En el caso de la mariguana, la también senadora aseguró que “(para su legalización) no tenemos problema alguno, podemos avanzar rápidamente; creo que ya hay prácticamente un consenso y vamos avanzados.

“En el tema de la amapola sí tenemos que ir con Naciones Unidas, avanzar con ellos porque tiene una reglamentación en relación concretamente a la amapola que hay que acatar y seguir”, expresó.

En entrevista, sostuvo que el asunto de las drogas en México es un problema de seguridad, no de prohibicionismos; por ello, celebró la postura del secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos, a favor de despenalizar la producción de amapola, así como el enfoque del ex presidente Ernesto Zedillo de terminar con el modelo prohibicionista.

“Tuvimos una política prohibicionista muchos años, queremos retomar una política, como lo dijo el expresidente Zedillo, regulatoria en materia de drogas. Ya no es posible continuar así, ya no es para seguirnos matando”.

La también ministra en retiro hizo notar que en vez de penalizar a los campesinos por la producción de amapola en 120 regiones del país, es necesario cambiar la política prohibicionista, para que el Estado les compre la producción y se pueda producir morfina para consumo médico.

Recordó que México es un país con una población que ha convivido con la medicina ancestral, como el peyote o la propia mariguana; por ello, el próximo gobierno va por la despenalización para el consumo recreativo de la mota y médico de la amapola.

Sánchez Cordero recordó que, sobre el uso de la amapola, son entre 12 a 16 los países que ya tienen la autorización de la Agencia de Naciones Unidas contra el Delito y la Droga, con sede en Viena, “y vamos a caminar con ellos. Ya no queremos una política prohibicionista. Ahí el Ejecutivo tiene que hacer ese trabajo y tenemos que caminar con la ONU, pero la idea es avanzar”.

Dijo que, de hecho, ya están dialogando con la Agencia de la ONU sobre eso: “Ya hemos tenido varias, no una, varias pláticas con esta. La respuesta es sí”.

La futura funcionaria federal dijo que la intención es que en el caso de los menores se mantenga la penalización, porque no se puede permitir que los jóvenes accedan a las drogas.

“Estamos pensando en mariguana para usos medicinales y recreativos, y penalizarla fuertemente en la venta a menores de edad; también estamos pensando en programas de rehabilitación de adictos simultáneamente. Este es un problema de salud pública que hay que atender debidamente, no de prohibicionismo”.

Sánchez Cordero puntualizó que en el caso de la morfina se pretende que el Estado compre la amapola para producir fármacos que se administran a pacientes con males terminales, “para poder tener una muerte digna, y creo que vale la pena luchar para estos enfermos terminales”.