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VIDA POLÍTICA

LA LENTITUD DE LA 54 LEGISLATURA LOCAL….

 

Un mes y medio después de asumir la Quincuagésima Cuarta Legislatura local, los diputados inician acciones contra sus antecesores y hacia quienes obtuvieron una jubilación dorada.

Antes, los diputados traían una pugna profunda por la repartición del pastel en la Mesa Directiva, la Junta Política y las Comisiones de Trabajo Legislativo, que incluso los llevo a sacar sus trapitos al sol.

Hoy, pareciera que el tiempo no pasa porque apenas sacaron el trapo para medio limpiar el cochinero que les dejaron sus antecesores, que al parecer tres años no les dará tiempo para limpiar y poder sancionar los abusos de sus antecesores.

Pero también hay poca o nula credibilidad de que tanto Beatriz Vicera Alatriste, Hortencia Figueroa Peralta, Julio Espín Navarrete, Francisco Moreno Merino y Jaime Álvarez Cisneros puedan ser castigados con todo el peso de la ley.

A los diputados les pasa lo mismo que a Francisco I. Madero que al confiar en Victoriano Huerta este lo traiciona, lo derroca y lo asesina, el comparativo –con sus especiales excepciones- es porque al interior del Congreso local siguen con el enemigo adentro.

Hay tres cargos claves que deben ser inmediatamente relevados quienes hoy los ocupan, porque forman parte de la mafia y pandilla creada por el anterior gobernador: el primero es el titular de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF), José Vicente Loredo Méndez.

La traición de Loredo Méndez está comprobada y documentada por dos diputados locales, quienes al visitar el área encontraron que trabajadores destruían material oficial por instrucción de su jefe.

El segundo su destitución también por traición y, sobre todo, por ineptitud debe darse dentro de la Fiscalía Anticorrupción, en donde Juan Salazar Núñez solamente gana vergüenzas y pierde juicios, más ahora que está acusado de fabricar actos de corrupción por parte de expresidentes municipales y del ex rector Alejandro Vera Jiménez.

Otro figurín que debe salir es el Fiscal General, Uriel Carmona Gándara, quien es una caricatura de servidor público, porque además es juez y parte dentro del sector público.

Los legisladores dentro del Congreso sesionan una vez a la semana, al igual que sus antecesores sin la formalidad de los actos y es perceptible la falta de protocolo legislativo.

Es por ello que no les dará tiempo de contestar las demandas ciudadanas, el clamor popular de castigar con todo el peso de la ley hacia quienes abusaron de los recursos públicos y dejaron al pueblo abandonado.

Cierto es que el cochinero por limpiar no lo harán solamente con un trapo, requieren de mayores utensilios pero tampoco se han dado el tiempo de consensuar con la sociedad.

El tiempo pasa y el Congreso poco avanza, en 45 días les ha entrado también la soberbia y el mantenerse alejados de la comunidad, como lo hicieron sus antecesores al estar cercados y minados por el personal de seguridad que solo recibe instrucciones.

Les gustan los cinco minutos de fama en los medios de comunicación, si es en la televisión mejor. Mientras que afuera la ebullición popular es cada vez más grande y el pueblo quiere ver al gobierno pasado detrás de las rejas y que no pase como Javier Duarte, el ex gobernador de Veracruz, que mucho escándalo y solo para que este unos días en el encierro, con el pago de una multa risible.

Acción, trabajo y seriedad piden los morelenses a sus representantes populares, porque cada vez hay más quejas contra el exgobernador y sus cómplices, es un enojo popular que no tiene precedentes, como lo decía el tabasqueño hoy innombrable.

Los diputados locales tienen la oportunidad de salir con la frente en alto, de ser felicitados y caminar sin problemas por las calles del estado con su trabajo a favor del pueblo, como lo hizo en la pasada Legislatura local y es reconocido Jesús Escamilla.

Aun y cuando van 45 días al frente de la Cámara de Diputados, la sociedad quiere resultados rápidos, porque el reloj comunitario marca que son cuarto para las doce y a esa hora se acaba la paciencia.

Ya repartido el pastel en el Congreso local, es necesario que venga el trabajo, que se apresuren con las sanciones contra quienes solamente les dejaron dos mil pesos en el cajón, para que paguen la luz, la comida y ahorren.

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