Incognitapro

SERPIENTES Y ESCALERAS

Día 3: Escucha

 

La gente confía en Cuauhtémoc Blanco, espera que cumpla su promesa de campaña y lleve a la cárcel a los ladrones de la nueva visión. El reto es grande y el ex seleccionado nacional no tiene tiempo que perder. La clave de su éxito es que no deje de escuchar a la gente.

 

El arranque de gobierno de Cuauhtémoc Blanco ha sido el más trompicado de los últimos tiempos; al deportista le heredaron una administración quebrada, desordenada y con las finanzas totalmente comprometidas. El estado está sumido en una severa crisis de inseguridad y violencia, el paso de Graco por Morelos dejó a la sociedad dividida y a muchos sectores enfrentados con la autoridad. La imagen de la entidad está dañada casi en todos los ámbitos y persiste un clima de enojo generalizado. El nuevo equipo de gobierno no tiene tiempo que perder, la luna de miel que les deja el triunfo electoral pasará muy rápido y entonces las cosas se complicarán. El gobernador debe ser muy sensible a la situación, debe actuar rápido y sobre todo tiene que estar abierto a escuchar a la gente.

El gobernador de Morelos no tiene tiempo que perder, ni tampoco puede caer en la actitud triunfalista que ha sido característica de gobiernos anteriores. Después de su triunfo electoral y el infortunado proceso de transición el mandatario tiene que actuar rápido y demostrar que no sólo tiene ganas de trabajar, también necesita dar resultados pronto.

Los gobiernos representan ciclos que se abren y se cierran, cada uno tiene sus particularidades, pero todos pasan por las mismas etapas: cuando llegan se notan soberbios y conforme avanza el tiempo van poniendo los pies en la tierra; el final depende de lo que hagan a lo largo de la administración, pero conforme avanza el periodo se va perdiendo poder y capacidad de operación.

En este momento Cuauhtémoc Blanco está en la plenitud de su poder, va llegando y tiene todo a su favor, incluyendo la simpatía popular. Es un momento clave en la vida política del ex seleccionado nacional, tiene que medir bien sus pasos, tomar buenas decisiones y no perder de vista el reto que tiene enfrente. La soberbia no cabe en un proyecto como el que encabeza el deportista; el tiempo es algo que juega en su contra, porque hay una enorme expectativa en su figura y muy pocos elementos para que pueda cumplir con las demandas sociales.

Una clave para que el gobierno de Cuauhtémoc Blanco funcione es que nunca deje de escuchar. Pero que escuche todo y a todos, que no cometa el mismo error de sus antecesores de sólo escuchar las voces amables que le dicen las cosas que quiere oír; un mandatario tiene que estar abierto a todo, como un ciudadano que ha luchado desde abajo para salir adelante, el futbolista tiene que escuchar a todos los sectores, a todos los que tienen algo que decirle, aún cuando esto pueda no ser agradable para sus oídos.

Blanco Bravo tiene una gran ventaja que le permitirá escuchar: su carrera política es corta y su militancia partidista es insipiente, es decir, no tiene taras políticas, ni muertos en el clóset que le salten a mitad del camino. Lo que escuche, aunque pueda resultar desagradable, no será su culpa, pero si su responsabilidad.

Si Cuauhtémoc Blanco mantiene la postura que ha pregonado en sus discursos de estar al lado de la gente, de escuchar, de hacer justicia y de combatir frontalmente la corrupción, lo demás será más sencillo.

Cuauhtémoc Blanco no es un gobernante como los demás, no es político ni tiene los compromisos con los que normalmente llega un hombre (o mujer) al poder. El ex capitán del américa luchó contra un tirano como Graco Ramírez, lo hizo sin el apoyo de un partido, ni el respaldo de un grupo político; su triunfo electoral es resultado de diferentes circunstancias, pero empieza con su fama personal y la actitud que siempre mantuvo frente al gobierno perredista. La gente lo reconoce, confía en él y espera que llame a cuentas a los pillos; ese es el principal capital del futbolista.

Hacer justicia, poner orden en el gobierno y escuchar a la gente son tres pasos importantes para esta y cualquier administración.

Gobernar nunca ha sido una tarea sencilla. Menos en Morelos.

·         posdata

La visita de Andrés Manuel López Obrador a Morelos formó parte de la agenda nacional del presidente electo de México; el miércoles estuvo en Guerrero y el jueves se trasladó a Morelos para agradecer a la gente el apoyo que le brindó en la pasada elección.

Esta visita es coyuntural, no tiene que ver con la toma de protesta del gobernador Cuauhtémoc Blanco, pero fue la oportunidad perfecta para que el nuevo jefe del ejecutivo estatal dialogara con su líder nacional, aclararan lo ocurrido hace unas semanas con la presidenta de Morena y retomaran la buena relación que mantuvieron durante la campaña.

Como la mayoría, desconozco si ambos personajes tuvieron tiempo de charlar en privado y si así fue, si hubo oportunidad de abordar el tema; espero que si.

Para el novel mandatario y para Morelos es fundamental que la relación con el próximo gobierno federal y su titular sea buena, que entre ambos ejecutivos continúe la cordialidad y que las agendas de los dos estén coordinadas. A nadie, salvo a quienes apuestan por el hundimiento de Blanco Bravo y de Morelos, les conviene que esa relación se fracture.

Entendamos que a pesar de que estamos viviendo nuevos tiempos políticos y la Cuarta Transformación que impulsa AMLO implica un cambio sustancial en la manera de hacer política, hay aspectos que seguirán siendo fundamentales en las relaciones de poder. Con Andrés Manuel López Obrador estamos viendo el regreso del poder presidencial que tuvo y ejerció Carlos Salinas de Gortari, el tabasqueño es un hombre que conoce y sabe ejercer el poder, tiene claridad de lo que pretende hacer en el país y no se detendrá ante nada ni nadie para sacar adelante sus planes de gobierno.

