Cuando hoy estamos a 44 días de que inicie la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, el tema central, más que el nuevo aeropuerto, o con éste, es el método de la consulta popular para que el Presidente electo diga si sigue la obra en Texcoco o ésta se cancela y se va por el eje Benito Juárez-Santa Lucía, ahora ampliado a Toluca.
Esa es la primera opción en la boleta de la consulta. La segunda es continuar con la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco y dejar de usar (de terminarse, claro) el actual Aeropuerto Internacional de Ciudad de México.
En ambas opciones el eje central, le decía ayer, no es el NAIM, es el Benito Juárez; eso en cuanto al fondo, pero vamos a la forma: la consulta.
Primero apuntar que está fuera del rango y parámetros constitucionales que señalan que tiene que ser convocada por el jefe del Ejecutivo, por una tercera parte de las cámaras de Diputados o Senadores o 2 por ciento del total del padrón electoral, que estará a cargo del INE, que las preguntas las deberá aprobar la Suprema Corte de Justicia, que se realizará el mismo día que la elección federal y será obligatoria para el gobierno si participa 40 por ciento de la lista nominal de electores.
Eso dice la Constitución en su artículo 35. Ahora está convocada y organizada por el gobierno de transición y Morena, que pagarán, vigilarán, revisarán y contarán, pero sin cumplir uno solo de los elementos constitucionales de la consulta popular, pero va adelante y, además, la han hecho vinculatoria porque sí.
Y más.
Del 25 al 28 se levantará dicha consulta en mil 73 mesas distribuidas en 538 municipios que, aseguraron, representan más de 70 por ciento del padrón, y serán atendidas por voluntarios.
Y digo: mil 73 mesas entre un millón de boletas, dan 931 por casilla que, sin duda, se agotarán en la primera jornada y creará un nuevo problema: la falta de boletas. El punto es Andrés Manuel. Si quiere que vaya Texcoco, saldrán a votar temprano por Texcoco; si quiere Santa Lucía, saldrán a votar temprano por Santa Lucía.
Y todavía me dicen que aún no gobiernan.
RETALES
1. "ENTRE". Ayer, durante la comparecencia de Rosario Robles por la glosa del sexto Informe presidencial, Gerardo Fernández Noroña fue hasta la zona de los priistas para enfrentarse a Luis Miranda. Allí se mentaron la madre, se retaron a partírsela, lo que impidió la intervención de René Juárez, líder de la bancada tricolor. Y se escuchó un deseo: los hubiera dejado;
2. TRASLADO. El mensaje fue que todo Pemex se traslada a Ciudad del Carmen, que no está preparada para recibirlos, ni casas ni escuelas ni oficinas. No hay un solo estudio que acredite su capacidad. Pero es una decisión tomada. A ver cómo; y
3. CRISIS. La peor crisis de José Ramón Amieva como jefe de Gobierno es el mayor recorte al suministro de agua que haya tenido Ciudad de México, que afectará a millones. En Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo será absoluto, al 100 por ciento. Y sus alcaldes, ausentes.
Nos vemos mañana, pero en privado
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