AMLO y el NAIM: entre concesión y consulta
En estos tiempos se acercaron a la casa de transición unos, muchos fariseos... Florestán
El lunes, Andrés Manuel López Obrador hizo una de sus declaraciones más importantes: su posición como presidente electo sobre el nuevo aeropuerto, de la que quiero destacar algunos pasajes.
Primero, que la transcripción fue personal, pues en su página oficial ya no las reproducen, publican un boletín de prensa de aquellos del dijo, apuntó, subrayó, indicó, puntualizó, declaró, afirmó, sostuvo, indicó, puso de manifiesto, hizo hincapié, entre otras muletillas, una manera de matizar, eliminar y cuidar. López Obrador abrió diciendo que iba a ser objetivo, lo que entiendo como imparcial, aclarando que no se iba inclinar ni a influir por ninguna de las dos opciones, NAIM ni Santa Lucía, y acto seguido habló de las bondades de la base militar.
Luego le dejó caer la mano a su designado secretario de Hacienda, al revelar: Cuando me presentaron el dictamen los de la comisión de nuestro gobierno, Carlos Urzúa me dice, una de las ventajas que tiene (el NAIM) es que es autofinanciado, se puede concesionar, no requiere del presupuesto, que es el dinero de todos los mexicanos. ¡Y ahora resulta que sí, (que cuesta) 88 mil millones de pesos!
Después pasó a lo que he llamado su primera adjudicación directa: Que el ingeniero Carlos Slim se haga cargo de la inversión sin que se utilicen recursos del presupuesto. En ese caso, sí podríamos considerar la posibilidad de continuar con la construcción de Texcoco y no cancelar la obra. Pero punto y seguido, dijo: Al final de cuentas va a ser la gente la que va a decidir, porque se va a hacer una consulta a finales de este mes (…) en la democracia es el pueblo el que manda, es el pueblo el que decide, remató.
En esto hay dos versiones extramuros, una que sí quiere terminar el NAIM, pero sin romper su promesa de campaña, la otra, irse por Santa Lucía-Benito Juárez, lo que tendría un enorme costo financiero, no solo por las cuentas, sino por el mensaje, aquí y afuera, de la cancelación de un compromiso de esa magnitud.
Yo aún lo veo inaugurando el nuevo aeropuerto de Texcoco.
RETALES
1. RELEVO. En lo del castigo al general por darle información de la base aérea de Santa Lucía, alguien lo embarcó. El ahora ex jefe de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), el general Miguel Enrique Vallín Osuna, recibió en esa base al equipo de López Obrador, por instrucciones del secretario de la Defensa Nacional. Es irracional que de motu proprio haya dado información confidencial de la más importante instalación estratégica de la FAM. Lo engañaron. Él sabrá quién;
2. PANCHÓLARES. Espero que Claudia Sheinbaum no traiga de sus visitas a Madrid y Barcelona el plan de sus respectivas alcaldesas, Carmena y Colau, de crear una nueva moneda ciudadana para fomentar el comercio de proximidad y las redes asociativas. Por favor, Claudia, no. Tú eres inteligente; y
3. RECURSO. Miguel Barbosa impugnará ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el fallo del Tribunal Electoral de Puebla, que tras el recuento declaró gobernadora electa a Martha Érika Alonso.
Nos vemos mañana, pero en privado
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