SE REPORTAN nubarrones y tormentas eléctricas en la república amorosa de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados.
AYER en San Lázaro se dio un duro choque entre el pastor del rebaño sagrado, Mario Delgado, y la vicepresidenta de la Mesa Directiva, Dolores Padierna. Resulta que la ex perredista condujo la sesión en la que compareció José Antonio González Anaya y el acuerdo entre los partidos era que ella hablara al final, pero no a título personal, sino en representación del Poder Legislativo.
SIN EMBARGO, Padierna le hizo honor a su nombre y le provocó tremendos dolores a los coordinadores parlamentarios, pues se fue con tooodo en contra del secretario de Hacienda. Como que se le olvidó que ya no está en la oposición, sino en el poder.
EL ARREBATO le valió que el propio Mario Delgado le llamara la atención, reclamándole que se había conducido de manera inapropiada, sumándose así a la crítica del resto de los partidos.
POR si fuera poco, el coordinador de la bancada de Morena trae tremendo pleito con Porfirio Muñoz Ledo por el control del área de Comunicación Social. Se sabe que el presidente de la Mesa Directiva le pidió la renuncia a Óscar Argüelles, pero Delgado se opuso y lo sigue cobijando. Y apenas va un mes de la Legislatura.
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POR CIERTO que las cosas en el Senado no andan mejor para Morena, pues hoy habrá una inédita manifestación de jóvenes de ese partido en contra de... ¡una senadora morenista!
Y TODO porque nada bien cayó entre los chavos simpatizantes de AMLO que la presidencia de la Comisión de la Juventud se la dieran a Lucía Meza, pues dicen que no le sabe mucho al tema. Lo más cerca que ha estado de los jóvenes es cuando se volvió viral como #LadyPistolas.
SEGÚN se sabe, esa posición iba a ser para la senadora veinteañera Citlalli Hernández, pero como se abstuvo de votar en favor de la licencia de Manuel Velasco, dicen que Ricardo Monreal decidió "castigarla" haciéndola a un lado de las presidencias de las comisiones. Y luego por eso los millennials no quieren a los chavorrucos.
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ALGO RARO está pasando en las lejanas tierras de Durango, pues de pronto el gobierno de José Rosas Aispuro se acordó de perseguir a los colaboradores del ex gobernador Jorge Herrera Caldera. Y ya metió dos a la cárcel por peculado.
A LA PAR, surgieron en la entidad versiones que hablan de supuestas maniobras turbias por parte del ex mandatario para lavar su fortuna. A lo mejor por eso es que funcionarios del pasado gobierno han solicitado hasta ahora ¡mil 400 amparos!
COMO quien dice, el miedo no anda en burro, pero sí pica como alacrán duranguense.