Última vista preparatoria antes de que empiece en Brooklyn (Nueva York) el juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán y último intento de su defensa por aplazarlo. El juez neoyorquino Brian Cogan cerró, sin embargo, la puerta a esa eventualidad y pidió expresamente a su nuevo abogado que deje de pedírselo. Y aunque dejó claro que la fiscalía cumplió con su parte, el magistrado pidió a la acusación que coopere con el equipo que representa al capo de la droga mexicano para que pueda completar a tiempo el trabajo de vincular las pruebas con los testigos que subirán al estrado durante los cuatro meses que durará el proceso.
“Ya lo dije la última vez”, respondió el juez a Jeffrey Lichtman, “nunca estarás todo lo preparado que querrías cuando llegue el juicio”. Se refería a los comentarios que hizo hace tres semanas, cuando el abogado que representó al mafioso John A. Gotti se sumó a la defensa. Ahí ya reclamó el aplazamiento. El argumento del letrado es que le es “imposible” examinar todas las pruebas que maneja la fiscalía del Distrito Sur, una de las más poderosas de Estados Unidos. “Nunca vi nada igual en los 28 años que llevo [en la profesión]”, reiteró.
“La idea de que podemos representar a nuestro cliente de una manera competente no es cierta”, insistió. Jeffrey Lichtman llevó en esta ocasión la voz cantante en la corte, mientras el jefe mexicano de la droga seguía el intercambio con una auriculares sentado a la izquierda de Eduardo Balarezo, su otro abogado. El magistrado Cogan afirmó entender las dificultades que puede estar atravesando para preparar la causa. “Pero ya saben que todo se arregla en la última semana”, agregó.
El juicio arrancará el próximo 5 de noviembre con la selección del jurado. Cogan espera que las partes tengan todo listo para entonces. En este sentido, la defensa del líder del cártel de Sinaloa reclamó que la fiscalía organice mejor las pruebas para que puedan vincularse a los testigos que serán examinados durante el proceso. “Denle toda la ayuda que necesita”, respondió el juez dirigiéndose a la acusación durante los escasos 20 minutos que duró la vista, “un juicio eficaz es lo mejor para todos”.
“Estaremos listos dentro de nuestras posibilidades”, replicó Lichtman, “es lo que hay”. Cogan se mostró también abierto a que la prensa pueda seguir el proceso de selección de los 12 jurados. Pero aún debe definir que formato seguirá para preservar su anonimato y evitar el contacto directo con los periodistas. La defensa insiste en que lo único que busca es que Guzmán tenga un “juicio justo”. “Los derechos de mi clientes son lo más importante”.
El secretismo fue la nota dominante en las vistas preparatorias del juicio, hasta el punto de que no se especifica si El Chapo estará recluido durante el proceso en Manhattan o se quedará en Brooklyn para evitar así su traslado. Los documentos presentados por el Gobierno estadounidense también están bajo secreto de sumario y se están estableciendo medidas de seguridad especiales para proteger a los testigos. Los abogados de Guzmán siguen insistiendo en que estas restricciones complican la defensa.