I. En su mundo. Juan Manuel Carreras, mandatario de San Luis Potosí, gobierna en solitario, apenas para el pequeño grupo que lo sostiene en el poder, se ha olvidado de la gente. Carreras, en comparación con su antecesor, Fernando Toranzo, ha sido igual de opaco, según las encuestas en la entidad. Falla en todo: las estrategias implementadas para prevenir la violencia de género han fracasado, pues los feminicidios no han logrado disminuir. Tampoco les resuelve a los taxistas, quienes se manifiestan en el Palacio de Gobierno y no les da la cara. Y la cereza del pastel es que tiene una denuncia por retención de impuestos al salario de los trabajadores de la educación y por no aportar las cuotas al instituto de salud. Existen malos gobernadores, los peores… y él.
II.¿Animales de compañía? ¿Qué hacían tres leones encerrados en una azotea de la Ciudad de México? La Profepa turnará a la PGR el caso de la posesión de tres felinos en la colonia Viaducto Piedad. Aunque el propietario cuenta con los papeles que lo acreditan como dueño de los animales, no presentó un plan de manejo específico para las especies. Le conminaron a entregarlos voluntariamente, pero se negó, así que los inspectores no pudieron trasladarlos a una unidad de manejo especializada para su estancia y cuidados. Ahora, además de enfrentar el procedimiento administrativo de la Profepa, el dueño tendrá que responder a las sanciones que le esperan. La duda es ¿quién tiene el poder adquisitivo para tener de mascotas a tres leones?
III. Se autocomplicó. Ante la complejidad del proceso de desafuero contra el diputado de Morena, Cipriano Charrez, por su participación en un choque vehicular en Ixmiquilpan, Hidalgo, donde murió una persona, el vicepresidente del Comité de Decanos de la Cámara de Diputados, Antonio Ortega Martínez, informó que, en caso de comprobarse la responsabilidad del legislador, el órgano legislativo emitirá una amonestación pública para que considere su renuncia. De poco sirvió que la familia de la víctima le haya otorgado el perdón, su caso se empantanó desde el momento en que dejó el lugar de los hechos. A Charrez la credibilidad también lo dejó para nunca más volver. Así no debe comportarse un político.
IV. Deuda social. El canciller Luis Videgaray llamó a los gobiernos de Centroamérica y de Estados Unidos a implementar nuevas acciones para “atacar el modelo de negocio de las organizaciones criminales transnacionales” en materia de tráfico de migrantes. Durante la sesión de seguridad de la Segunda Conferencia sobre Prosperidad y Seguridad en Centroamérica, dijo que se debe atacar el problema desde el origen. El encuentro buscará nuevos mecanismos y acciones específicas para atender el problema de la migración. “Yo quiero hacer un llamado a este equipo de trabajo de estos cinco países que estamos aquí reunidos que hagamos un especial énfasis en acciones concretas que deriven en el efectivo desmantelamiento de los grupos criminales que se dedican a la trata”. Si ya los tienen detectados, ¿qué les impide acabar con los delincuentes?
V. Tropezón. El diputado federal de Morena y presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados, Luis Javier Alegre Salazar, realizó una desafortunada declaración. ¿Con quién quería quedar bien para revelar su muy personal visión sobre los culpables de la devastación ambiental en el país? Él considera que esta destrucción de las áreas naturales es ocasionada por los “pobres” que viven cerca de estos lugares y no por el desarrollo inmobiliario. Se le cuestionó sobre cómo evitar que se extiendan las manchas de pobreza alrededor de los centros turísticos de gran lujo que propuso el futuro secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, a lo que el legislador señaló: “El problema de la devastación es la miseria y la pobreza”. ¿Y cuál será su plan para beneficiar a los pobres? ¿O ni siquiera lo ha pensado?