La seguridad en la toma de posesión de López Obrador estará a cargo de un grupo especial del Ejército
El Estado Mayor Presidencial (EMP), creado durante el gobierno del general Manuel Ávila Camacho, el 12 de enero de 1942, desaparecerá formalmente el último minuto del próximo 30 de noviembre. En ese contexto, en ámbitos militares surgieron versiones que refieren que el general Roberto Miranda Moreno, quien será el último jefe del EMP, al término de su encargo será designado agregado militar de la embajada de México en España.
La extinción de este organismo encargado de la seguridad del presidente de la República y su familia, que entre otras funciones también es el área responsable de la logística y movilidad del mandatario en turno, se realizará mediante un decreto que será dado a conocer el próximo 30 de noviembre, indicaron altos mandos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Los más de 6 mil integrantes del EMP se reincorporarán a las secretarías de la Defensa y de Marina Armada de México (Semar), así como a la Policía Federal y a la Secretaría de Seguridad Pública de Ciudad de México, por lo que el primero de diciembre, cuando tome posesión como presidente Andrés Manuel López Obrador, la seguridad de este acto protocolario estará a cargo de un grupo especial del Ejército.
El EMP está constituido en dos áreas, una administrativa, integrada por mil 869 elementos del Ejército, 153 de la Semar, 32 de la Policía Federal, 26 de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina y 360 civiles. Otra la integra el Cuerpo de Guardias Presidenciales, integrado por 4 mil 445 militares y marinos dedicados a distintas actividades, como traslados y operaciones de seguridad. Por su parte, Alejandro Encinas, próximo subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (SG), dijo que ante su inminente desaparición, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y el EMP deben entregar al Archivo General de la Nación (AGN) los documentos en su poder.
Esa desaparición debería llevarnos a todos nosotros a requerir que los archivos en manos del Cisen y del EMP, como sucedió en su oportunidad con la dirección Federal de Seguridad, pasen al AGN y sean públicos, sin restricción
, señaló.
El mensaje de Encinas provocó aplausos entre los asistentes a la ceremonia por la liberación de archivos del Estado sobre el movimiento estudiantil de 1968, la cual se realizó en la sede del AGN, antigua cárcel de Lecumberri, donde estuvieron presos, hace medio siglo, integrantes de ese episodio.