Se equivocan con el Ejército
Anunciaron el reclutamiento de 50 mil elementos más para el Ejército, Marina y Policía Federal, y a la vez crearán una Comisión de la Verdad sesgada y dirigida a sentar en el banquillo de los criminales a nuestras Fuerzas Armadas.
Te necesito, te uso y te trato con la punta del pie.
Quieren enjuiciar al Ejército por un crimen que no cometió, que fue obra de organizaciones político-delictivas de izquierda en Guerrero.
Al mismo tiempo anuncian la incorporación de 50 mil jóvenes más a las Fuerzas Armadas para “serenar al país”.
Confiemos en que el reclutamiento de nueva tropa (50 mil, y actualmente hay 52 mil elementos del Ejército en tareas de seguridad pública) no derive en una guardia nacional estilo caribeño, con propósitos de control político sobre la ciudadanía, y sea una medida acertada del próximo presidente de la República.
Hasta ahora lo que han hecho prominentes figuras de Morena ha sido golpear al Ejército, a la Marina y a la Policía Federal.
Esa Comisión de la Verdad, que será integrada por enemigos de las Fuerzas Armadas, que traen una versión preconcebida de que el Ejército secuestró y mató a los normalistas en Iguala, es una afrenta a las instituciones del país.
Como lo dijo recientemente el general Alejandro Ramos Flores, Jefe de Unidad de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de la Defensa Nacional: la proyectada Comisión “no tiene la objetividad ni la imparcialidad que se requiere en el debido proceso”. (Entrevista con El Universal).
En respuesta a las declaraciones del general Ramos Flores, el presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara de Senadores –el morenista Félix Salgado Macedonio–, declaró que el Senado no sólo apoya la Comisión de la Verdad, sino que “apoyará apertura de cuarteles militares” (La Razón).
Vamos a tener, entonces, a abogados argentinos, colombianos y de otras nacionalidades haciendo hoyos en los cuarteles para ver si encuentran restos de los 43 normalistas.
Nuestras Fuerzas Armadas serán objeto de condena internacional, por un crimen que no cometieron.
Se equivocan con el Ejército. Así no debe ser el trato.
Con la sola entrada de miembros del GIEI, de los “representantes” de los padres de los 43 normalistas –que en realidad son activistas políticos– a los cuarteles, los institutos armados del país serán puestos en la picota de la opinión pública mundial y condenados injustamente.
Ya los seguidores de Morena en los medios de comunicación y en el Congreso, han convertido al Ejército en el culpable de la masacre de Iguala.
¿No? Veamos lo que les dijo hace un par de semanas a los diputados de Morena Epigmenio Ibarra, uno de los personajes clave de la comunicación y propaganda del próximo equipo gobernante:
“¿Qué haces para capturarlos (a los 43 normalistas), ajusticiarlos y quemarlos? ¿Qué necesitas? Necesitas doctrina, unidad de mando, medios, masa de fuerza y poder de fuego. ¿Quién tiene eso en este país?”.
Y agregó de inmediato a los legisladores de Morena:
“¿Qué hicieron los nazis cuando se aproximaban las fuerzas aliadas? Los restos (eran) cremados en hornos y luego en grandes fosas donde rociaban queroseno, los trituraban con tractores, los echaron en bolsas y vertieron en (…inaudible) las cenizas. ¿Cuál es la versión de los hechos aquí? Ahí está la doctrina, y ahí está la información, y ahí está la voluntad de borrar las culpas”.
Ese es el adoctrinamiento que reciben los diputados de Morena, de parte de uno de los cerebros de la propaganda del equipo que ganó las elecciones.
Se equivocan con las Fuerzas Armadas. No es justo que se induzca así a una verdad preconcebida, tan perversa.
Se equivocan porque después de las Fuerzas Armadas no hay nada para defendernos de agresiones externas y del vendaval delictivo que azota al país.
Agradecidos deberíamos estar con nuestros institutos armados porque sin ellos el país estaría por completo en manos criminales.
Tan han sido útiles a México, que el candidato de Morena pudo ganar las elecciones gracias a un ambiente razonablemente pacífico el 1 de julio, y hoy plantea incorporar a 50 mil tropas más para brindar seguridad.
En síntesis: se necesita congruencia.
Y lealtad hacia quienes han sido leales al país.