SE ACABÓ LA PESADILLA, HOY INICIA UN NUEVO GOBIERNO CON LA CONFIANZA POPULAR…
Hasta el final, Graco Ramírez terminó su administración de manera lamentable, le llama grosero a Cuauhtémoc Blanco y huye como un cobarde del estado que dejó en la miseria, con ingobernabilidad y endeudado.
Sin embargo, hoy Cuauhtémoc Blanco es una esperanza para el estado, llega al gobierno estatal con la confianza popular y con una serie de compromisos por cumplir, uno de ellos es meter a la cárcel a Graco Ramírez. Y y que regrese a las arcas los millones de pesos con qué cargó.
Terminó una de las etapas más negras del estado, en donde la primer acción de quien hoy asume el poder deberá, primero, lograr la reconciliación de un pueblo que dejó polarizado el desgobierno saliente.
Seguridad pública es lo que grita la sociedad, erradicar los feminicidios y concluir con la mafia que tejieron en complicidad Graco Ramírez y Jesus Alberto Capella Ibarra al interior de la policía del Mando Único.
El segundo punto que tiene Blanco Bravo por cumplir es hacer de Morelos una entidad de confianza, para que regresen los buenos tiempos de las inversiones como fue con las empresas japonesas, francesas, alemanas y estadunidenses.
Mejorar las condiciones de vida de los morelenses es un punto prácticamente que exigen todos los habitantes del estado, en materia de obra pública y otros aspectos como es que lleguen los recursos al sector agropecuario.
Efectivamente, Cuauhtémoc Blanco recibe un estado con números rojos e inestable, con una huelga universitaria y más de 800 millones por pagar a prestadores de servicios y proveedores del Poder Ejecutivo.
El reto del próximo gobierno es muy grande, puede ser que sean los primeros tres años demasiado complicados, pero que serán importantes, para volver a darle rumbo y desarrollo al estado.
Este último trimestre del año será de reagrupar, de unir y buscar la reconciliación entre los morelenses, de regresar la confianza al gobierno y responder a los múltiples problemas que ocasionó el gobierno de Graco Ramírez.
Son tiempos de cambio, de renovación y de devolver a la entidad el desarrollo que quedó atorado, sobre todo volver hacerla un punto de descanso y de turismo, de seguir siendo la tierra del agrarismo.
Blanco Bravo tiene grandes colaboradores y personajes como Alejandro Villarreal Gasca, defenestado y perseguido por el gobierno de Graco Ramírez, será un gran apoyo para sacar adelante las finanzas públicas.
Lo hizo en el ayuntamiento de Cuernavaca, dentro de una tesorería que no recibió completos las ministraciones del gobierno estatal, pero pudo sacar adelante al municipio que también tiene una deuda heredada por más de mil 600 millones de pesos.
Cuauhtémoc Blanco, José Manuel Sanz Rivera, Alejandro Villarreal Gasca y Mirna Zavala tendrán exceso de trabajo, porque debe de haber una reingeniería integral en todo el Poder Ejecutivo.
Debe darse también una exhaustiva revisión a toda la obra pública, porque de los 19 edificios construidos por la administración de Graco Ramírez hubo un sobre precio que rebasó los 100 millones de pesos.
Dos ejemplos son: la sede del Poder Legislativo cuyo costo real de la obra es de 270 millones de pesos, según el exgobernador Graco Ramírez de 370 millones de pesos.
El estadio Agustín “Coruco” Díaz, la obra –hasta hoy inconclusa-se dijo que había costado 500 millones de pesos, pero realmente a la empresa le pagaron 300 millones de pesos.
Y así saldrán mucho más puntos negros del obscuro gobierno perredista de Graco Ramírez y sus cómplices, que lo acompañaron durante su sexenio que ha sido el peor en la historia de la entidad.
La esperanza de Morelos es hoy Cuauhtémoc Blanco Bravo y su equipo de trabajo, inicia una nueva etapa en Morelos y ojalá sea para bien porque no hay mal que dure 100 años, ni pueblo que los aguante.