Cuauhtémoc Blanco no tiene motivos ni razones para confrontarse con López Obrador, las agresiones que recibió de parte de la dirigente nacional de Morena tomaron por sorpresa al equipo local y sacaron de balance al deportista; Cuauhtémoc Blanco nunca debió subirse al ring con Yeidckol Polevnsky, ni mucho menos distanciarse de Morena. El tema es muy delicado, representa un punto de riesgo político muy alto para el ex seleccionado nacional y puede costarle la cabeza a José Manuel Sanz.

Por eso es fundamental que el gobierno estatal y Morena retomen la relación, que el equipo del gobernador no caiga en provocaciones ni vuelva a contestar las agresiones de la dirigente morenista. Si las cosas se complican y Andrés Manuel López Obrador tiene que decidir entre Yeidckol Polevnsky, su amiga y la dirigente nacional de su partido y Cuauhtémoc Blanco, su aliado electoral y gobernador de Morelos, la decisión que tome es predecible.

El reto que representa sacar adelante una entidad quebrada , insegura y desordenada es enorme; la principal demanda que enfrenta la nueva administración estatal es hacer justicia y actuar en contra del ex gobernador, su familia y los funcionarios corruptos del gobierno pasado. Cuauhtémoc Blanco y su gabinete no pueden perder de vista estas dos cosas, no deben desviar su rumbo ni desperdiciar fuerza y tiempo en pleitos que no les llevarán a nada.

Distanciarse del gobierno federal, mantener la pugna con Morena y descuidar sus promesas de campaña pueden ser muy costoso para el nuevo gobierno. José Manuel Sanz, el cerebro del equipo y hombre fuerte del gobernador debe tener muy claro la complejidad e importancia de este tema.

Si durante la última visita a Morelos de López Obrador no pudieron abordar y resolver el tema, deben buscar la manera de hacerlo.

·         nota

El problema financiero de la UAEM no ha podido ser resuelto a pesar del cabildeo del rector y la voluntad del gobierno de Morelos. Los trabajadores están impacientes, enfadados y con ganas de radicalizar posiciones; se entiende.

La reunión de principio de semana era clave para todos, se esperaba que de ella se levantaran con un acuerdo que a la brevedad se tradujera en dinero, pero no fue así. El rector Gustavo Urquiza llevó una petición de 640 millones de pesos para sacar adelante los compromisos financieros del 2018 y la contrapropuesta fue de 408 millones que serían aportados de manera igual por el gobierno federal y estatal, con la condicionante de que sin el depósito local no llegaría el de la federación.

La cuestión es que en las arcas morelenses no hay dinero, el gobierno de Graco Ramírez dejó seco al estado y sin posibilidad de atender este compromiso, aún cuando el gobierno anterior lo tenía identificado y se comprometió a solventarlo.

Los sindicatos están a la expectativa, han acordado mantener la huelga, pero sin radicalizar posiciones por un espacio de diez días en espera de que el ejecutivo estatal gestione recursos extraordinarios para hacer frente al problema.

El tema es muy complejo, obtener 200 millones de pesos para la universidad no es cosa sencilla, sobre todo porque la capacidad crediticia del estado esta muy comprometida como resultado de los múltiples créditos que contrató la administración de Graco Ramírez.

Los que vienen son días claves, el esfuerzo estatal por obtener recursos pasa por la voluntad de una administración que ya se va (la de Peña Nieto) y el compromiso de autoridades (SEP y Hacienda) a las cuales el gobernador anterior se encargó de poner en contra de la universidad de Morelos.

Cada día que pasa sin solución es grave para los universitarios, los alumnos pierden clases y está en riesgo su semestre; los trabajadores llevan un mes sin recibir su salario y en muchos casos esa situación los tiene en un ambiente familiar muy complicado.

Pase lo que pase con el problema financiero de la UAEM, después vendrá algo similar con los maestros jubilados, que son alrededor de 30 mil. Las bombas que sembró Graco Ramírez antes de irse van a ir explotando poco a poco.

·         post it

En campaña, como parte de su estrategia para ganar la elección, Graco Ramírez y Rodrigo Gayosso prometieron concesiones a transportistas; también concedieron un aumento al pasaje. Pero perdieron.

Hoy en el sector transportista hay un problema mayúsculo que deberá ser afrontado por la nueva administración y su titular. La solución, como en los otros casos, no es sencilla.

·         redes sociales

No tengo claro si se peló, pero por lo menos de manera temporal se fue. Graco y su Damota partieron el lunes al viejo continente y tal vez por eso retiraron toda la seguridad que había en su casa de Cuernavaca.

Así lo comenta quien los vio: “Aquí en el avión viene Graco con una señora gorda; vamos a España”

¡Que allá se queden! dice el interlocutor.

¡Mejor que regresen lo que se llevaron!, le reviro.

·         es viernes

Tuvieron que pasar muchos años para que yo entendiera que estar en gracia es gozar de la amistad de Dios, o de los dioses, o del misterio o de los amigos; pero que esa gracia asiste por igual al heroico monje, a un gran comediante, a algún conocido nuestro o a un ser común como tú y como yo.

Estar en gracia es estar bien con Dios, pero también se puede estar en gracia con uno mismo, con los amigos o con la familia.

Estar en gracia nos vuelve menos desgraciados.

Por cierto: Hoy toca.

Comentarios para una columna alegre:

eolopacheco@elregional.com.mx

Twitter: @eolopacheco

Facebook: Eolopachecomx

Instagram: eolopachecomx

Ámbito: 
Local