El general Salvador Cienfuegos, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional de México (Sedena), dijo este viernes que legalizar la amapola con fines científicos y medicinales, podría ser una salida para combatir el problema de la violencia en el país. Cienfuegos señaló que el tema deberá debatirse, pero a su criterio, esta alternativa se debe tomar de forma seria.
“Ya está en la mesa, creo que puede ser una salida al problema (de la violencia)”, explicó. Sin embargo, indicó que si se produce la legalización tendrán que atender "la seguridad de los campesinos", porque ya no le venderían la amapola a los delincuentes sino al Gobierno "para hacer morfina y atender el dolor de los pacientes", aseguró durante un acto militar en Teloloapan, Guerrero.
En los últimos meses, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo ha propuesto una iniciativa para legalizar el cultivo, producción y venta de amapola. El pasado 3 de octubre, el mandatario estatal se reunió con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, y le planteó la posibilidad de legalizar esta droga en el Estado.
López Obrador ha expresado en varias ocasiones su voluntad de amnistiar a los jóvenes encarcelados por traficar con amapola o que sirvieron de mano de obra al crimen organizado por salir de la pobreza. También la futura secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se ha posicionado a favor de la legalización de drogas como la amapola y la marihuana con el objetivo de disminuir las muertes en la sierra de Guerrero.
Precisamente en Guerrero, integrantes de la Unión de Comisarios para el Desarrollo de la Sierra pidieron en el mes de julio a López Obrador la legalización de los cultivos de amapola y una explicación clara sobre si los campesinos que siembran amapola serán beneficiados con la amnistía que propuso durante su campaña.
“De manera prioritaria buscamos que se legalicen los cultivos de amapola con fines médicos para que así se deje de criminalizar a los campesinos de la sierra”, dijo en una entrevista con el diario El Universal el ex comisario de la comunidad de Filo de Caballos, Arturo López Torres. “Si se legalizan los cultivos de amapola, la amnistía pasaría a segundo plano para los campesinos que actualmente están sembrando amapola, porque entonces ya no sería un delito pero sí va a servir para los que ahora están presos”, señaló.
Según los datos de los cultivadores de Guerrero, unas 100.000 personas se dedican a este negocio enfocado principalmente en la producción de goma de opio para la exportación ilegal a Estados Unidos. La región, sin embargo, vive una crisis económica profunda por la caída en la venta de la cosecha de opio y el desplome del precio.
México es el tercer país del mundo con más cultivos de amapola, solo detrás de Afganistán y Myanmar. Y donde más se siembra es en Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Chihuahua, Durango y Sinaloa. Las declaraciones del general Cienfuegos, máxima autoridad militar del país y encargado de la erradicación de la planta en la sierra, son las primeras de un alto militar en este sentido.