viva la siniestra hoguera
A cuatro años del asesinato y quema de cuerpos de los 43 normalistas rurales, 56 policías municipales de Iguala, 18 de Cocula, 55 malandros de la banda de narcotraficantes Guerreros Unidos, el ex alcalde José Luis Abarca y su esposa, en total 131 presuntos responsables del masivo crimen están en la cárcel bajo proceso y queda pendiente la captura de cinco implicados más.
El caso ha generado 488 resoluciones judiciales, 170 consignaciones (sobre algunos acusados pesan varios delitos), 252 autos de formal prisión y los tribunales han concedido 236 órdenes de aprehensión por secuestro, delitos contra la salud, delincuencia organizada, portación de arma de fuego, cohecho, desaparición forzada, homicidio y tentativa de homicidio.
Se han levantado mil 447 declaraciones ministeriales, realizado 22 cateos, recabado 135 muestras de ADN, hecho mil 945 acciones periciales y ejecutado mil 497 búsquedas.
Nada ni nadie ha servido para dar alguna prueba, un solo elemento, cualquier declaración que desmantele la abominable verdad histórica.
Necear en lo contrario es puro y venenoso rollo.