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OBSERVADOR POLÍTICO

Daño colateral por huelga en la UAEM

 
 

Este día se cumplen 26 días de huelga luego de que el pasado 20 de septiembre, Mario Cortés Montes y su comité central del Sindicato Independiente de Trabajadores Académicos decidieron colocar las banderas rojinegras como medida legal para obligar a la administración central al pago de sus salarios. Por su parte, la rectoría que es encabeza por Gustavo Urquiza Beltrán, intensifica los diálogos, acuerdos y gestiones ante los gobiernos federal y estatal quienes hacen oídos sordos a las demandas de los universitarios. Y es que a casi siete semanas del movimiento huelguístico, los daños colaterales son enormes y con un costo social que se incrementa día con día en perjuicio de la comunidad estudiantil.

OÍDOS SORDOS.- Las necesidades de los universitarios son muchas; la incertidumbre laboral, económica y académica ahoga a los trabajadores y estudiantes universitarios que ven como su situación familiar se ve afectada por la ausencia del pago salarial y la nula presencia de las aulas. Y mientras todo esto sucede, el gobierno del priista Enrique Peña Nieto, protector del peor gobernador de México en la figura de Graco Ramírez Garrido Abreu, hace oídos sordos a las demandas no solo de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos sino de las otras 10 instituciones del nivel superior públicas que se encuentran prácticamente en la misma situación financiera que la UAEM.

Peña Nieto está más preocupado por lograr la amnistía y ser parte de esa impunidad que impera en el país que en resolver los problemas sociales que está dejando, como sucede con las 10 universidades públicas del país que requieren urgentemente un rescate financiero para seguir funcionando y ofreciendo sus servicios a la sociedad en general. Es triste escuchar decir que no hay dinero cuando hay elementos para contradecir esos dichos. Es inverosímil que traten de ocultar que no hay recursos cuando los excesos cometidos en esta administración tanto en la federación como en el estado.

LOS EXCESOS Y ABUSOS.- Solo un ejemplo, el tristemente célebre aún presidente de México, Enrique Peña Nieto, evidenció durante su sexenio un derroche económico insultante para el pueblo de México, tal como sucedió con los gastos que representó su seguridad personal y la de su familia, así como de la residencia oficial de Los Pinos, al pagar al cierre de su gobierno mil 344 millones de pesos al año. Por si fuera poco, destinó para sueldos y salarios de sus asesores y consejeros un total de mil344 millones de pesos. Con relación al presupuesto de prensa, tampoco cantó mal las rancheras ya que pagó otros casi mil millones de pesos (9.801 mdp). Otro exceso fue la sesión de fotografías por las que pagó el pueblo de México con sus contribuciones un millón 677 mil pesos en las que hubo reproducciones, impresiones y montaje de la fotografía. Y de la Casa Blanca, ni hablamos. Gastos ofensivos que agraviaron a la sociedad cada vez más pobre en el país.

MÁS ABUSOS EN EL CONGRESO DE LA UNIÓN.- A mediados de este año, se supo que el Gobierno federal le depositó más de 66 mil 522 millones de pesos para el gasto corriente y pago de la nómina de los senadores y diputados, así como de sus respectivos equipos de trabajo durante el sexenio. Por lo que cada legislador le costó a los mexicanos más de 100 millones de pesos en promedio durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Pero además, el Congreso de la Unión entregó una bolsa millonaria por el fin de la 63 Legislatura, que ascendió en agosto pasado por más de 667 millones de pesos por lo que cobrarían 628 legisladores federales: 500 diputados y 128 senadores. Es decir, cada diputado se llevó alrededor de un millón 155 mil pesos que arrojó una bolsa global por 570 millones de pesos.

 

DAÑOS COLATERALES.- Tal parece se detuvo en el tiempo en la UAEM por la burbuja que la rodea, ya que los días pasan y la problemática financiera se mantiene provocando con ello, daños colaterales en detrimento de la calidad de vida de miles y miles morelenses que ven como la crisis hace mella en sus familias.

La situación de la UAEM, con los académicos que luego de 20 años decidieron colocar sus banderas rojinegras derivado de la inviabilidad financiera para el pago de sus salarios por ello, la historia se repite en condiciones totalmente diferente. Hoy, los portones de la Universidad están cerrados y pese a que hay áreas blancas el personal de confianza ha dejado de acudir a sus fuetes de trabajo porque carecen de los recursos para pagar el transporte y hacer frente a los gastos que representa el acudir a laborar sin ninguna remuneración. Los estudiantes, se mantienen en solidaridad con sus maestros e incluso, se han convertido en sus protectores con la entrega de alimentos y atenciones para que resistan y no frenen su lucha en busca de mejores condiciones laborales. El pedir se abriera la matrícula y de 20 mil en el año 2012 a 43 mil alumnos del nivel medio superior y superior, así como incrementarán de 100 mil a 200 mil metros cuadrados la infraestructura educativa, no fue suficiente para ampliar el presupuesto financiero de la UAEM que hoy en día, pese a todo, sigue estando ubicada en los primeros lugares en académica, investigación y extensión.

De continuar la huelga, como parece, las afectaciones serán cada vez peor y una vez que estén de vuelta a clases, habrá menos estudiantes, se registrará un éxodo de investigadores y puede ser que disminuya el nivel de competitividad que tiene la UAEM. El daño a la investigación científica y a los estudiantes será irreversible.

Por el bien de todos, es urgente una solución en la Universidad. Buscar de donde haya los recursos para no seguir afectando el desarrollo académico de los más de 43 mil estudiantes. Generar las condiciones de certidumbre laboral para los más de seis mil empleados. Hoy más que nunca, la comunidad universitaria debe estar unida en un torno a un proyecto de rescate financiero y evita la división y confrontación de esquiroles políticos.

 

¿Y a todo esto, los saqueadores del presupuesto del estado dónde están? 

¿Graco se amparará a la impunidad como lo hacen la mayoría de los políticos corruptos para no pisar la cárcel?

¿Los legisladores ladrones que saquearon el Congreso y provocaron una inestabilidad política no serán castigados?

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Twitter: @gerardosuarez73

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