Ocho cubetas de 20 litros con restos humanos bajo cemento y varias bolsas de plástico dentro de un refrigerador con más restos congelados. Eso fue lo que encontraron agentes de la policía mexicana en dos domicilios de una pareja detenida este jueves investigada por al menos 10 homicidios, según reportó este sábado la Fiscalía del Estado de México, entidad que rodea a la capital. La información a la que ha tenido acceso este diario desveló que una de las pistas clave en la captura del matrimonio fue el celular de una de las víctimas, reportada como desaparecida, que fue encendido por los detenidos y prendió las alertas de las autoridades.
El arresto, a 25 kilómetros al sur de la capital mexicana, en el municipio de Ecatepec (el más poblado del Estado de México), se dio como consecuencia de una investigación policial iniciada tras la desaparición de tres mujeres en el mismo barrio de esta localidad durante los meses de abril, julio y septiembre. Los detenidos, un hombre de 33 años y una mujer 38, entraron en la mira policial cuando las autoridades revelaron que las tres desaparecidas se habían relacionado con los sospechosos. La pareja vendía ropa y perfumes, entre otras cosas, y las víctimas habían entrado en contacto con ellos como clientas, según la investigación de la Fiscalía.
"Hice una videollamada con ella el día anterior por la noche y me dijo 'mamá, mañana voy a ir por la ropa, me dijo la señora que fuera temprano para que fuera la primera en verla, porque iba a abrir la paca [bolsas grandes con prendas de vestir] antes de que llegaran los demás clientes", expresaba la madre de una de las desaparecidas a los medios locales hace apenas unos días.
Sin embargo, se estima que la pareja asesinó a más de tres personas. El detenido, que ingresó en prisión este sábado junto a su pareja, admitió haber estado relacionado con al menos 10 feminicidios, según el comunicado del fiscal a cargo de la causa. Pero el reconocimiento y análisis de los restos humanos encontrados podría llevar semanas o incluso meses, según un portavoz de la Fiscalía, quien aseguró que aún se desconoce tanto el número de víctimas, como su sexo e identidad. Algunos restos se encontraban en muy mal estado, por lo que las autoridades dudan incluso si serán capaces de llevar a cabo las pruebas de ADN.
El arresto de los presuntos feminicidas se produce en uno de los municipios más letales de México para ser mujer, una localidad que activó hace dos años una alerta de género para frenar la escalada de violencia y concienciar a la población. Solo durante los primeros cuatro meses de este año se reportaron 395 desapariciones en el Estado de México, de las cuales 207 eran mujeres. El nivel de violencia e impunidad en México es alarmante (solo el 10% de los delitos se denuncia), y con la confesión de los detenidos, Ecatepec se coloca de nuevo en el epicentro del feminicidio mexicano.